Acebedo - Leon

Once ayuntamientos de León chocan con la reforma de la ley electoral

En casi una docena de municipios se forman coaliciones contra la lista más votada .



No lideraron la lista con más respaldos en las urnas; ni fueron cabeza de cartel de una candidatura que superó el 40% de los votos; ni distanciaron en más de cinco puntos en los sufragios a su inmediato seguidor. Casi una docena de ayuntamientos de León mantienen en el actual mandato una estructura de poder ajeno al dictamen de la reforma electoral que promueve el Partido Popular con el fin de reordenar y revocar la norma de acceso al poder municipal. En las antípodas del ajuste y de la enmienda legislativa que, en esencia, trata de aproximar la elección directa de alcaldes a través de otorgar preponderancia a la lista más votada en las urnas.

Ayuntamientos que asentaron un gobierno municipal a base de coaliciones y acuerdos postelectorales para convenir mayorías al margen del orden ortogado por los electores. Un relación que admite todos los colores políticos posibles, mestiza por el origen y procedencia de las formaciones que ostentan el poder. El catálogo actual de excepciones al articulado de la reforma electoral que prepara el Gobierno recoge en la provincia ayuntamientos de naturaleza y procedencia diversa, también por su dimensión. Desde el segundo municipio en población del territorio a demarcaciones electorales con los censos más raquíticos de la provincia. Entre estos ejemplos se encuentra Ponferrada, en un caso de sobra conocido por la moción de censura de la que resultó el relevo en la alcaldía; donde el amplio resultado del PP, a las puertas de la mayoría absoluta, no fue suficiente contra el acuerdo de socialistas y una formación independiente. O el ejemplo de ACEBEDO, con una corporación municipal que alberga un acuerdo entre socialistas y populares frente al respaldo mayoritario que obtuvo la candidatura de la Unión del Pueblo Leonés e Independientes de la Montaña Leonesa. Los leonesistas lograron el 41% de los votos, once puntos más que la segunda en liza, la candidatura socialista, o dieciséis más que el Partido Popular. Con unos resultados análogos y con una normativa electoral como la que se pretende inducir con la reforma, sería imposible que la alcaldía de este Ayuntamiento estuviera en manos de los populares, que con dos concejales no superaron el 25% de los votos.

Menos representación, incluso, logró la lista electoral que encabezó el actual alcalde de Matallana de Torío, que con un 18% de los votos y dos concejales, encabeza un acuerdo de gobierno que alejó a la candidatura más votada, la socialista (con un 25% de los apoyos) fuera de la alcaldía. Se aprecia intríngulis de naturaleza similar el que otorgó la alcaldía de Fabero al Partido Popular, al que los socialistas doblaron en número de votos y concejales. El 44% de los sufragios fue insuficiente para evitar que tres formaciones con el 20%, el 15% y el 14% de los votos arrebataran la opción de gobierno al PSOE. Entre la relación de gobiernos municipales que contravienen la enmienda que se incuba a nueve meses de la próxima cita electoral se advierten ejemplos con una atomización del voto extraordinaria; ayuntamientos que se gestionan con diferencias de un puñado de votos entre los distintos grupos de la corporación municipal. Y unos porcentajes alejados al 40% que se señala como umbral de referencia para optar al poder.