Zarratón - La Rioja

Ha sido el cariño lo que me ha llevado a leer todo este "trasiego" de opinión con el animais el otoño del pueblo.
Como soy un pobre hombre que ni pincha ni corta, ni sabe ni entiende, supongo que tampoco voy a ofender a nadie diciendo lo que piensa...
Zarratón no es ni mejor ni peor que hace 50 años. Villaverde es igual que cualquiera, quiere lo mejor para el. No hay nadie que hubiera desaprovechado la oportunidad, empezando por el que más lo critica y terminando por su mejor amigo. Quizá un poco de cariño no vendría mal.
Cariño para dejar al vecino en paz, para no creernos en juez y parte de todo, cariño para mirar al otro con más humanidad, sin pretender opinar sobre como debe hacer, decir, vivir, vestir... porque nadie es superior a nadie, solo somos el resultado de lo que andamos, mamamos, vimos y leimos.
No hablais de la gente buena que aun queda en el pueblo, de los que trabajan, cuidan de los suyos, son amigos de sus amigos y callan por prudencia. ¿No habeis reparado en ellos?, ¿acaso pensais que no hay ninguno?.

tienes mucha razón, anónimo contertulio. Hay gente excelente, amigos de sus amigos, cuidadores de los suyos y de los que en un momento determinado lo puedan necesitar... pero lamentablemente siempre tienen un mayor protagonismo los malos. En todos los órdenes de la vida... lo que suscita la conversación es lo que es susceptible de ser mejorado...Por eso, digo yo, la televisión dedica todos los días más de quince horas a Belen Esteban y ni un segundo a García Marquez, por ejemplo...
Así pues, habrá que aprender a vivir disfrutando silenciosamente del amor de los nuestros y luchando con voz cada vez más alta contra todo lo que merece ser cambiado. Incluidos los que lo representan.
un saludo transparente, como la mirada de los buenos.
mijail

no quiero dar protagonismo al que hace daño. Prefiero quedarme con el que tiende la mano cuando hace falta. Claro que todo es susceptible de ser mejorado... pero yo, pobre de mí, creo que todo pasa por el tesón y el cariño. Tengo la impresión de que muchas veces no es el deseo de mejorar sino el simple regodeo en resaltar los defectos del vecino lo que suscita la conversación, sin pensar que el pobre ya tiene bastante con lo suyo.
En ocasiones escuchamos a quién habla en voz más baja ¿no te parece?. Pero lo dicho, ni pincho, ni corto, ni se, ni entiendo... a lo mejor por eso me cuesta poco hacerle un espacio en el corazón a quien deja de lado la crítica y sus intereses, aunque solo sea un momento, para hacerle la vida más fácil a otro. Las puertas de algunas casas se abren para dejar paso a lo mejor que lleva quien cruza el umbral.Como por arte de magia lo peor se queda a la entrada, enganchado a la aldaba, esperando a que una rafaga de solano se lo lleve a los infiernos.
En Zarratón, eso lo he visto en Zarratón, mientras a pocos metros, sin miramientos, alguien se empeñaba en decir como tenían que vivir y actuar los demás.

Cuando le decimos al otro en que creemos que se equivoca también podemos hacerlo con afecto. La critica hiere, no mejora, a veces causa un dolor y un daño irreparables... y así nos va en Zarratón y en Pernambuco.