Autol - La Rioja

Francisco Camps, 24 de diciembre de 2008, al teléfono con el Bigotes: “Amiguito del alma (…) te quiero un huevo”. 10 de mayo de 2009, en una conferencia: “Claro, yo me pago mis trajes”. El mismo Camps, 20 de mayo de 2009, en el interrogatorio ante el juez Flors, que le pregunta qué le debe su generoso amiguito: “Todos los valencianos me deben mucho porque he sacado adelante la Comunidad Valenciana. Los valencianos me gritan ‘presidente, presidente’ cuando me ven por la calle”. 8 de julio, después de que el juez ratificase en un auto que había pruebas de cohecho: “Quedan uno o dos escaloncitos y esta cuestión absurda será pasado”. 5 de octubre, tras las críticas de Fraga el escándalo Gúrtel: “El ambiente que se está respirando en el PP es excepcional, siempre lo ha sido, pero ahora más que nunca”. 13 de octubre, cuando explicaba a su partido por qué Ric Costa dimite y él no: “Todos tenéis que ser felices, porque todos somos iguales, los calvos y los que tenéis pelo”. 14 de octubre, a los periodistas que le preguntaban por el caído Ric: “Son ustedes muy amables y muy agradables”. El poeta Camps, 3 de noviembre, en el Comité Ejecutivo Nacional del PP: “Cuando yo estaba mal y sufría, pensaba en ti y me animaba. Mariano, tú eres mi escudo”. 12 de noviembre, al portavoz socialista en las Cortes valencianas: “A usted le gustaría que yo apareciese boca abajo en una cuneta”. El mismo Camps, hace una semana, cuando el Tribunal Supremo reabrió su caso: “No me preocupa nada, como Juan sin miedo, porque nada temo. (…) El proceso es de risa”.

Francisco Camps, hace unas horas, después de conocerse que el Supremo da por probado que recibió regalos y trajes de la Gürtel: “Hoy estoy más feliz que ayer, más feliz”. Y, vistos los precedentes, yo le creo. Más feliz que ayer, pero menos que mañana.