Virgen de la Cabeza - Jaen

– Sancho, he de decirte que la devoción a la Virgen de la Cabeza es muy
antigua como bien sabes y has dicho antes. Somos muchos los hijos de esta tierra que nos encomendamos a ella cuando rezamos y nos sentimos deudores de su bondad cada vez que imploramos su protección. Esa devoción está muy extendida por otras tierras, donde hay imágenes de la Virgen de la Cabeza y se hacen romerías, como puede ser en la ciudad de Ronda, romería a la que por cierto he asistido en una ocasión y que se celebra en los primeros días de Junio en un prado que hay al oeste de la ciudad desde donde se ve el Tajo y se disfruta de una vista maravillosa de Ronda, la ciudad y el barrio. Por ello, porque me lo enseñaron mis padres vengo de vez en cuando a rezarle a esta imagen y le
pido siempre que proteja a mis hijos y me permita volver aquí otra vez, cuando me sea posible. Hoy es un día más en el que se cumple este deseo y me siento feliz de estar aquí contigo y de que me acompañes con la devoción que veo que también sientes. Sólo he de decirte que ahora cuando entremos al camarín de la Virgen rezaré porque haya paz en nuestra tierra, y porque esa paz con la ayuda de la Virgen de la Cabeza se extienda a toda la tierra.
Acabando de decir esto se dirigió don Picoco a la entrada del santuario,
seguido de Sancho que quizás también rezaba en silencio. Subieron al camarín y estuvieron allí unos minutos para después entrar en un pequeño patio adornado con multitud de macetas de aspidistras y geranios, donde está la roca en la que según la tradición, la noche del once de agosto de 1227 se le apareció o encontró una imagen de la Virgen un tal Juan de Rivas, pastor originario de Colomera, un pueblecito de la provincia de Granada. Para más detalles dicho pastor era impedido de un brazo, como el señor Cervantes, y la Virgen le curó
el brazo, milagro con el que los vecinos de Andújar creyeron en la aparición.


El texto anterior está tomado del libro 'Don Picoco de los Cerros' cuyo autor es Francisco Casas Delgado.
Este libro ha sido publicado por Ediciones Alfar de Sevilla