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Vilches - Jaen

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España > Jaen > Vilches
12-06-09 09:11 #2475279
Por:por mi cuenta

¡NUEVO RELATO! si lo conoces.... ya sabes
Diciembre 1991- Mayo 1992

Escucha, Paula, voy a contarte una historia, para que cuando despuertes no estés perdida.
La leyenda familiar comienza a principios del siglo pasado, cuando un fornido marinero vasco desembarcó en las costas de Chile, con la cabeza perdida en proyectos de grandeza y protegido por el relicario de su madre colgado al cuello, pero para qué ir tan atrás, basta decir que su descendencia fue una estirpe de mujeres impetuosas y hombres de brazos firmes para el trabajo y corazón sentimental. Algunos de carácter irascible murieron escuchando echando espumarajos por la boca, pero tal vez la causa no fue rabia, como señalaron las malas lenguas, sino alguna peste local. Compraron tierras fértiles en las cercanías de la capital que con el tiempo aumentaron de valor, se refinaron, levantaron mansiones señoriales con parques y arboledas, casaron a sus hijas con criollos ricos, educaron a los hijos en severos colegios religiosas, y así con el correr de los años se integraron a un orgullosa aristocracia de terratenientes que prevaleció por más de un siglo, hasta que el vendaval del modernismo la reemplazó en el poder por tecnócratas y comerciantes. Uno de ellos era mi abuelo. Nació en buena cuna, pero su padre murió temprano de un inexplicable escopetazo; nunca se divulgaron los detalles de lo ocurrido esa noche fatídica, quizás fue un duelo, una venganza o un accidente de amor, en todo caso, su familia quedó sin recursos y, por ser el mayor, debió abandonar la escuela y buscar empleo para mantener a su madre y educar a sus hermanos menores...

Espero que os guste y que podamos disfrutar tanto como con el relato anterior.
Un saludo, por mi cuenta
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12-06-09 09:21 #2475328 -> 2475279
Por:pumuki01

RE: ¡NUEVO RELATO! si lo conoces.... ya sabes
Mucho depues cuando se habia combertido en señor de fortuna ante quien esgrimir el Tata para disuadir a su hija porque carecia de pruebas y el no era capaz de manchar sin fundamento la reputacion ajena en esos tiempos Chile era una torta de milhojas -y en cierta forma todabia lo es



muy bonito (por mi cuenta ) despues seguire...
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12-06-09 10:46 #2475847 -> 2475328
Por:Aurora boreal

RE: ¡NUEVO RELATO! si lo conoces.... ya sabes
"Pumuki", o te has perdido o me he perdido yo. Yo sigo por donde lo dejó "Por mi cuenta".

Mucho después, cuando se había convertido en hombre de fortuna ante quien los demás se quitaban el sombrero, me confesó que la peor pobreza es la de cuello y corbata, porque hay que disimularla. Se presentaba impecable con la ropa del padre ajustada a su tamaño, los cuellos tiesos y los trajes bien planchados para disimular el desgaste de la tela.

Un saludito.
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12-06-09 10:51 #2475892 -> 2475847
Por:pumuki01

RE: ¡NUEVO RELATO! si lo conoces.... ya sabes
perdona tenia dos hojas juntas ...me he perdido yo...
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12-06-09 21:06 #2480948 -> 2475892
Por:

Borrado por Foro-ciudad.com
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13-06-09 08:56 #2483163 -> 2480948
Por:pumuki01

RE: ¡NUEVO RELATO! si lo conoces.... ya sabes
Esa epoca de penurias le templo el caracter ,creia que la existencia es solo esfuerzo y trabajo ,y que un hombre honorable no puede ir por este mundo sin ayudar al projimo .Ya entonces tenia la expresion concentrada y la intregridad que lo caracterizaron ,estaba hacho del mismo material petreo de sus antepasados ,y como muchos de ellos tenia los pies plantados en suelo firme ,pero una parte de su alma escapaba hacia el abismo de los sueños. Por eso se enamoro de mi abuela ,la menor de una familia de doce hermanos ,todos locos excentricos y deliciosos como Teresa ,a quien al finar de su vida empezaron a brotarle alas de santa y cuando murio se secaron en una noche todos los rosales del Parque Japones o Ambrosio ,gran rajadiablos y fornicador ,que en su momentos de generosidad se desnudaba en la calle para regalar su ropa a los pobres . Me crie oyendo comentarios sobre el talento de mi abuela para predecir el futuro ,leer la mente ajena ,dialogar con los animales y mover objetos con la mirada . Cuentan que una vez desplazo una mesa de billar por el salon ,pero en vedad lo unico que vi moverse en su presencia fue un azucararo insignificante ,que a la hora del te solia deslizarse erratico sobre la mesa ....
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13-06-09 15:12 #2485022 -> 2483163
Por:luna 68

RE: ¡NUEVO RELATO! si lo conoces.... ya sabes


Esasfacultades despertaban cierto recelo y a pesar del encanto de la muchacha los posibles
pretendientes se acobardaban en su presencia; pero para mi abuelo la telepatía y la
telequinesia eran diversiones inocentes y de ninguna manera obstáculos serios para el
matrimonio, sólo le preocupaba la diferencia de edad, ella era mucho menor y cuando la
conoció todavía jugaba con muñecas y andaba abrazada a una almohadita roñosa. De
tanto verla como a una niña, no se dio cuenta de su pasión hasta que ella apareció un día
con vestido largo y el cabello recogido y entonces la revelación de un amor gestado por
años lo sumió en tal crisis de timidez que dejó de visitarla. Ella adivinó su estado de ánimo
antes que él mismo pudiera desenredar la madeja de sus propios sentimientos y le mandó
una carta, la primera de muchas que le escribiría en los momentos decisivos de sus vidas.
No se trataba de una esquela perfumada tanteando terreno, sino de una breve nota a
lápiz en papel de cuaderno preguntándole sin preámbulos si quería ser su marido y, en
caso afirmativo, cuándo. Meses más tarde se llevó a cabo el matrimonio. La novia se
presentó ante el altar como una visión de otras épocas, ataviada en encajes color marfil y
con un desorden de azahares de cera enredados en el moño; al verla él decidió que la
amaría porfiadamente hasta el fin de sus días.
Para mí esta pareja fueron siempre el Tata y la Memé.

Buena elección por mi cuenta. Buen fin de semana para todos.
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15-06-09 08:33 #2494169 -> 2485022
Por:pumuki01

RE: ¡NUEVO RELATO! si lo conoces.... ya sabes
De sus hijos solo mi madre interesa en esta historia ,porque si empiezo a contar del resto de la tribu no terminamos nunca y ademas los que aun viven estan muy lejos ,a si es el exilio ,lanza a la gente a los cuatro vientos y despues es muy dificil reunir a los dispersos ,Mi madre nacio entre dos guerras mundiales un dia de primavera de los años veinte ,una niña sensible ,incapaz de acompañar a su hermanos en las correrias por el atico de la casa cazando ratones para guardarlos en un frasco de formol .Crecio protegida entre las paredes de su hogar y del colegio ,entretenida en lecturas romanticas y obras de caridad ,con fama de ser la mas bella que se habia visto en esta familia de mujeres enigmaticas .Desde la pubertad tuvo varios enamorados rondandola como moscardones ,que su padre mantenia a la distancia y su madre analizaba con sus naipes del Tarot, hasta que los coqueteos inocentes terminaron con la llegada a su destino de un hombre talentoso y equivoco ,quien desplazo sin esfuerzo a los demas rivales y le colmo el alma de inquietudes . Fue tu abuelo Tomas ,que desaparecio en la bruma ,y lo menciono solo porque lleva algo de tu sangre ,Paula ,por ninguna otra razon .Este hombre de mente rapida y lengua despiadada ,resultaba demasiado inteligente y desprejuiciado para esa sociedad provinciana ,un ave rara para el Santiago de entonces . Se le atribuia un pasado oscuro ,circulaban rumores de que pertenecia a la masoneria ,por lo tanto era enemigo de la iglesia ,y que mantenia oculto un hijo bastardo ,pero nada de eso podia esgrimir el Tata para disuadir a su hija porque carecia de pruebas y el no era persona capaz de manchar sin fundamento la reputacion ajena ...
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15-06-09 13:24 #2495937 -> 2485022
Por:por mi cuenta

RE: ¡NUEVO RELATO! si lo conoces.... ya sabes
En esos tiempos Chile era una torta de milhojas, y en cierta formatodavía lo es, había más castas que en la India y existía un epíteto peyorativo para colocar a cada cual en su sitio: roto, pije, arrbisita, silúrico y muchos más hasta alcanzar la plataforma cómoda de la gente como uno. El nacimiento determinaba a las personas; era fácil descender en la jerarquía social, pero para subir no bastaban dinero, fama o talento, se requería el esfuerzo sostenido de varias generaciones.

En favor de Tomás pesaba su linaje honorable, a pesar de que a los ojos del Tata existían antecedentes políticos sospechosos. Ya entonces sonaba el nombre de un tal Salvador Allende, fundador del Partido Socialista, que predicaba contra la propiedad privada, la moral conservadora y la autoridad de los patrones. Tomás era primero de ese joven diputado.

Mira, Paula, tengo aquí el retrato del Tata. Este hombre de facciones severas, pupila clara, lentes sin montura y boina negra, es tu bisabuelo. En la fotografía aparece sentado empuñando su bastón, y junto a él, apoyada en su rodilla derecha, hay una niña de tres años vestida de fiesta, graciosa como una bailarina en miniatrua, mirando la cámara con ojos lánguidos. Ésa eres tú, detrás estamos mi madre y yo, la silla me oculta la barriga, estaba embarazada de tu hermano Nicolás. Se ve al viejo de frente y se aprecia su gesto altivo, esa dignidad sin aspavienteos de quien se ha formado solo, ha recorrido su camino derechamente y ya no espera más de la vida. Lo recuerdo simpre anciano, aunque casi sin arrugas, salvo dos surcos profundos en las comisuras de la boca, con una blanca melena de león y una rids brusca de dientes amarillos. Al final de sus años le costaba moverse, pero se ponía trabajosamente de pie para saludar y despedir a las mujeres y apoyado en su bastón acompañaba a los visitas hasta la puerta dle jardín. me gustaban sus manos, ramas retorcidas de roble, fuertes y nudosas, su infaltable pañuelo de seda al cuello y su olor a jabón inglés de lavanda y desinfectante. Trató con humor desprendido de inculcar a sus descendientes su filosofía estoica; la incomodidad le parecía sana y la calefacción nociva, exigía comida simple, nada de salsas ni revoltijos, y le parecía vulgar divertirse. Por las mañanas soportaba una ducha fría, costumbre que nadie en la familia imitó y que hacia el final de su existencia, cuando parecía un anciano escarabajo, cumplía impávido sentado en una silla bajo el chorro helado. Hablaba en refranes contundentes y a cualquier interrogatorio contestaba con otras preguntas, de modo que no sé mucho de su ideología, pero conocí a fondo su carácter. Fíjate en mi madre, que en este retrato tiene algo más de cuarenta años y se encuentra en el apogeo de su esplendor, vestida a la moda con falda corta y el pelo como un nido de abejas. Está riéndose y sus grandes ojos verdes se ven como dos rayas enmarcadas por el arco en punta de las cejas negras. Ésa era la época más feliz de su vida, cuando había terminado de criar a sus hijos, estaba enamorada y todavía su mundo parecía seguro.

Me gustaría mostrarte una fotografía de mi padre, pero las quemaron todas hace más de cuarente años.

Un saludo, por mi cuenta.
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15-06-09 17:33 #2498029 -> 2485022
Por:luna 68

RE: ¡NUEVO RELATO! si lo conoces.... ya sabes
¿Dónde andas, Paula? ¿Cómo serás cuando despiertes? ¿Serás la misma mujer o
deberemos aprender a conocernos como dos extrañas?
¿Tendrás memoria o tendré que contarte pacientemente los veintiocho años de tu vida y
los cuarenta y nueve de la mía?
Dios guarde a su niña, me susurra con dificultad don Manuel, el enfermo que ocupa la
cama a tu lado. Es un viejo campesino, operado varias veces del estómago, que lucha
todavía contra el estropicio y la muerte. Dios guarde a su niña, me dijo también ayer una
mujer joven con un bebé en los brazos, que se había enterado de tu caso y acudió al
hospital a ofrecerme esperanza.
Sufrió un ataque de porfiria hace dos años y estuvo en coma más de un mes, tardó un
año en volver a la normalidad y debe cuidarse por el resto de sus días, pero ya trabaja, se
casó y tuvo un niño. Me aseguró que el estado de coma es como dormir sin sueños, un
misterioso paréntesis. No llore más, señora, dijo, su hija no siente nada, saldrá de aquí
caminando y después no se acordará de lo que le ha pasado.
Cada mañana recorro los pasillos del sexto piso a la caza del especialista para indagar nuevos detalles.

Ese hombre tiene tu vida en sus manos y no confío en él, pasa como una
corriente de aire, distraído y apurado, dándome engorrosas explicaciones sobre enzimas y
copias de artículos sobre tu enfermedad, que trato de leer, pero no entiendo. Parece más
interesado en hilvanar las estadísticas de su computadora y las fórmulas de su laboratorio,
que en tu cuerpo crucificado sobre esta cama. Así es esta condición, unos se recuperan de
la crisis en poco tiempo y otros pasan semanas en terapia intensiva, antes los pacientes
simplemente se morían, pero ahora podemos mantenerlos vivos hasta que el metabolismo
funciona de nuevo, me dice sin mirarme a los ojos. Bien, si es así sólo cabe esperar. Si tú
resistes, Paula, yo también.
Cuando despiertes tendremos meses, tal vez años para pegar los trozos rotos de tu
pasado o mejor aún podemos inventar tus recuerdos a medida según tus fantasías; por
ahora te contaré de mí y de otros miembros de esta familia a la cual las dos
pertenecemos, pero no me pidas exactitudes porque se me deslizarán errores, mucho se
me olvida o se me tuerce, no retengo lugares fechas ni nombres, en cambio jamás se me
escapa una buena historia. Sentada a tu lado observando en una pantalla las líneas
luminosas que señalan los latidos de tu corazón, trato de comunicarme contigo con los
métodos mágicos de mi abuela. Si ella estuviera aquí podría llevarte mis mensajes y
ayudarme a sujetarte en este mundo. Has emprendido un extraño viaje por los médanos
de la inconsciencia. ¿Para qué tanta palabra si no puedes oírme?
¿Para qué estas páginas que tal vez nunca leas? Mi vida se hace al contarla y mi memoria
se fija con la escritura; lo que no pongo en palabras sobre papel, lo borra el tiempo.
Hoy es 8 de enero de 1992. En un día como hoy, hace once años comencé en Caracas
una carta para despedirme de mi abuelo, que agonizaba con un siglo de lucha a la
espalda. Sus firmes huesos seguían resistiendo, aunque hacía mucho él se preparaba para
seguir a la Memé, quien le hacía señas desde el umbral. Yo no podía regresar a Chile y no
era el caso molestarlo con el teléfono que tanto lo fastidiaba, para decirle que se fuera
tranquilo porque nada se perdería del tesoro de anécdotas que me contó a lo largo de
nuestra amistad, yo nada había olvidado. Poco después el viejo murió, pero el cuento me
había atrapado y no pude detenerme, otras voces hablaban a través de mí, escribía en
trance, con la sensación de ir desenredando un ovillo de lana, y con la misma urgencia
con que escribo ahora. Al final del año se habían juntado quinientas páginas en una bolsa
de lona y comprendí que eso ya no era una carta, entonces anuncié tímidamente a la
familia que había escrito un libro. ¿Cómo se titula? Preguntó mi madre. Hicimos una lista
de nombres, pero no logramos ponernos de acuerdo en ninguno y por fin tú, Paula,
lanzaste una moneda al aire para decidirlo.
Puntos:
16-06-09 10:08 #2503339 -> 2485022
Por:por mi cuenta

RE: ¡NUEVO RELATO! si lo conoces.... ya sabes
Así nació y se bautizó mi primera novela, la casa de los espíritus, y yo me inicié en el vicio irrecuperable de contar historias. Ese libro me salvó la vida. La escritura es una larga introspección, es un viaje hacia las cavernas más osucras de la conciencia, una lenta meditación. Escribo a tientas en el silencio y por el camino descubro partículas de verdad, pequeños cristales que caben en la palma de una mano y justifican mi paso por este mundo. También un 8 de enero comencé mi segunda novela y después ya no me atrevía a cambiar aquella fecha afortunada, en parte por superstición, pero también por disciplina; he comenzado todos mis libros un 8 de enero.
Hace varios meses terminé El plan infinito, mi novela más reciente, y desde entonces me preparo para este día. Tenía todo listo: tema, título, primera frase, sin embargo no escribiré esa historia todavía, porque desde que enfermaste sólo me alcanzan las fuerzas para acompañarte, Paula. Llevas un mes dormida, no sé cómo alcanzarte, te llamo y te llamo, pero tu nombre se pierde en los vericuetos de este hospital. Tengo el alma sofocada de arena, la tristeza es un desierto estérial. No sé rezar, no logro hilar dos pensamientos, menos podría sumergirme en la creación de otro libro. Me vuelco en estas páginas en un intento irracional de vencer mi terror, se me ocurre que si doy forma a esta devastación podré ayudarte y ayudarme, el meticuloso ejercicio de la escritura puede ser nuestra salvación. Hace once años escribí una carta a mi abuelo para despedirlo en la muerte, este 8 de enero de 1992 te escribo, Paula, para traerte de vuelta a la vida...

Tristeza. Mucha tristeza..... pero MÁS AMOR. ¡Qué relato tan bonito! ¡Cuánto sentimiento a flor de piel!

Buenos dias, foreros.

Un saludo, por mi cuenta
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16-06-09 15:47 #2506052 -> 2485022
Por:Guiomar_

RE: ¡NUEVO RELATO! si lo conoces.... ya sabes
Me gusta esta escritora, desde que leí "La Casa De Los Espíritus"
me encantó,la he seguido en casi todos sus relatos, pero este no lo he leido y ahora tengo la oportunidad de hacerlo aquí, sé que me gustará, yo me está gustando, mucho.

POR MI CUENTA UN SALUDO Y A TOD@S
Puntos:
17-06-09 08:37 #2511578 -> 2485022
Por:pumuki01

RE: ¡NUEVO RELATO! si lo conoces.... ya sabes
Era mi madre una esplendida joven de 18 años cuando el Tata se llevo la familia a Europa en un viaje de esfuerzo que entonces se hacia una vez en la vida ,Chile queda a los pies del mundo .Tenia intencion de dejar a su hija en un colegio en Iglaterra para que adquiriera cultura y de paso olvidara sus amores con Tomas ,pero Hitler le debarato los planes y la Segunda Guerra Mundial estallo con estrepito de cataclismo ,solprendiendonos en la costa Azul .Con increibles deficultades ,avanzando contra la corriente por caminos atochados de gente que escapaba a pie, a caballo o en cualquier vehiculo disponible ,lograron llegar a Amberes y subir al ultimo barco chileno que zarpo del muelle .Las cubiertas y los botes salvavidas habian sido tomados por docenas de familias judias que huian dejando pertenencias -y en algunos casos fortunas -en manos de consules inescrupulosos que le vendieron visas a precio de oro .A falta de camarotes viajaban como ganado ,durmiendo a la interperie y pasando hambre porque el alimento estaba racionado .Durante esa penosa travesia la Meme consolaba a las mujeres que lloraba por sus hogares perdidos y por la incertiduble del futuro ,mientras el Tata negociaba comida en la cocina y frazadas con los marineros para repartir entre los refugiados .Uno de ellos peletero de oficio ,en agradecimiento le regalo a la Meme un sustuoso abrigo de astracan gris .Navegaron durante semanas por aguas infestadas de submarinos enemigos, con las luces apagadas por la noche y rezando de dia ,hasta que dejaron atras el Atlantico y llegaron sanos y salvos a Chile ..
Puntos:
17-06-09 09:09 #2511732 -> 2485022
Por:por mi cuenta

RE: ¡NUEVO RELATO! si lo conoces.... ya sabes
Al atracar en el puerto de Valparaíso lo primero que vislumbraron fue la figura inconfundible de Tomás en traje de lino blanco y sombrero de Panamá, entonces el Tata comprendió la futilidad de oponerse a los misteriosos mandatos del destino y, de muy mal talante, dio su consentimiento para la boda.
La ceremonia se llevó a cabo en su casa, con participación del Nuncio Apostólico y algunos personajes del mundo oficial. la novia lucía un sobrio vestido de raso y una actitud desafiante; no sé cómo se presentó el novio, porque la fotografía está cortada, de él sólo nos queda un brazo. Al conducir a su hija al salón, donde habían levantado un altar adornado con cascadas de rosas, el Tata se detuvo al pie de la escalera.
Todavía es tiempo de arrepentirse. No se case, hija, por favor piénselo mejor. Hágame una señal y yo me encargo de deshacer esta pelotera de gente y mandar el banquete al hospicio..., Ellas replicó con una mirada glacial.
Tal como había sido advertida mi abuela en una sesión de espiritismo, el matrimonio de mis padres fue un desastre desde sus albores. Mi madre se embarcó de nuevo, esta vez rumbo a Perú, donde Tomás había sido nombrado secretario de la Embajada de Chile. Llevaba una colección de pesados baúles con su ajuar de desposada y un cargamento de regalos, tantos objetos de porcelana, cristal y plata, que medio siglo más tarde aún tropezamos con ellos en rincones inesperados. Cincuenta años de destinaciones diplomáticas en diversas latitudes, divorcios y largos exilios no lograron liberar a la familia de ese lastre; muche me temo, Paula, que heredarás, entre otros objetos espeluznantes, una lámpara de ninfas caóticas y querubines rechonchos que mi madre aún preserva.
Tu casa es de una sencillez monacal y en tu escuálido ropero sólo cualgan cuatro blusas y dos pantalones, me pregunto qué haces con lo que te voy dando, eres como la Memé, que apenas descendió del barco y pisó tierra firme, se desprendió del abrigo de astracán para cubrir a una pordiosera. Mi madre pasó los dos primeros días de su luna de miel tan mareada por los brincos del océano Pacífico que no pudi dejar el camarote, y apenas se sintió algo mejor y salió a respirar a pleno pulmón, su marido cayó postrado con dolor de muelas. Mientras ella paseaba por las cubiertas, indiferente a las miradas codiciosas de oficiales y marineros, él gimoteaba en su litera. La puesta de sol pintaba de naranja el horizonte inmenso y por las noches las estrellas escandalosas invitaban al amor, pero el sufrimiento fue más poderoso que el romance. Había de pasar tres días interminables antes que el paciente permitiera al médico de a bordo intervenir con un alicate para aliviarlo del suplicio, sólo entonces cedió la hinchazón y los esposos pudieron inciar la vida de casados. la noche siguiente se presentaron juntos en el comedor invitados a la mesa del capitán. Después de un formal brindis por los recién casados apareció la entrada, langostinos servidos en copas talladas en hielo. En un gesto de coqueta intimidad mi madre estiró su tenedor y sacó un marisco del plato de su marido, con tan mala suerte que un minúsculo punto de salsa americana cayó en su corbata. Tomás cogió un cuchillo para raspar el agravio, pero la mancha se extendió. Y entonces, ante el asombro de los comensales y la mortificación de su mujer, el diplomático metió los detos en el plato, cogió los crustáceos, se los restregó sobre el pecho, encharcando la camisa, el traje y el resto de la corbata, enseguida se pasó las manos por el cabello engominado, se puso de pie, saludó con una breve inclinación y partió a su camarote, donde permaneció durante el resto de la navegación sumido en taimado silencio. A pesar de esos percances, yo fui engrendrada en alta mar.

Un saludo, por mi cuenta.
Puntos:
17-06-09 09:51 #2511958 -> 2485022
Por:luna 68

RE: ¡NUEVO RELATO! si lo conoces.... ya sabes
Mi madre no había sido preparada para la maternidad, en aquel tiempo esos asuntos se trataban en susurros frente a las muchachas solteras, y la Memé no tuvo la ocurrencia de advertirla sobre los indecentes afanes de las abejas y las flores, porque su alma flotaba en otros niveles, más interesada en la translucida naturaleza de los aparecidos que en las groseras realidades de este mundo,sin embargo apenas presintió su embarazo supo que sería una niña, la llamó Isabel y estableció con ella un diálogo permanente que no ha cesado hasta hoy. Aferrada a la criatura que crecía en su vientre, trató de compensar su soledad de mujer mal casada; me conversaba en alta voz asustando a quienes la veían actuar como a una alucinada, y supongo que yo la escuchaba y le respondía, pero no me acuerdo de ese período intrauterino.
Puntos:
17-06-09 13:21 #2513739 -> 2485022
Por:No Registrado
RE: ¡NUEVO RELATO! si lo conoces.... ya sabes
Parece que el libro va a estar bonito. Pero ya que estáis copiando del libro, ¿os importaría no poner faltas de ortografía? En otros temas vale que cada uno escriba como quiera o pueda, pero en éste queda fatal. Y poner las tildes, que no sé si es Meme o Memé.
Gracias.

Luna68, no lo digo por ti, es que era el último mensaje escrito.
Puntos:
18-06-09 08:55 #2520937 -> 2485022
Por:por mi cuenta

RE: ¡NUEVO RELATO! si lo conoces.... ya sabes
Lo intentaremos, no registrado. Procuraremos no cometer faltas.

Puntos:
18-06-09 09:06 #2520978 -> 2485022
Por:por mi cuenta

RE: ¡NUEVO RELATO! si lo conoces.... ya sabes
Mi padre tenía gustos espléndidos. La ostentación siempre fue vicio mal mirado en Chile, donde la sobriedad es signo de refinamiento, en cambio en Lima, ciudad de virreyes, el boato es de buen tono. Se instaló en una casa desproporcionada a su posición de segundo secretario de la Embajada, se rodeó de indios de servicio, encargó a Detroit un automóvil lujoso y despilfarró en fiestas, casinos y paseos en yate, sin que nadie se explicara cómo financiaba tales extravagancias. En breve tiempo consiguió relacionarse con lo más granado del mundillo político y social, descubrió las flaquezas de cada uno y mediante sus contactos llegó a enterarse de ciertas confidencias indiscretas y hasta de algunos secretos de Estado. Se convirtió en el invitado infaltable de las parrandas de Lima; en plena guerra obtenía el mejor whisky, la cocaína más pura y las cortesanas más complacientes, todas las puertas se le abrían. Mientras él trepaba los peldaños de su carrera, su mujer se sentía prisionera en una situación sin salida, unida a los veinte años a un hombre escurridizo de quien dependía por completo. Languidecía en el calor húmedo del verano escribiendo páginas interminables a su madre, que se cruzaban en el mar y se perdían en las bolsas del correo como una conversación de sordos. Esas cartas melancólicas apiladas sobre su escritorio convencieron a la Memé del desencanto de su hija, suspendió sus sesiones de espiritismo con sus tres amigas esotéricas de la hermandad Blanca, puso las barajas de adivinación en un maletín y partió a Lima en un frágil bimotor, de los pocos que llevaban pasajeros, porque en ese período de guerra los aviones se reservaban para propósitos militares. Llegó justo a tiempo para mi nacimiento. Como había traído sus hijos al mundo en la casa, ayudada por su marido y una comadrona, se desconcertó con los modernos métodos de la clínica.
Atontaron a la parturienta de un solo pinchazo sin darle oportunidad de participar en los acontecimientos y apenas nació el bebé lo trasladaron a una guardería aséptica. Mucha después, cuando se disiparon las brumas de la anestesia, informaron a la madre que había dado a luz una niña, pero que de acuerdo con el reglamento sólo podría tenerla consigo a las horas de amamantarla.
¡Es un fenómeno y por eso no me dejan verla!

Un saludo, por mi cuenta.
Puntos:
19-06-09 08:41 #2529671 -> 2485022
Por:por mi cuenta

RE: ¡NUEVO RELATO! si lo conoces.... ya sabes
Es una chiquilla preciosa, replicó mi abuela, procurando dar a su voz un tono convicente, aunque en realidad no había tenido ocasión de verme bien todavía. A través de un vidrio le habían asomado un bulto envuelto en una mantilla, que a sus ojos no tenía aspecto completamente humano.
Mientras yo chillaba de habre en otro piso, mi madre forcejeaba furiosa, dispuesta a recuperar a su hija por la violencia, en caso necesario. Acudió un doctor, diagnosticó una crisis histérica, le colocó otra inyección y la dejó dormida por doce horas más. Para entonces mi abuela estaba convencida que se encontraban en la antesala del infierno y apenas su hija se espabiló un poco, la ayudó a lavarse la cara con agua fría y ponerse la ropa.
Hay que escapar de aquí. Vístete y saldremos del brazo como dos señoras que han venido de visita.
¡Pero no podemos irnos sin la niña, mamá por Dios!.
Ciertos, replicó mi abuela, quien probablemente no había pensado en ese detalle.
Entraron con actitud decidida a la sala donde estaban secuestrados los recién nacidos, cogieron un bebé y se lo llevaron apresuradamente sin levantar sospechas. Pudieron identificar el sexo porque la criatura llevaba una cinta rosada en la muñeca, pero no dispusieron de tiempo para averiguar si acaso se trataba de la suya y por lo demás el asunto no era de vital importancia, todos los niños son más o menos iguales a esa edad. Es posible que en la prisa me confundieran y en alguna parte haya una mujer con dotes de clarividencia y ojos color de espinaca ocupando mi lugar.
A salvo en la casa me desnudaron para ver si estaba completa y descubrieron un sol en la base de la espalda. Esta mancha es buen signo, aseguró la Memé, no debemos preocuparnos por ella, crecerá sana y afortunada. Nací en agosto, signo Leo, sexo femenino y si no me cambiaron en la clínica tengo sangre castellano-vasca, un cuarto de francesa y una cierta dosis de araucana o mapuche, como todos los de mi tierra. A pesar de haber venido al mundo en Lima, soy chilena; vengo de "un largo pétalo de mar y vino y nieve" como definió Pablo Neruda a mi país, y de allí vienes tú también, Paula aunque tienes el sello indeleble del Caribe, donde creciste.
Te cuesta un poco entender nuestra mentalidad del sur. En Chile estamos determinados por la presencia eterna de las montañas, que nos separan del resto del continente, y por la sensación de precariedad, inevitable en una región de catástrofes geológicas y políticas. Todo tiembla bajo nuestros pies, no conocemos seguridades, si nos preguntan cómo estamos, la respuesta es "sin novedad" o "más o menos"; nos movemos de una incertidumbre a otra, caminamos cautelosos en una región de claroscuros, nada es preciso, no nos gustan los enfrentamientos, preferimos negociar.
Cuando las circunstancias nos empujan a los extremos despiertan nuestros peores instintos y la historia da un vuelco trágico, porque los mismo hombres que en la vida cotidiana parecen mansos, al contar con impunidad y un buen pretexto suelen convertirse en fieras sanguinarias. Pero en tiempos normales los chilenos son sobrios, circunspectos, formales y sienten pánico de llamar la atención, que para ellos es sinónimo de hacer el ridículo. Por lo mismo yo he sido un bochorno para la familia.

Un saludo, por mi cuenta.
Puntos:
19-06-09 11:35 #2530788 -> 2485022
Por:luna 68

RE: ¡NUEVO RELATO! si lo conoces.... ya sabes
¿Y dónde estaba Tomás mientras su mujer daba a luz y su suegra llevaba a cabo el discreto rapto de su primogénita? No lo sé, mi padre es una gran ausencia en mi vida, se fué tan temprano y de una manera tan rotunda, que no guardo recuerdos suyos. Mi madre convivió con él por cuatro años con dos largas separaciones entre medio, y se dió tiempo para dar a luz tres hijos. Era tan fértil que bastaba sacudir un calzoncillo en un radio de medio kilómetro para que ella quedara embarazada, condición que heredé, pero tuve la fortuna de llegar a tiempo a la época de la píldora. En cada parto desaparecía su marido, tal como hacía frente a cualquier problema significativo, y regresaba alegre con un regalo extravagante para su mujer una vez que la emergencia había sido superada.

Suludos y animaros con el relato.
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19-06-09 16:15 #2533007 -> 2485022
Por:marea negra

RE: ¡NUEVO RELATO! si lo conoces.... ya sabes
Ella veía proliferar cuadros en las paredes y porcelanas chinas en las repisas sin comprender el origen de tanto dispendio; era imposible explicar esos lujos con un sueldo que a otros funcionarios apenas alcanzaba, pero cuando intentaba averiguarlo, él le contestaba con evasivas, tal como ocurría al indagar ella sobre sus ausencias nocturnas, sus viajes misteriosos y sus turbias amistades. Ya tenía dos niños y estaba a punto de dar a luz el tercero, cuando el castillo de naipes de su inocencia se desmoronó. Una mañana Lima amaneció agitada por un rumor de escándalo que sin ser publicado en los periódicos, se deslizó en todos los salones. Se trataba de un viejo millonario que solía prestar su apartamento a los amigotes para citas clandestinas de amor. En el dormitorio, entre muebles antiguos y tapices persas colgaba un falso espejo de marco barroco, que en realidad era una ventana. Al otro lado se instalaba el dueño de casa con grupos selectos de sus invitados, bien provistos de licor y drogas, dispuestos a deleitarse con los juegos de la pareja de turno, que por lo general nada sospechaba. Esa noche se encontraba entre los mirones un político altamente colocado en el Gobierno.

LLego tarde....pero al final llego.
Un relato muy triste, pero muy bello. SALUDOS
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20-06-09 16:15 #2539637 -> 2485022
Por:luna 68

RE: ¡NUEVO RELATO! si lo conoces.... ya sabes
Al abrir la cortina para espiar a los incautos amantes, la primera sorpresa fue que se trataba de dos varones, y la segunda que uno de ellos, ataviado con corsé y portaligas de encaje, era el hijo mayor del político, un joven abogado a quien se le auguraba una carrera brillante. La humillación hizo perder el control al padre, a patadas rompió el espejo, se lanzó encima del hijo para arrancarle los colgajos de mujer y si no lo atajan taql vez lo asesina. Pocas horas después los corrillos limeños comentaban los pormenores de lo ocurrido, agregando detalles cada vez más escabrosos. Se sospechaba que el incidente no fue casual, que alguien planeó la escena por puro afán de maldad. Asustado Tomás desapareció sin dar explicaciones. Mi madre no se enteró del escándalo hasta varios días después; vivía aislada por las molestias de sus continuos embarazos y tambien para evitar alos acreedores que reclamaban cuentas impagas. Cansados de esperar sus sueldos, los criados de la casa habían desertado, sólo quedaba Margara, una empleada chilena de rostro hermético y corazón de piedra que servía a la familia desde tiempos inmemoriales. En esas condiciones comenzaron los síntomas del parto, apretó los dientes y se dispuso a dar a luz del modo más primitivo.

Buen fin de semana y SALUDOS PARA TODOS.
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21-06-09 12:51 #2543561 -> 2485022
Por:me solvidaba

RE: ¡NUEVO RELATO! si lo conoces.... ya sabes
Yo tenía cerca de tre años, y mi hermano Pancho apenas caminaba. Esa noche, encogidos en un pasillo, oímos los gemidos de mi madre y presenciamos el trasiego de Margara con teteras de agua caliente y toallas. Juan vino al mundo a media noche, pequeño y arrugado, un desmigajado ratón sin pelo que apenas respiraba.

Pronto se vió que no podía tragar, tenía un nudo en la garganta y el alimento no pasaba, estaba destinado a perecer de hambre mientras a su madre le reventaban los senos de leche, pero lo salv´´o la tenacidad de Margara, empeñada en mantenerlo vivo, primero con un algodón empapado en leche que exprimía gota a gota, y después metiéndole a la fuerza una papilla espesa con una cuchara de palo.

Por años dieron vuelta en mi cabeza razones morbosas para justificar la desaparición de mi padre, me cansé de preguntar a medio mundo,existe un silencio conspirativo en torno a él.

Quienes lo conocieron y aún viven, me lo describen como un hombre muy inteligente y no agragan más. En mi niñez lo imaginé como un criminal y más tarde, cuando supe de perversiones sexuales, se las atribuí todas, pero parece que nada tan novelesco adorna su pasado, era sólo un alma cobarde; un día se vió acosado por sus mentiras, perdió el control de la situación y salió escapando.

(Éste ma gusta más, un saludo)
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24-06-09 08:35 #2564113 -> 2485022
Por:pumuki01

RE: ¡NUEVO RELATO! si lo conoces.... ya sabes
Dejo la cancilleria ,no volvio a ver a su madre ,sus familiares ni amigos literalmente se hizo humo .Los visualizo -un poco en broma, claro esta -huyendo hacia Machu Pichu disfrazado de india Peruana ,con trenzas postizas y barias polleras multicolores .¡No repitas eso jamas ' ¿de donde sacaste esa tonteria ?me atajo mi madre cuando le mencione aquella posibilidad .Fuera como fuera partio sin dejar rastro ,pero no se traslado a las alturas trasparentes de los Andes para diluirse en una aldea de Aymaras ,como yo suponia, simplemente descendio un peldaño en la implacable escalera de las clases sociales chilenas y se torno invisible .
Regreso a Santiago y continuo transitando por las calles centricas ,pero como no frecuentaba el mismo medio social ,fue como si hubiera muerto .No volvio a ver a mi abuela paterna ni a nadie de su familia ,excepto Savador Allende ,quien se mantuvo cerca de nosotros por un firme sentimiento de leatad .Nunca mas vi a mi padre ,no oi mencionar su nombre y nada se de su aspecto fisico ,por tanto resulta ironico que un dia me llamaran para identificar su cadaver en la morgue ,pero eso fue tiempo despues .Lamento ,Paula que en este punto desaparezca este personaje ,porque los villanos constituyen la parte mas sabrosa de los cuentos .Mi madre que habia sido criada en un ambiente privilejiado donde las mujeres no participaban en los asuntos economicos ,se atrinchero en su casa cerrada ,enjugo las lagrimas del abandono y saco la cuenta de que al menos en algun tiempo no moriria por inanicion por que contaba con el tesoro de las bandejas de plata que podia ir liquidando una a una para pagar las cuentas .Se encontaba sola con tres criaturas en un pais extraño ,rodeada de un boato inexplicable y sin un centabo en la cartera ,pero era demasiado orgullosa para pedir ayuda .De todos modos la Embajada estaba alerta y supo de inmediato que Tomas habia desaparecido dejando a los suyos en bancarrota .El decoro del pais estaba en juego ,no se podia permitir que el nombre de un funcionario chileno rodara por el lodo y mucho menos que su mujer e hijos fueran puestos en la calle por sus acreedores .El consur se presento a visitar a la familia con instrucion de enviarla de vuelta a Chile con la mayor discrecion posible .Adivinaste ,Paula ,se trataba del tio Ramon ,tu abuelo principe y descendiente directo de Jesuscristo .El mismo asegura que era uno de los hombres mas feos de su generacion ,pero creo que exagera ., no diremos que es guapo ,pero lo que le falta en gallardia le sobra en inteligencia y encanto ,ademas los años le han dado un aire de gran dignidad .
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27-06-09 01:04 #2587480 -> 2485022
Por:luna 68

RE: ¡NUEVO RELATO! si lo conoces.... ya sabes
En la época en que fue enviado en nuestra ayuda era un caballero desmirriado, de tinte verdoso, con bigotes de morsa y cejas mefistofélicas, padre de cuatro hijos y católico observante, ni sombra del personaje mítico que llegó a ser después, cuando cambió la piel como las culebras. Margara abrió la puerta al visitante y lo condujo a la habitación de la señora, quien lo recibió en cama rodeada de sus niños, todavía machucada por el alumbramiento pero en todo el resplandor dramático y la ebullente fortaleza de su juventud. El señor cónsul, que apenas conocía a la esposa de su colega-la había visto siempre embarazada y con un aire bastante distante que no invitaba a acercarse- permaneció de pie cerca de la piuerta sumido en un manglar de emociones. Mientras la interrogaba sobre los pormenores de su situación y le explicaba el plan de repatriarla, lo atormentaba una furiosa estampida de toros en el pecho. Calculando que no existía una mujer más fascinante y sin comprender cómo su marido pudo abandonarla, porque él daría la vida por ella, suspiró abatido por la tremenda injusticia de haberla conocido demasiado tarde. Ella lo miró largamente.
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29-06-09 08:34 #2598467 -> 2485022
Por:pumuki01

RE: ¡NUEVO RELATO! si lo conoces.... ya sabes
-Dentro de poco sale un barco de callao rumbo a Valparaiso ,tratare de conseguir pasajes -tartamudeo el -,Viajo con mis tres hijos ,Margara y la perra .No se si este niño ,que nacio muy debil resistira la travesia -y aunque le brillaban los ojos de lagrimas no se permitio llorar .
En un chispazo defilaron por la mente de Ramon su esposa ,sus hijos ,su padre apuntandolo con un indice acusador y su tio el obispo con un crucifijo en la mano lanzando rayos de condenacion ,se vio saliendo excomulgado de la iglesia y si honra de la Cancilleria ,pero no podia desprenderse del rostro perfecto de esa mujer y sintio que un huracan lo levanteba del suelo .Dio dos pasos en direccion a la cama .En esos dos pasos decidio su futuro .-De ahora en adelante yo me hago cargo de ti y de tus hijos para siempre .Para siempre ¿Que es eso, Paula?.He perdido la medida del tiempo en este edificio blanco donde reina el eco y nunca es de noche .Se han esfumado las froteras de la realidad, la vida es un laberinto de espejos encontrados y de imagenes torcidas .Hay una fotografia mia de entonces ,estoy en la fiesta de la presentacion de mi reciente novela en España ,con un vestido escotado color berengena ,collar y pulsera de plata ,las uñas largas y sonrisa confiada ,un siglo mas joven que ahora .No reconozco a esa mujer ,en cuatro semanas el dolor me ha transformado . Mientras explicaba dede un microfono las circustancias que me llevaron a escribir El plan infinito,mi agente se se abrio paso en el gentio para soplarme al oido que tu habias ingresado en el hospital .Tuve el presentimiento feroz de que una descracia fundanental nos habia desviado la vida .Cuando lleque a Madrid dos dias antes ,ya te sentia muy mal .Me extraño que no estuvieras en el aeropuerto para recibirme ,como siempre hacias ,deje las maletas en el hotel y,agotada por el esforzado viaje desde California ,parti a tu casa donde te encontre vomitando y abrasada de fiebre .Acababas de regresar de un retiro espiritual con las monjas del colejio en el cual trabajas ,cuarenta horas a la semana como voluntaria ayudando a niños sin recursos ,y me contaste que habia sido una experiencia intensa y triste ,te abrumaba la duda, tu fe era fragil .
-Ando buscando a Dios y se ma escapa ,mama-.
Dios espera siempre ,por ahora es mas urgente buscar un medico .¿Que te pasa hija ?.
-Porfidia-replicaste sin vacilar.-


Para todos los que le guste entretenerse este verano leyendo,ademas de leer este relato tan bonito ,les recomiendo (COMETAS EN EL CIELO )de cual se ha vendido 8 millones de ejemplares en todo el mundo del escritor Afgano (HOSSEINI KHALED) .VAIS A ALUCINAR ....Buenos dias...
P
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01-07-09 02:11 #2612003 -> 2485022
Por:luna 68

RE: ¡NUEVO RELATO! si lo conoces.... ya sabes
Desde hacía varios años, al saber que heredaste esa condición, te cuidabas mucho y te controlabas con uno de los pocos especialistas de España. Al verte ya sin fuerzas, tu marido te llevó a un servicio de emergencia, diagnosticaron una gripe y te mandaron de vuelta a casa. Esa noche Ernesto me contó que desde hacía semanas, incluso meses, estabas tensa y cansada. Mientras discutíamos una supuesta depresión, tú sufrías tras la puerta cerrada de tu pieza; la porfiria te estaba envenenando de prisa y ninguno de nosotros tuvo el buen ojo para darse cuenta. No sé como cumplí con mi trabajo, tenía la voluntad ausente y entre dos entrevistas de prensa corría al teléfono para llamarte. Apenas me dieron la noticia de que estabas peor cancelé el resto de la gira y volé a verte al hospital, subí corriendo los seis pisosy ubiqué tu sala en ese monstruoso edificio. Te encontré reclinada en la cama, lívida, con una expresión perdida, y me bastó una mirada para comprender cuán grabe estabas.
-¿Por qué lloras?-me preguntaste con voz desconocida.
-Porque tengo miedo. Te quiero, Paula.
-Yo tambien te quiero mamá.....
Eso fue lo último que me dijiste hija. Instantes después delirabas recitando números, los ojos fijos en el techo. Ernesto y yo nos quedamos a tu lado durante la noche, consternados, turnándonos la única silla disponible, mientras que en otras camas de la sala agonizaba una anciana, gritaba una mujer demente e intentaba dormir una gitana desnutrida y marcada de golpes. Al amanecer convencí a tu marido que se fuera a descansar, llevaba varias noches en vela y estaba extenuado. Se despidió de ti con un beso en la boca. Una hora después se desencadenó el horror...


Por mi cuenta ¿dónde te metes? , igual de vacances, si es así a pasarlo bien, al igual que todos los que lo estén. Saludos.
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01-07-09 11:01 #2613013 -> 2485022
Por:por mi cuenta

RE: ¡NUEVO RELATO! si lo conoces.... ya sabes
Buenos días Luna. Ya estoy aquí otra vez. He estado muy liado en el curro. Las vacaciones aún no han llegado. Las espero con ansiedad.

... un escalofriante vómito de sangre seguido de convulsiones; tu cuerpo tenso, arqueado hacia atrás, se agitaba en violentos espasmos que te levantaban de la cama, los brazos temblaban con las manos agarrotadas, como si intentaras aferrarte a algo, los ojos despavoridos, el rostro congestionado y babeante. Me lancé encima de ti para sujetarte, grité y grité pidiendo ayuda, la sala se llenó de gente vestida de blanco y me sacaron a viva fuerza.
Recuerdo encontrarme de rodillas en el suelo, luego un bofetón en la cara. ¡Tranquila, señora, cállese o tendrá que irse! Su hija se encuentra mejor, puede entrar y quedarse con ella, me sacudió un enfermero. Traté de ponerme de pie, pero se me doblaban las piernas; me ayudaron a llegar hasta tu cama y después se fueron, quedé sola contigo y con las pacientes de las otras camas, que observaban en silencio, cada una sumida en sus propios males.
Tenías el color ceniza de los espectros, los ojos volteados hacia arrbia, un hilo de sangre seca junto a la boca, estabas fría.
Esperé llamándote con los nombres que te he dado desde niña, pero te alejabas hacia otro mundo; quese darte de beber agua, te sacudí, me fijaste las pupilas dilatadas y vidriosas, mirando a través de mí hacia otro horizonte y de pronto te quedaste inmóvil, exangüe, sin respirar. Alcancé a llamar a gritos y enseguida intenté darte respiración boca a boca, pero el miedo me había bloqueado, hice todo mal, te soplé aire sin ritmo ni acierto, de cualquier modo, cinco o seis veces, y entonces noté que tampoco te latía el corazón y comencé a golpearte el pecho con los puños.
Instantes más tarde llegó ayuda y lo último que vi fue tu cama alejándose a la carrera por el pasillo hacia el ascensor. Desde se momento la vida se detuvo para ti y también para mí, las dos cruzamos un misterioso umbral y entramos a la zona más oscura.
Su estado es crítico, me notificó el médico de guardia en la Unidad de Cuidados Intensivos.
¿Debo llamar a su padre en Chile? demorará más de veinte horas en llegar aquí, pregunté.
Si.


¡Uff, qué parte me ha tocado! Me hubiera quedado un día más sin entrar al foro.

De todos modos, yo pienso que estas situaciones, que son reales, forman parte de la vida. Y la vida hay que vivirla intensamente, incluso sus partes más tristes, como ésta.

Al final, en estas situaciones tan dramáticas también podemos encontrar belleza, porque también hay, Y MUCHO, AMOR VERDADERO.

Un saludo para todos...... ¡y a VIVIR.!

Por mi cuenta
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02-07-09 01:13 #2619880 -> 2485022
Por:luna 68

RE: ¡NUEVO RELATO! si lo conoces.... ya sabes
Por mi cuenta,¿dura esta parte eh?, pues por eso lo dejé yo ahí, no me vi con fuerzas para seguir, lo siento.
Hasta otro párrafo y un besico.
Puntos:
02-07-09 10:06 #2620763 -> 2485022
Por:por mi cuenta

RE: ¡NUEVO RELATO! si lo conoces.... ya sabes
Tu eres fuerte, Luna. Tu puedes con esto y con mucho más. La vida, Luna, tiene partes un poquito tristes. Pero tienes que pensar que estas partes son ínfimas comparándolas con toda una vida y con todos los seres queridos que te rodean.

Un saludo Luna

SE había corrido la voz y empezaban a llegar parientes de Ernesto, amigos y monjas de tu colegio; alguien avisó por teléfono a la familia, repartida en Chile, Venezuela y los Estados Unidos. Al poco rato apareció tu marido, sereno y sueve, más preocupado por los sentimientos ajenos que por los propios, se veía muy cansado.
Le permitieron verte por unos minutos y al salir nos informó que estabas conectada a un respirador y recibías una transfusión de sangre. No está tan mal como dicen, siento el corazón por Paula latiendo fuerte junto al mío, dijo, frase que en ese momento me pareció sin sentido, pero ahora que lo conozco más puedo comprender mejor. Ambos pasamos ese día y la noche siguiente sentados en la sala de espera, a ratos me dormía extenuada y cuando abría los ojos lo veía a él inmóvil, siempre en la misma postura, aguardando.
Estoy aterrada, Ernesto, admití al amanecer.
Nada podemos hacer, Paula está en manos de Dios.
Para ti debe ser más fácil aceptarlo porque al menos cuentas con tu religión.
Me duele como a ti, pero tengo menos miedo de la muerte y más esperanza en la vida, replicó abrazándome. Hundía la cara en su chaleco, aspirando su olor a hombre joven, sacudida por un atávico espanto.
Horas después llegaron de Chile mi madre y Michael, tambiél Willie de California. Tu padre venía muy pálido, subió al avión en Santiago convencido que te encontraría muerta, el viaje debe haber sido eterno para él. Desconsolada abracé a mi madre y comprobé que a pesar de haberse reducido de tamaño con la edad, todavía es una enorme presencia protectora. A su lado Willie parece un gigante, pero cuando busqué un pecho donde apoyar la cabeza, el de ella me resultó más amplio y seguro que el de mi marido. Entramos a la sala de Cuidados Intensivos y alcanzamos a verte consciente y un poco mejor que el día anterior, los médicos comenzaban a reponerte el sodio, que perdías a raudales, y la sangre fresca te había reanimado; sin embargo la ilusión duró sólo unas horas, poco después tuviste una crisis de ansiedad y te administraron una dosis masiva de sedantes, que te tumbó en un coma profundo del que no has despertado hasta ahora.
Pobrecita su niña, no merece esta suerte. ¿Por qué no me muero yo, que ya estoy viejo, en vez de ella?, me dice a veces don Manuel, el enfermo de la cama de al lado, con su trabajosa voz de agonizante.
Es muy difícil escribir estas páginas, Paula, recorrer de nuevo las etapas de este doloroso viaje, precisar los detalles, imaginar cómo habría sido si hubieras caído en mejores manos, si no te hubieran aturdido con drogas, si... ¿Cómo sacurdime la culpa?
Cuando mencionaste la porfiria pensé que exagerabas y en vez de buscar más ayuda confié en esta gente vestida de blanco, les entregué sin reservas a mi hija. Es imposible retroceder en el tiempo, no debo mirar hacia atrás, sin embargo no puedo dejar de hacerlo, es una obsesión. Para mí sólo existe la certeza irremisible de este hospital madrileño, el resto de mi existencia se ha esfumado en una densa niebla.
Willie, quien a los pocos días debió regresar a su trabajo en California, me llama cada mañana y cada noche para darmeñ fuerza, recordarmeñ que nos amamos y tenemos una vida feliz al otro lado del mar. Me llega su voz de muy lejos y me parece que lo estoy soñando, que en realidad no existe una casa de madera colgada sobre la bahía de San Francisco, ni ese ardiente amante ahora convertido en un marido lejano. También me parece que he soñado a mi hijo Nicolás, a Celia mi nuera, al pequeño Alejandro con sus pestañas de jiraga. Carmen Balcells, mi agente, viene a veces para transmitirme condolencias de mis editores o noticias de mis libros y no sé de qué me habla, sólo existes tú, hija, y el espacio sin tiempo donde ambas nos hemos isntalado.
En las largas horas de silencio se me atropellan los recuerdos, todo me ha sucedido en el mismo instante, como si mi vida entera fuera una sola imagen ininteligible. la niña y la joven que fui, la mujer que soy, la anciana que seré, todas las etapas son agua del mismo impetuoso manantial. Mi memoria es como un mural mexicano donde todo ocurre simultáneamente: las naves de los conquistadores por una esquina mientras la Inquisición tortura indios en otra, los libertadores galopando con banderas ensangrentadas y la Serpiente Emplumada frente a un Cristo sufriente entre las chimeneas humeantes de la era industrial. Así es mi vida, un fresco múltiple y variable que sólo yo puedo descifrar y que me pertenece como un secreto. La mente selecciona, exagera, traiciona, los acontecimientos se esfuman, las personas se olvidan y al final sólo queda el trayecto del alam,a esos escasos momentos de revelación del espíritu. No interesa lo que me pasó, sino las cicatrices que me marcan y distinguen. Mi pasado tiene poco sentido, no veo orden, claridad, propósitos ni caminos, sólo un viaje a ciegas, guiada por el instito y por acontecimientos incontrolables que desviaron el curso de mi suerte. No hubo cálculo, sólo bu8enos propósitos y la vaga sospecha de que existe un diseño superior que determina mis pasos. Hasta ahora no he compartido mi pasado, es mi último jardín, allí donde ni el amante más intruso se ha asomado. Tómalo, Paula, tal vez te sirva de algo, porque creo que el tuyo yo no existe, se te perdió en este largo sueño y no se puede vivir sin recuerdos.

Un saludo, por mi cuenta
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03-07-09 08:18 #2628377 -> 2485022
Por:pumuki01

RE: ¡NUEVO RELATO! si lo conoces.... ya sabes
Mi madre regreso a casa de sus padres a Santiago ,un matrimonio fracasado se consideraba entonces la peor suerte para una mujer ,pero ella todavia no lo sabia e iba con la frente en alto .Ramon ,el consul seducido les condujo al barco con sus hijos ,la terrible Margara ,la perra ,los baules y las cajas con las bandejas de plata .Al despedirse retuvo sus manos y repitio la promesa de cuidarlas para siempre , pero ella, distraida en los afanes de acomodarse en el reducido espacio del camarote ,lo premio apenas con una sonrisa vaga.Estaba acostumbrada a recibir galanterias y carecia de razones para sospechar que ese funcionario de precario aspecto jugaria un papel fundamental en su futuro ,tampoco olvidaba que ese hombre tenia esposa y cuatro hijos ,por lo demas tenia asuntos mas urgentes ,el recien nacido respiraba como a bocanadas como un pez en tierra seca ,los otros dos niños lloraban asustados y Margara habia entrado en uno de ssus hoscos silencios reprobatorios. Cuando oyo el ruido de los motores y la ronca sirena anunciando la salida del barco ,tuvo un primer atisbo de huracan que le habia volteado .Podia contar con homenaje en la casa paterna ,pero ya no era una joven soltera y deberia hacerse cargo de su hijos como si fuera viuda .Empezaba a preguntarse como se las arreglaria ,cuando el zagoleteo de las olas le trajo el recuerdo de los camarotes de su luna de miel y entonces sonrio aliviada porque al menos estaba lejos de su extraño marido .Acababa de cumplir veinticuatro años y no sospechaba como ganarse el sustento ,pero no en vano corria por sus venas sangre aventurera de aquel remoto marinero vasco..
Puntos:
03-07-09 23:12 #2634461 -> 2485022
Por:me solvidaba

RE: ¡NUEVO RELATO! si lo conoces.... ya sabes
La casona familiar, encantadora cuando ella la presidía, con sus tertulias de intelectuales, bohemios y lunáticos, se convirtió a su muerte en un espacio triste cruzado de corrientes de aire. El olor de entonces perdura en mi memoria: estufas a parafina en invierno y azúcar quemada en verano, cuando encendían una fogata en el patio para hacer dulce de moras en una enorme olla de cobre. Con la muerte de mi abuela se vaciaron las jaulas de pájaros, callaron las sonatas en el piano, se secaron las plantas y las flores en los jarrones, escaparon los gatos a los tejados, donde se convirtieron en bestias bravas, y poco a poco perecieron los demás animales domésticos, los conejos y las gallinas acabaron cocinados por la cocinera, y la cabra salió un día a la calle y murió aplastada por el carretón del lechero. Sólo quedó la perra Pelvina López_Pun dormitando junto a la cocina que dividía la sala del comedor. Yo deambulaba llamando a mi abuela entre pesados muebles españoles, estatuas de mármol, cuadros bucólicos y pilas de libros que se acumulaban por los rincones y se reproducían de noche como una fauna incontrolable de papel impreso. Existía una frontera tácita entre la parte ocupada por la familia y la cocina, los patios y los cuartos de las empleadas, donde transcurría la mayor pate de mi vida. Aquel era un submundo de habitaciones más ventiladas, oscuras, con un camastro, una silla y una cómoda desvencijada como único mobiliario, decoradas con un calendario y estampas de santos. Ése era el único refugio de aquellas mujeres que trabajaban de sol a sol, las primeras en levantarse al amanecer y las últimas en acostarse después de servir la cena a la familia y limpiar la cocina.

Un saludo.
Puntos:
05-07-09 23:21 #2646056 -> 2485022
Por:luna 68

RE: ¡NUEVO RELATO! si lo conoces.... ya sabes
Cada semana venía tambien la lavandera, una mujercita de nada, en los huesos, siempre con dos o tres chiquillos colgados de sus faldas, que se llevaba una montaña de ropa sucia equilibrada sobre la cabeza. Se la entregaban contada, para que nada faltara cuando la traía de vuelta, limpia y planchada. Cada vez que me tocaba presenciar el himillante proceso de contar camisas, servilletas y sábanas, iba despues a esconderme entre los pliegues de la felpa del salón para abrazarme a mi abuela. No sabía por qué lloraba; ahora lo sé: lloraba de vergüenza. En la cortina reinaba el espíritu de la Memé y supongo que por eso la perra no se movía de aquel lugar.
Las empleadas, en cambio, creían que rondaba en el sótano, de donde provenían ruidos y luces tenues, por eso evitaban acercarse por aquel lado. Yo conocía bien la causa de esos fenómenos, pero no tenía interés alguno en revelarla. En los cortinajes teatrales del salón buscaba el rostro translúcido de mi abuela; escribía mensajes en trozos de papel, los doblaba con cuidado y los prendía con alfiler en la gruesa tela para que ella los encontrara y supiera que no la había olvidado.

(gracias phoebe*, se que este es otro tema, pero no hay mejor desprecio que no hacer aprecio, Besos).
Puntos:
07-07-09 00:29 #2654079 -> 2485022
Por:luna 68

RE: ¡NUEVO RELATO! si lo conoces.... ya sabes
Esta mujer prodigiosa no dejó rastro material de su paso por este mundo, excepto un espejo de plata, un libro de oraciones con tapas de nácar y un puñado de azahares de cera, resto de su tocado de novia. Tampoco me dejó muchos recuerdos y los que tengo deben estar deformados por mi visión infantil de entonces y el paso del tiempo, pero no importa, porque su presencia me ha acompañado siempre. Cuando el alma o la inquietud le cortaban el aliento, me estrechaba para aliviarse con mi calor, ésa es la imagen más precisa que guardo de ella: su piel de papel de arroz, sus dedos suaves, el aire silvando en su garganta, el abrazo apretado, el aroma de colonia y a veces un soplo del aceite de almendras que se echaba en las manos. He escuchado hablar de ella, conservo en una caja de lata las únicas reliquias suyas que han perdurado y el resto lo he inventado porque todos necesitamos una abuela. Ella no solo ha cumplido ese papel a la perfección, a pesar del inconveniente de su muerte, sino que inspiró el personaje que más amo de todos los que aparecen en mis libros:
Clara,clarísima, clarividente, en La casa de los espíritus.
Mi abuelo no pudo aceptar la pérdida de su mujer. Creo que vivian en mundos irreconciliables y se amaron en encuentros fugaces con una ternura dolorosa y una pasión secreta. El Tata tenía la vitalidad de un hombre práctico, sano, deportista y emprendedor, ella era extranjera en esta tierra, una presencia etérea e inalcanzable. Su marido debió conformarse con vivir bajo el mismo techo, pero en diferente dimensión, sin poseerla jamás.
Puntos:
07-07-09 12:05 #2656005 -> 2485022
Por:marea negra

RE: ¡NUEVO RELATO! si lo conoces.... ya sabes
Sólo en algunas ocasiones solemnes, como al nacer los hijos que él recibió en sus manos, o cuando la sostuvo en sus brazos a la hora de la muerte, tuvo la sensación de que ella realmente existía.

Intentó mil veces aprehender ese espíritu liviano que pasaba ante sus ojos como un cometa dejando una perdurable estela de polvo astral, pero quedaba siempre con la impresión de que se le escapaba. Al final de sus días, cuando le faltaba poco para cumplir un siglo de vida y del enérgico patriarca sólo quedaba una sombra devorada por la soledad y la implacable corrosión de los años, abandonó la idea de ser su dueño absoluto, como pretendió en la juventud, y sólo entonces pudo abrazarla en términos de igualdad. La sombra de la Memé adquirió contornos precisos y se convirtió en una criatura tangible que lo acompañaba en la minuciosa reconstrucción de los recuerdos y en los achaques de la vejez. Cuando recién quedó viudo se sintió traicionado, la acusó de haberlo desamparado a mitad de camino, se vistió de luto cerrado como un cuervo, pintó de negro sus muebles y para no sufrir más trató de eliminar otros afectos de su existencia, pero nunca lo logró del todo, era un hombre derrotado por su corazón gentil. Ocupaba una pieza grande en el primer piso de la casa, donde sonaban cada hora las campanadas fúnebres de un reloj de torre. La puerta se mantenía cerrada y rara vez me atreví a golpear, pero por las mañanas pasaba a saludarlo antes de ir al colegio y a veces me autorizaba para revisar el cuarto en busca de un chocolate que escondía para mí. Nunca lo oí quejarse, era de una reciedumbre heroica, pero a menudo se le aguaban los ojos y cuando se creía solo hablaba con el recuerdo de su mujer. Con los años y las penas ya no pudo controlar el llanto, se limpiaba las lágrimas a manotazos, furioso por su propia debilidad, me estoy poniendo viejo, caramba, gruñía. Al quedar viudo abolió las flores, los dulces, la música y todo motivo de alegría; el silencio penetró en la casa y en su alma.

Uff qué duro es ésto...Buenos días
Puntos:
08-07-09 16:34 #2666321 -> 2485022
Por:Guiomar_

RE: ¡NUEVO RELATO! si lo conoces.... ya sabes
Me gusta mucho este relato, lástima que no tengo este libro para continuar, pero esto también está muy bien, ir leyendo mietras lo escribís y, más barato.... Guiñar un ojo
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09-07-09 11:16 #2672072 -> 2485022
Por:por mi cuenta

RE: ¡NUEVO RELATO! si lo conoces.... ya sabes
Muchos años más tarde, este excéntrico atormentado por el comején de la lectura, se enamoró de una prima encantadora que había sido criada en el campo y entendía la vida en términos de trabajo y religión.
Esa rama de la familia, gente muy conservadora y formal, debió soportar estoicamente las rarezas del pretendiente. Un día mi tío compró una cabeza de vaca en el mercado, pasó dos días raspándola y limpiándola por dentro, ante el asco nuestro, que no habíamos visto de cerca nada tan fétido ni tan monstruoso, y terminada la faena se presentó el domingo después de misa en casa de su novia, vestido de etiqueta y con la cabezota puesta, como una máscara.
Pase, don Pablito, lo saludó al instante y sin inmutarse la empleada que abrió la puerta. En el dormitorio de mi tío había repisas con libros del suelo hasta el techo y al centro un camastro de anacoreta, donde pasaba gran parte de la noche leyendo. Me había convencido que en la oscuridad los personajes abandonan las páginas y recorren la casa; yo escondía la cabeza bajo las sábanas por miedo al Diablo en los espejos y a esa multitud de personajes que deambulaban por las piezas reviviendo sus aventuras y pasiones: piratas, cortesanas, bandidos, brujas y doncellas. A las ocho y media debía apagar la luz y dormir, pero el tío Pablo me regaló una linterna para leer entre las sábanas; desde entonces tengo una inclinación perversa por la lectura secreta.
Resultaba imposible aburrirse en esa casa llena de libros y de parientes estrafalarios, con un sótano prohibido, sucesivas camadas de gatos recién nacidos, que Margara ahogaba en un balde con agua, y la radio de la cocina, encendida a espaldas de mi abuelo, donde atronaban canciones de moda, noticias de crímenes horrendos y novelas de despecho. Mis tíos inventaron los juegos bruscos, feroz diversión que consistía básicamente en atormentar a los niños hasta hacerlos llorar. Los recursos eran siempre novedosos, desde pegar en el techo el billete de diez pesos que nos daban de mesada, donde podíamos verlo pero no alcanzarlo, hasta ofrecernos bombones a los cuales les habían quitado con una jeringa el relleno de chocolate para reemplazarlo por salsa picante. Nos lanzaban dentro de un cajó desde lo alto de la escalera, nos colgaban cabeza abajo sobre el excusado amenazaban con tirar de la cadena, llenaban el lavatorio con alcohol, le encendían fuego y nos ofrecían una propina si metíamos la mano, apilaban cauchos viejos del automóvil de mi abuelo y nos colocaban dentro, donde chillábamos de susto en la oscuridad, medio asfixiados por el olor a goma podrida. Cuando cambiaron la antigua cocina a gas por una eléctrica, nos paraban sobre las hornillas, las encendían a temperatura baja y empezaban a contarnos un cuento, a ver si el calor en la suela de los zapatos podías más que el interés por la historia, mientras nosotros saltábamos de un pie a otro. Mi madre nos defendía con el ardor de una leona, pero no siempre estaba cerca para protegernos, en cambio el Tata tenía la idea que los juegos bruscos fortalecían el carácter, eran una forma de educación. La teoría de que la infancia debe ser un período de inocencia plácida no existía entonces, ése fue un invento posterior de los norteamericanos, antes se esperaba que la vida fuera dura y para eso nos templaban los nervios. Los métodos didácticos se fundamentaban en la resistencia: mientras más pruebas inhumanas superaba un crío, mejor preparado estaba para los albures de la edad adulta. Admito que en mi caso dio buen resultado y si fuera consecuente con esa tradición habría martirizado a mis hijos y ahora lo estaría haciendo con mi nieto, pero tengo el corazón blando.
Algunos domingos de verano íbamos con la familia al San Cristóbal, un cerro en el medio de la capital que entonces era salvaje y hoy es un parque. A veces nos acompañaban Salvador y Tencha Allende con sus tres hijas y sus perros. Allende ya era un político de renobre, el diputado más combativo de la izquierda y blanco del odio de la derecha, pero para nosotros era sólo un tío más.

Un saludo, por mi cuenta.
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10-07-09 13:52 #2681118 -> 2485022
Por:por mi cuenta

RE: ¡NUEVO RELATO! si lo conoces.... ya sabes
En el colegio me dieron una beca condicionada a mis notas, no sé cómo la consiguió, pero imagino que debe haberle costado más de una humillación. Pasaba horas haciendo cola en hospitales con mi hermano menor Juan, quien a punta de cuchara de palo aprendió a tragar, pero sufría los peores trastornos intestinales y se convirtió en caso de estudio para los médicos hasta que Margara descubrió que devoraba pasta dentífrica y lo curó del vicio a correazos. Se convirtió en una mujer agobiada de responsabilidades, padecía insoportables dolores de cabeza que la tumbaban por dos o tres días y la dejaban exangüe. Trabajaba mucho y tenía poco control sobre su vida o sus hijos. Margara, que con el tiempo se fue endureciendo hasta llegar a ser una verdadera tirana, intentaba por todos los medios alejarla de nosotros; cuando ella regresaba del banco por las tardes ya estábamos bañados, comidos y en la cama. No me alborote a los niños, gruñía.
No molesten a su mamá, que está con jaqueca, nos ordenaba. Mi madres se aferraba a sus hijos con la fuerza de la soledad, tratando de compensar las horas de su ausencia y la sordidez de la existencia con giros poéticos. Los tres dormíamos con ella en la misma habitación y por la noche, únicas horas en que estábamos juntos, nos contaba anécdotas de sus antepasados y cuentos fantásticos salpicados de humor negro, nos hablaba de un mundo imaginario donde todos éramos felices y no regían las maldades humanas ni las leyes despiadadas de la naturaleza. Esas conversaciones a media voz, todos en la misma pieza, cada uno en su cama, pero tan cerca que podíamos tocarnos, fueron lo mejor de esa época. Allí nació mi pasión por los cuentos, a esa memoria echo mano cuando me siento a escribir.
Pancho, el más resistente de los tres a los temibles juegos bruscos, era un chiquillo rubio, fornido y calmado, que a veces perdía la paciencia y se convertía en una fiera capaz de arrancar pedazos a mordiscos. Adorado por Margara, que lo llamaba el rey, se encontró perdido cuando esa mujer se fue de la casa. En la adolescencia partió atraído por una extraña secta a vivir en una comunidad en pleno desierto del norte. Escuchamos rumores de que volaban a otros mundos con hongos alucinógenos, se abandonaban en orgías inconfesables y les lavaban el cerebro a los jóvenes para convertirlos en esclavos de los dirigentes; nunca supe la verdad, los que pasaron por esa experiencia no hablan del tema, pero quedaron marcados. Mi hermano renunció a la familia, se desprendió de los lazos afectivos y se escondió tras una coraza que sin embargo no lo ha protegido de penurias e incertidumbres. Más tarde se casó, se divorció, se volvió a casar y se divorció de nuevo de las mismas mujeres, tuvo hijos, ha vivido casi siempre fuera de chile y dudo que regrese. Poco puedo decir de él, porque no lo conozco; es para mí un misterio, como mi padre. Juan nació con el raro don de la simpatía; aún ahora, que es un somene profesor en la madurez de su destino, se hace querer sin proponérselo. Cuando niño parecía un querubín con hoyuelos en las mejillas y un aire de desamparo capaz de conmover los corazones más brutales, prudente, astuto y pequeño, sus múltiples males retardaron su crecimiento y lo condenaron a una salud enclenque. Lo consideramos el intelectual de la familia, un verdadero sabio. A los cinco años recitaba largas poesías y podía calcular en un instante cuánto debían darle de cambio su compraba con u npeso tres caramelos de ocho centavos. Obtuvo dos maestrías y un doctorado en universiades de los Estados Unidos y en la actualidad estudia para obtener un título de teólogo. Era profesor de ciencias políticas, agnóstico y marxista, pero a raíz de una crisis espiritual, decidió buscar en Dios respuesta a los problemas de la humanidad, abandonó su profesión y emprendió estudios divinos...
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10-07-09 13:59 #2681165 -> 2485022
Por:por mi cuenta

RE: ¡NUEVO RELATO! si lo conoces.... ya sabes
... Está casadom, por lo tanto no puede convertirse en sacerdote católico, como le hubiera correspondido por tradición, y optó por hacerse metodista, ante el desconcierto inicial de mi madre, quien poco sabía de esa iglesia e imaginó al genio de la familia reducido a cantar himnos al son de una guitarra en alguna plaza pública. Estas conversiones súbitas no son raras en mi tribu materna, tengo muchos parientes místicos. No imagino a mi hermano predicando en un púlpito porque nadie entendería sus doctos sermones, mucho menos en inglés, pero será un notable profesor de teología. Cuando supo que estabas enferma dejó todo, tomó el primer avión y se vino a Madrid a darme apoyo. Debemos tener esperanza de que Paula sanará, me repite hasta el cansancio.
¿Sanarás, hija? Te veo en esa cama, conectada a media docena de tubos y sondas, incapaz siquiera de respirar sin ayuda. Apenas te reconozco, tu cuerpo ha cambiado y tu cerebro está en sombra. ¿Qué pasa por tu mente? Háblame de tu soledad y tu miedo, de las visiones distorsionadas, del dolor de tus huesos que pesan como piedras, de esas siluetas amenazantes que se inclinan sobre tu cama, voces, murmullos, luces, nada debe tenr sentido para ti; sé que oyes porque te sobresaltas con el sonido de un instrumento metálico, pero no sé si entiendes. ¿Quieres vir, Paula? Pasaste la vida tratando de reunirte con Dios. ¿Quieres morir? Tal vez ya comenzasta a morir. ¿Qué sentido tienen tus días ahora? Has regresado al lugar de la inocencia total, has vuelto a las aguas de mi vientre, como el pez que eras antes de nacer. Cuento los días y ya son demasiados. Despierta, Hija, por favor despierta...
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10-07-09 14:11 #2681236 -> 2485022
Por:por mi cuenta

RE: ¡NUEVO RELATO! si lo conoces.... ya sabes
Me pongo una mano sobre el corazón, cierro los ojos y me concentro. Adentro hay algo oscuro. Al principio es como el aire en la noche, tinieblas transparentes, pero pronto se transforma en plomo impenetrable. Procuro calmarme y aceptar aquella negrura que me ocupa por entero, mientras me asaltan imágenes del pasado. Me veo ante un espejo grande, doy un paso atrás, otro más y en cada paso se borran décadas y me achico hasta que el cristal me devuelve la figura de una niña de unos siete años, yo misma.
Ha llovido durante varios días, vengo saltando charcos, envuelta en un abrigo azul demasiado grande, con un bolsón de cuero a la espalda, un sobrero de fieltro metido hasta las orejas y los zapatos empapados. El portón de madera, hinchado por el agua, está trancado, necesito el peso de todo el cuerpo para moverlo. En el jardín de la casa de mi abuelo hay un álamo gigantesco con las raíces al ire, un macilento centinela vigilando la propiedad que parece abandonada, persianas zafadas de las bisagras, muros descascarados. Afuera apenas comienza a oscurecer, pero adentro ya es noche produnda, todas las luces están apagadas, menos la de la cocina. Hacia allá me dirijo pasando por el garaje, es una pieza grande, con las paredes manchadas de grasa, donde cuelgan de unos gardios cacerolas y cucharones renegridos. Un par de bombillos salpicados de moscas alumbran la escena; una olla hierve y silba la tetera, el cuarto huele a cebolla y un enorme refrigerador ronronea sin cesar. Margara, una mujerona de sólidos rasgos indígenas con una trenza flaca enrollada en la cabeza, escucha la novela de la radio. Mis hermanos están sentados a la mesa con sus tazas de cocoa caliente y sus panes con mantequilla. La mujer no levanta los ojos. Anda a ver a tu madre, está en cama otra vez, rezonga. Me quito el sombrero y el abrigo.
No dejes tus cosas tiradas, no soy tu sirvienta, no tengo por qué recogerlas, me ordena subiendo el volumen de la radio. Salgo de la cocina y enfrento la oscuridad del resto de la casa, tanteo buscando el interruptor y enciendo una pálida luz que ilumina apenas un recibidor amplio al cual dan varias puertas. Un mueble con patas de león sistiene el busto de mármol de una muchacha pensativa; hay un espejo con grueso marco de madera, pero no lo miro porque puede aparecer el Diablo reflejado en el cristal. Subo la escalera a tiritones, se cuelan corrientes de aire por un hueco incomprensible en esa extraña arquitectura, llego al segundo piso aferrada al pasamano, el ascenso me parece interminable, percibo el silencio y las sombras, me acerco a la puerta cerrada del fondo y entro suavemente, sin golpear, en la punto de los pies. La única claridad proviene de una estufa, los techos están cubiertos del polvillo de pesadumbre de la parafina quemada, acumulado por años.
Hay dos camas, una litera, un diván, sillas y mesas, apenas se puede circular entre tantos muebles. Mi madre, con la perra Pelvina López-Pun dormida a los pies, yace bajo una montaña de cobijas, media cara se vislumbra sobre la almohada: cejas bien dibujadas enmarcan sus ojos cerrados, la nariz recta, los pómulos altos, la piel muy pálida.
¿Eres tú?, y saca una mano pequeña y fría buscando la mía.
¿Te duele mucho, mamá?
Me va a explotar la cabeza....

Hoy, pensando en tí, Guiomar, he puestos varios párrafos.

Un saludo, por mi cuenta.
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12-07-09 17:38 #2693214 -> 2485022
Por:Guiomar_

RE: ¡NUEVO RELATO! si lo conoces.... ya sabes
Muchas gracias POR MI CUENTA, un abrazo.

SALUDOS
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13-07-09 01:06 #2695590 -> 2485022
Por:luna 68

RE: ¡NUEVO RELATO! si lo conoces.... ya sabes
Ese viaje lleno de obstáculos, de ocultos peligros, de soledad deseada y de indescriptible belleza es como el viaje de mi propia vida. Para mí, este recuerdo es sagrado, este recuerdo es tambien mi patria, cuando digo Chile, a eso me refiero. A lo largo de mi vida he buscado una y otra vez la emoción que me produce el bosque, más intensa que el más perfecto orgasmo o el más largo aplauso.
Cada año, cuando comenzaba la temporada de lucha libre, mi abuelo me llevaba al Teatro Caupolicán. Me vestía de domingo, con zapatos de charol negro y guantes blancos que contrastaban con la ruda apariencia del público. Así ataviada y bien cogida de la mano de ese viejo cascarra-
bias, me abría paso entre la rugiente multitud de espectadores. Nos sentábamos siempre en primera fila para ver la sangre, como decía el Tata, animado por una feroz anticipación. Una vez aterrizó sobre nosotros uno de los gladiadores, una salvaje mole de carne sudada aplastándonos como cucarachas. Mi abuelo se había preparado tanto para aquel momento, que cuando por fin ocurrió, no supo reaccionar y en vez de molerlo a bastonazos, como siempre anunció que lo haría, lo saludó con un cordial apretón de mano, al cual el hombre igualmente desconcertado respondió con una tímida sonrisa. Fue de las grandes zozobras de mi infancia, el Tata descendió del Olimpo bárbaro donde hasta entonces había ocupado el único trono y se redujo a una dimensión humana; creo que en ese momento comenzaron mis rebeldías. El favorito era El Angel, un apuesto varón de larga melena rubia, envuelto en una capa azul con estrellas plateadas, botas blancas y unos pantaloncitos ridículos que apenas cubrían sus vergüenzas.
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14-07-09 00:49 #2703566 -> 2485022
Por:luna 68

RE: ¡NUEVO RELATO! si lo conoces.... ya sabes
Bajaban las luces del teatro,se escuchaba una marcha fúnebre en un disco rayado y aparecían dos egipcios caminando de perfil con antorchas encendidas, seguidos por otros cuatro que llevaban en andas un sarcófago pintarrajeado.
La procesión colocaba la caja sobre el ring y retiraba un par de pasos cantando en una lengua muerta. Con el corazón helado, veíamos levantarse la tapa del ataúd y emerger a un humanoide envuelto en vendajes, pero en perfecto estado de salud, a juzgar por sus bramidos y golpes de pecho. No tenía la agilidad de los otros luchadores, se limitaba a repartir patadas formidables y mazazos mortales con los brazos tiesos, lanzando a sus contrincantes a las cuerdas y despachurrando al árbitro. Una vez le asestó uno de sus puñetazos en la cabeza a Tarzán y por fin mi abuelo pudo mostrar en la casa algunas manchas rojas en su camisa.
Esto no es sangre ni cosa que se le parezca, es salsa de tomate, gruñó Margara mientras remojaba la camisa en cloro. Aquellos personajes dejaron una huella sutil en mi memoria y cuarenta años más tarde traté de resucitarlos en un cuento, pero el único que me produjo un impacto imperecedero fue El Viudo.Era un pobre hombre en la cuarentena de su desafortunada existencia, la antítesis de un héroe, que subía al cuadrilátero vestido con un bañador antiguo, de esos que usaban los caballeros a principios de siglo, de tejido negro hasta las rodillas, con pechera y tirantes.
Puntos:
18-07-09 02:41 #2736260 -> 2485022
Por:luna 68

RE: ¡NUEVO RELATO! si lo conoces.... ya sabes
Los veranos de mi infancia transcurrieron en la playa, donde la familía tenía una gran casona destartalada frente al mar.
Partíamos en diciembre, antes de Navidad, y regresábamos a finales de febrero, negros de sol y ahítos de fruta y pescado. El viaje, que hoy se hace en una hora por autopista, entonces era una odisea que tomaba un día completo. Los preparativos comenzaban con una semana de anterioridad, se llenaban cajas de comida, sábanas y toallas, bolsas de ropa,la jaula con el loro, un pacarraco insolente capaz de arrancar el dedo de un picotazo a quien se atreviera a tocarlo, y por supusto, Pelvina López-Pun. Sólo quedaban en la casa de la ciudad la cocinera y los gatos, animales salvajes que se alimentaban de ratones y palomas. Mi abuelo tenía un coche inglés negro y pesado como un tanque, con una parrilla en el techo donde se amarraba una montaña de bultos. En la cajuela abierta viajaba Pelvina junto a las cestas de la merienda, que no ataba porque apenas veía las maletas caía en profunda melancolía perruna. Margara llavaba vasijas, paños, amoníaco y un frasco con tisana de manzanilla, un abyecto licor dulce de fabricación casera al cual se le atribuía la vaga virtud de encoger el estómago, pero ninguna de eas precauciones evitaba el mareo.
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20-07-09 17:52 #2750520 -> 2485022
Por:marea negra

RE: ¡NUEVO RELATO! si lo conoces.... ya sabes
. En Chile la clase alta tiene por lo general un aspecto europeo, pero al descender en la escala social y económica se acentúan los rasgos indígenas. La conciencia de clase es tan fuerte, que nunca vi a nadie traspasar las fronteras de su puesto.

A mediodía llegaban las madres, con grandes sombreros de paja y botellas con jugo de zanahoria, que se usaba entonces para obtener un bronceado rápido. A eso de las dos, cuando el sol estaba en su apogeo, todos partían a almorzar y dormir la siesta, recién entonces aparecían los jóvenes con aire de aburrimiento, muchachas frutales y chicos impávidos que se echaban en la arena a fumar y frotarse unos con otros hasta que la excitación los obligaba a buscar alivio en el mar. Los viernes al anochecer llegaban los maridos de la capital y el sábado y domingo la playa cambiaba de aspecto. Las madres mandaban a los hijos de paseo con las nanas y se instalaban en grupos, con sus mejores bañadores y sombreros, compitiendo por la atención de los esposos ajenos, afán inútil puesto que éstos apenas las miraban, más interesados en comentar la política -único tema en Chile- calculando el momento de volver a la casa a comer y beber como cosacos. Mi madre, sentada como una emperatriz al centro del centro de la playa, tomaba sol por las mañanas y en las tardes se iba a jugar al Casino; había descubierto una martingala que le permitía ganar cada tarde lo suficiente para sus gastos. Para evitar que pereciéramos arrastrados por las olas de ese mar traicionero, Margara nos ataba con cuerdas que enrollaba en su cintura mientras tejía interminables chalecos para el invierno; cuando sentía un tirón, levantaba la vista brevemente para ver quién estaba en apuros y halando del cordel lo arrastraba de vuelta a tierra firme.
Puntos:
22-07-09 22:19 #2770773 -> 2485022
Por:luna 68

RE: ¡NUEVO RELATO! si lo conoces.... ya sabes
Los habitantes del pueblo veían llegar la invasión de veraneantes con una mezcla de
rencor y entusiasmo. Eran personas modestas, casi todos pescadores y pequeños
comerciantes o dueños de un pedazo de tierra junto al río, donde cultivaban unos pocos
tomates y lechugas. Se vanagloriaban de que allí nunca pasaba nada, era una aldea muy
tranquila, sin embargo un amanecer de invierno encontraron crucificado a un conocido
pintor en los mástiles de un velero. Oí los comentarios en susurros, no era una noticia
adecuada para los niños, pero años más tarde averigüé algunos pormenores. El pueblo
entero se encargó de borrar huellas, confundir evidencias y enterrar pruebas, y la policía
no se esmeró demasiado en aclarar el tenebroso crimen, porque todos sabían quiénes
habían clavado el cuerpo en los palos. El artista vivía todo el año en su casa de la costa,
dedicado a la pintura, escuchando su colección de discos clásicos y dando largos paseos
con su mascota, un afgano de pura raza tan esmirriado que la gente lo creía una cruza de
perro con aguilucho. Los pescadores más apuestos posaban como modelos para los
cuadros y pronto se convertían en sus compañeros de jarana. Por las noches los ecos de
la música alcanzaban los confines del caserío y a veces los jóvenes no regresaban a sus
hogares ni a su trabajo durante días.
Madres y novias intentaron en vano recuperar a sus hombres, hasta que, perdida la
paciencia, empezaron a complotar sigilosamente.
Las imagino cuchicheando mientras reparaban las redes, intercambiando guiños en los
afanes del mercado y pasándose unas a otras las contraseñas del aquelarre. Esa noche se
deslizaron como sombras por la playa, se aproximaron a la casa grande, entraron
silenciosas sin perturbar a sus hombres que dormían la borrachera y llevaron a cabo lo
que habían ido a hacer sin que temblaran los martillos en sus manos. Dicen que también
el esbelto perro afgano sufrió la misma suerte. Algunas veces me tocó visitar las míseras
chozas de los pescadores, con su olor a brasas de carbón y sacos de pesca, y volvía a
sentir la misma desazón que me invadía en los cuartos de las empleadas. En la casa de mi
abuelo, larga como un ferrocarril, las paredes de cartón–piedra eran tan delgadas que de
noche se mezclaban los sueños, las cañerías y objetos metálicos claudicaban pronto al
óxido, el aire salado corroía los materiales como lepra perniciosa. Una vez al año había
que repasar todo con pintura y despanzurrar los colchones para lavar y secar al sol la lana
que comenzaba a pudrirse por la humedad. La casa fue construida junto a un cerro que el
Tata hizo cortar como una torta sin pensar en la erosión, de donde manaba un chorro
permanente de agua alimentando gigantescas matas de hortensias rosadas y azules,
siempre en flor. En la cumbre del cerro, donde se accedía por una escala interminable,
vivía una familia de pescadores. Uno de los hijos, un hombre joven de manos callosas por
el desgraciado oficio de arrancar mariscos de las rocas, me llevó al bosque. Yo tenía ocho
años. Era el día de Navidad.
Volvamos a Ramón, el único enamorado de mi madre que nos interesa, porque a los
demás nunca les hizo mucho caso y pasaron sin dejar rastro. Se había separado de su
mujer, quien regresó a Santiago con los hijos, y trabajaba en la Embajada en Bolivia
ahorrando hasta el último céntimo para conseguir su nulidad matrimonial, procedimiento
usual en Chile, donde a falta de una ley de divorcio se recurre a trampas, mentiras,
testigos falsos y perjurio...
Puntos:
29-07-09 00:43 #2814937 -> 2485022
Por:luna 68

RE: ¡NUEVO RELATO! si lo conoces.... ya sabes
Supongo que en esos días fugaces Ramón cumplió con creces las fogosas promesas de sus cartas, eso explicaría la decisión de mi madre de aguardar por años en la esperanza de que él pudiera librarse de sus ataduras matrimoniales. Aquella cita y sus consecuencias fueron diluyéndose con las semanas. Mi abuelo, que no creía en amores a la distancia, nunca habló del tema y como ella tampoco lo mencionaba, terminó por creer que el implacable desgaste del tiempo había acabado con esa pasión, por lo mismo se llevó una sorpresa tremenda cuando supo de la abrupta llegada del galán a Santiago. En cuanto a mí, apenas sospeché que el príncipe encantado no era material de cuentos sino una persona real, sentí pánico; la idea de que mi madre se entusiasmara con él y nos abandonara me producía retorcijones de miedo. Ramón se había enterado que un misterioso pretendiente con más chances que las suyas se perfilaba en el horizonte- quiero pensar que era Benjamín Viel pero carezco de pruebas- y sin más trámite abandonó su puesto en La Paz y se encaramó en el primer avión que consiguió rumbo a Chile.
Puntos:
02-08-09 18:41 #2850041 -> 2485022
Por:luna 68

RE: ¡NUEVO RELATO! si lo conoces.... ya sabes
La vida de mi madre es una novela que me ha prohibido escribir; no puedo revelar sus secretos y misterios hasta cincuenta años despues de su muerte, pero para entonces estaré convertida en alimento de peces, si mis descendientes cumplen mis instrucciones de arrojar mis cenizas al mar. A pesar de que rara vez logramos ponerno de acuerdo, ella es amor más largo de mi vida, comenzó el día de mi gestación y ya dura medio siglo, además es el único realmente incondicional, ni los hijos ni los más ardientes enamorados aman así. Ahora está conmigo en Madrid. Tiene el pelo de plata, y arrugas de setenta años, pero todavía brillan sus ojos verdes con la antigua pasión, a pesar de la amargura de estos meses, que todo lo torna opaco. Compartimos un par de piezas de hotel a pocas cuadras del hospital, donde contamos con una hornilla y una nevera. Nos alimentamos de chocolate espeso y churros al pasar, a veces de unas contundentes sopas de lentejas con salchichón capaces de resucitar a Lázaro, que preparamos en nuestra cocinilla. Despertamos de madrugada, cuando todavía está oscuro y mientras ella se despereza, yo me visto de prisa y preparo café. Parto primero, por calles parchadas de nieve sucia y hielo, y un par de horas más tarde ella se reúne conmigo en el hospital. El día se nos va en el corredor de los pasos perdidos, junto a la puerta de la Unidad de Cuidados Intensivos, solas hasta el anochecer, cuando aparece Ernesto de vuelta de su trabajo y comienzan a llegar de visita los amigos y las monjas.
Según el reglamento sólo podemos atravesar esa puerta nefasta dos veces al día, vestirnos con los delantales verdes, calzarnos forros de plástico y caminar veintiún pasos largos con el corazón en la mano hasta tu sala, Paula. Tu cama es la primera es la primera de la izquierda, hay doce en esa habitación, algunas vacías, otras ocupadas: pacientes cardíacos, recién operados, victimas de accidentes, drogas o suicidios, que pasan por allí unos días y luego desaparecen, algunos vuelven a la vida, a otros se los llevan cubiertos con una sábana. A tu lado yace don Manuel, muriéndose lentamente. A veces se incorpora un poco para mirarte con ojos nublados por el dolor, vaya qué guapa es su niña me dice....


COMO DICE pohebe* FELICES VACACIONES PARA TODOS Y OJO CON LA CARRETERA.


Por mi cuenta, espero que de vez en cuando nos puedas leer y veas que estamos siguiendo el relato.

Guiomar_ ¿dónde andas? espero que tú tb nos estés leyendo.

BESOS PARA TODOS.
Puntos:
03-08-09 17:28 #2856841 -> 2485022
Por:Guiomar_

RE: ¡NUEVO RELATO! si lo conoces.... ya sabes
LUNA 68, claro que os estoy leyendo...seguid escribiendo xfa que es muy bonito.

SALUDOS A TODOS
Puntos:
04-08-09 23:10 #2868727 -> 2485022
Por:luna 68

RE: ¡NUEVO RELATO! si lo conoces.... ya sabes
Vivía cada cuento como si fuera mi propia vida, yo era cada uno de los personajes, sobre
todo los villanos, mucho más atrayentes que los héroes virtuosos. La imaginación se me
disparaba inevitablemente hacia la truculencia. Si leía sobre los pieles rojas que
arrancaban el cuero cabelludo a sus enemigos, suponía que las víctimas quedaban vivas y
continuaban sus luchas con apretados gorros de piel de bisonte para sujetarse los sesos
que asomaban entre las fisuras del cráneo despellejado, y de allí a imaginar que las ideas
también se les escapaban había un paso.
Dibujaba los personajes en cartulina, los recortaba y los sostenía con palitos, ése fue el
comienzo de mis primeros intentos en el teatro. Les contaba cuentos a mis alelados
hermanos, horribles historias de suspenso que llenaban sus días de terrores y sus noches
de pesadillas, tal como después hice con mis hijos y con algunos hombres en la intimidad
de la cama, donde una fábula bien contada suele tener un poderoso efecto afrodisiaco.
El tío Ramón tuvo una influencia fundamental en muchos aspectos de mi carácter, aunque
en algunos casos me ha costado cuarenta años relacionar sus enseñanzas con mis
reacciones. Poseía un Ford destartalado que compartía a medias con un amigo; él lo
usaba lunes, miércoles, viernes y domingo por medio, y el otro lo tenía el resto del
tiempo. Uno de esos domingos con automóvil, nos llevó con mis hermanos y mi madre al
Open Door, un fundo en los alrededores de Santiago donde internaban a los locos
mansos.
Conocía bien esos parajes porque en su juventud pasaba las vacaciones allí invitado por
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unos parientes que administraban la parte agrícola del sanatorio. Entramos a barquinazos
por un camino de tierra bordeado por grandes plátanos orientales formando una bóveda
verde por encima de nuestras cabezas. A un lado quedaban los potreros y al otro los
edificios rodeados de un huerto de árboles frutales, donde deambulaban unos cuantos
dementes pacíficos vestidos con camisolas descoloridas, que acudieron a nuestro
encuentro corriendo junto al coche y asomando las caras y las manos por las ventanillas
entre gritos de bienvenida. Nos encogimos en el asiento espantados mientras el tío
Ramón los saludaba por el nombre, algunos habían estado allí por muchos años y en los
veranos de su juventud jugaba con ellos. Por un precio razonable negoció con el cuidador
para que nos dejara entrar al huerto.
–Bájense, niños, los locos son buena gente –ordenó–. Pueden subirse a los árboles, comer
todo lo que quieran y llenar este saco.
Somos inmensamente ricos.
No sé cómo consiguió que los internos del sanatorio nos ayudaran.
Pronto les perdimos el miedo y terminamos todos encaramados devorando damascos,
chorreados de jugo, arrancándolos a manos llenas de las ramas para meterlos en la bolsa.
Les dábamos un mordisco y si no nos parecían bien dulces los tirábamos y sacábamos
otro, nos lanzábamos los damascos maduros, que nos reventaban encima en una
verdadera orgía de fruta y de risa.
Comimos hasta la saciedad y después de despedirnos a besos de los orates emprendimos
el regreso en el viejo Ford con la gran bolsa repleta, de la cual seguimos engullendo hasta
que nos vencieron los calambres de barriga. Ese día tuve conciencia por primera vez de
que la vida puede ser generosa. Jamás habría tenido una experiencia así con mi abuelo o
con otro miembro de mi familia, que consideraban la escasez una bendición y la avaricia
una virtud. De vez en cuando el Tata aparecía con una bandeja de pasteles, siempre
medidos, uno para cada uno, nada faltaba y nada sobraba el dinero era sagrado y a los
niños nos enseñaban desde temprano cuánto costaba ganarlo.
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25-08-09 00:02 #3025835 -> 2485022
Por:luna 68

RE: ¡NUEVO RELATO! si lo conoces.... ya sabes
Tres
meses más tarde Margara debió eliminar media docena de perritos bastardos, mientras
nosotros ardíamos de fiebre culpable. Poco después Pelvina murió misteriosamente,
sospecho que Margara tuvo algo que ver con eso.
Ese mismo año me enteré en el colegio que los recién nacidos no llegan transportados por
una cigüeña, sino que crecen como melones en la barriga de las madres, y que el Viejo
Pascuero nunca existió, eran los padres quienes compraban los regalos de Navidad.
La primera parte de aquella revelación no me impactó porque no pensaba tener hijos
todavía, pero la segunda fue devastadora. Me dispuse a pasar la Nochebuena en vela para
descubrir la verdad, pero a pesar de mis esfuerzos acabó por vencerme el sueño.
Atormentada por las dudas, había escrito una carta–trampa pidiendo lo imposible: otro
perro, una multitud de amigos y varios juguetes. Al despertar por la mañana encontré una
caja con frascos de témpera, pinceles y una nota astuta del miserable Viejo Pascuero,
cuya caligrafía era sospechosamente parecida a la de mi madre, explicando que no me
trajo lo pedido para enseñarme a ser menos codiciosa, pero en cambio me ofrecía las
paredes de mi pieza para pintar el perro, los amigos y los juguetes. Miré a mi alrededor y
vi que habían quitado los severos retratos antiguos y el lamentable Sagrado Corazón de

Jesús, y en el muro desnudo frente a mi cama descubrí una reproducción a color
recortada de un libro de arte. El desencanto me dejó atónita por varios minutos, pero
finalmente me repuse lo suficiente como para examinar esa imagen, que resultó ser una
pintura de Marc Chagall. Al principio me parecieron sólo manchas anárquicas, pero pronto
descubrí en el pequeño recorte de papel un asombroso universo de novias azules volando
patas arriba, un pálido músico flotando entre un candelabro de siete brazos, una cabra
roja y otros veleidosos personajes. Había tantos colores y objetos diferentes que necesité
un buen rato para moverme en el maravilloso desorden de la composición. Ese cuadro
tenía música: un tic–tac de reloj, gemido de violines, balidos de cabra, roce de alas, un
murmullo inacabable de palabras. Tenía también olores: aroma de velas encendidas, de
flores silvestres, de animal en celo, de ungüentos de mujer. Todo parecía envuelto en la
nebulosa de un sueño feliz, por un lado la atmósfera era cálida como una tarde de siesta y
por el otro se percibía la frescura de una noche en el campo. Yo era demasiado joven
para analizar la pintura, pero recuerdo mi sorpresa y curiosidad, ese cuadro era una
invitación al juego. Me pregunté fascinada cómo era posible pintar así, sin respeto alguno
por las normas de composición y perspectiva que la profesora de arte intentaba
inculcarme en el colegio.
Puntos:
28-08-09 18:26 #3064777 -> 2485022
Por:marea negra

RE: ¡NUEVO RELATO! si lo conoces.... ya sabes
-No seas cursi, Paula. ¿Cómo puedes estar tan segura?

-Porque me dieron náuseas y tuve que irme. Por suerte él salió detrás de mí...

Una madre normal te hubiera advertido contra tales pasiones, pero yo no tengo autoridad moral para dar consejos de temperanza, de modo que siguió una de nuestras conversaciones típicas.

-Formidable, Paula. ¿Vas a vivir con él?


-Primero debo terminar mis estudios.


-¿Piensas seguir estudiando?


-¡No puedo dejar todo tirado!


-Bueno, si se trata del hombre de tu vida...


-Calma, vieja, acabo de conocerlo.


-Yo también acabo de conocer a Willie y ya ves donde estoy. La vida es corta, hija.

-Es más corta a tu edad que a la mía. Está bien, no haré el doctorado, pero al menos terminaré la maestría.

Y así fue. Concluiste tus estudios con honores y después partiste a vivir con Ernesto en Madrid, donde los dos encontraron empleo, él como ingeniero electrónico y tú como psicóloga voluntaria en un colegio, y poco después se casaron. En el primer aniversario de matrimonio tú estabas en coma y tu marido te llevó de regalo un cuento de amor que te susurró al oído arrodillado junto a ti, mientras las enfermeras observaban conmovidas y en la cama de al lado lloraba don Manuel.

¡Ah, el amor carnal! La primera vez que padecí un ataque fulminante fue a los once años. El tío Ramón había sido destinado en Bolivia de nuevo, pero esta vez llevó a mi madre y sus tres hijos. No habían podido casarse y el Gobierno no pagaba los gastos de esa familia ilegal, pero ellos hicieron oídos sordos a los chismes malintencionados y se empeñaron en sacar adelante esa difícil relación a pesar de los obstáculos formidables que debían salvar. Lo consiguieron plenamente y hoy, más de cuarenta años después, constituyen una pareja legendaria. La Paz es una ciudad extraordinaria, tan cerca del cielo y con el aire tan delgado que se pueden ver los ángeles al amanecer, el corazón está siempre a punto de reventar y la vista se pierde en la pureza agobiadora de sus paisajes. Cadenas de montañas y cerros morados, rocas y pincelazos de tierra en tonos de azafrán, púrpura y bermellón, rodean la hondonada donde se extiende esa ciudad de contrastes.



BUENAS TARDES FOREROS.. a ponerse las pilas que llega Septiembre.
Puntos:
05-09-09 00:40 #3141513 -> 2485022
Por:luna 68

RE: ¡NUEVO RELATO! si lo conoces.... ya sabes
Asistiamos a una escuela mixta, hasta entonces mi único contacto con muchachos había sido con mis hermanos, pero ellos no contaban, aún pienso que hoy Pancho y Juan no tienen sexo, son como bacterias. En la primera clase de historia la profesora habló de las guerras de Chile contra Perú y Bolivia en el siglo diecinueve.
Había aprendido en mi país que los chilenos ganaron las batallas por su valor temerario y el patriotismo de sus jefes, pero en esa clase nos revelaron las brutalidades cometidas por mis compatriotas contra la población civil. Los soldfados chilenos, drogados con una mezcla de aguardiente y pólvora, entraban a las ciudades ocupadas como hordas enloquecidas. Con bayoneta calada y cuchillos de matarifes ensartaban niños, abrían el vientre a las mujeres y mutilaban los genitales de los hombres. Levanté la mano dispuesta a defender el honor de nuestras Fuerzas Armadas, sin sospechar entonces de lo que son capaces, y me cayó una lluvia de proyectiles. La maestra me echó del salón y salí en medio de una silbatina feroz a cumplir castigo de pie en un rincón del pasillo con la cara contra la pared, Sujetando las lágrimas, para que nadie me viera humillada, rumié mi rabia durante tres cuartos de hora. En esos minutos decisivos mis hormonas, cuya existencia hasta entonces ignoraba, explotaron con la fuerza de una catástrofe volcánica; no exagero, ese día tuve mi primera menstruación. En la esquina opuesta del pasillo, de pie contra el muro, cumplía tambien castigo un muchacho alto y flaco como una escoba, con el cuello largo, el cabello negro y enormes orejas protuberantes, que por detras le daban un aire de ánfora griega.

SALUDOS.
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18-09-09 08:10 #3275912 -> 2485022
Por:pumuki01

RE: ¡NUEVO RELATO! si lo conoces.... ya sabes
Ocupámos el último vagón del tren en compañia de un indio enigmatico ,que no hablaba palabra y permanecia siempre en cuclillas en el suelo frente a una estufa ,masticando coca y rascandose sus piojos ,armado de un rifle arcaico .Dia y noche sus ojillos oblicuos nos abservaban con expresión imprenetrable ,no lo vimos dormir nunca .,mi madre temia que en un descuido nos asesinara ,a pesar de que lo habian contratado para protejernos .El tren abanzaba tan lento por el desierto entre dunas y minas de sal que mis hermanos se bajaban y corrian al lado .Para molestar a mi madre se retrasaban ,finjiendo extenuados ,y gritaban pidiendo socorro ,porque el tren los dejaba atrás .En el buque Pancho se atrápo tan anenudo los dedos en la pesada puerta de hierro ,que al finar sus aullidos a nadie conmovian ,y Juan se perdio un dia de varias horas .Jugando al escondite que quedó dormido en un camarote y no lo encontraron hasta que desperto a otro dia con la sirena del barco ,cuando el capitan estaba a punto de detener la navegación y echar botes a el agua para buscarlo ,mientras ami madre la sujetaban dos recios contramaestres para evitar que se zambullera en el Atlantico .Me enamore de casi todos los marineros con una pasion casi tan violenta como la ixpirada por el joven boliviano ,pero supongo que ellos se prendaron de mi madre .Esos esbeltos jovenes Italianos me alborotaban la imaginacion ,pero no lograban mitigar mi vicio inconfesable de jugar a las muñecas .Encerrada en el camarotelas mecia, las bañaba ,les daba el biberón y les cantaba en voz baja para no ser sorprendida ,mientras mis malvados hermanos me amenezaban con exibirlas en la cubierta .Cuando por ultimo desenvarcamos en Jénova ,Pancho y Juan ,leales atoda prueba llevaba cada uno bajo el brazo un sospechoso bulto envuelto en una toalla ,mientras yo me despedia suspirando de los marineros de mis amores...
Puntos:
18-09-09 18:17 #3281080 -> 2485022
Por:Guiomar_

RE: ¡NUEVO RELATO! si lo conoces.... ya sabes
¡Qué bonito!, PUMUKI, escribe un poquillo por mí, anda guapa, que ya sabes que yo no tengo este libro y a ver si lo terminais y empezamos otro... un besITO.
Puntos:
20-09-09 01:19 #3291514 -> 2485022
Por:luna 68

RE: ¡NUEVO RELATO! si lo conoces.... ya sabes
Vivimos en el Líbano tres años surrealistas que me sirvieron para aprender algo de francés y conocer buena parte de los paises vecinos incluyendo Tierra Santa e Isrrael, que en la década de los cincuenta, tal como ahora, vivía en guerra permanente contra los árabes. Cruzar la frontera en automovil, como hicimos varias veces, constituía una aventura peligrosa. Nos instalamos en un apartamento moderno, amplio y feo. Desde la terraza podíamos ver un mercado libre y la Gendarmería, que más tarde, cuando empezó la volencia, cumplieron papeles importantes. El tío Ramón destinó una pieza para el Consulado y colgó en el edificio el escudo y la bandera de Chile. Ninguna de mis nuevas amistades había oido hablar jamás de ese pais, pensaban que yo venía más bien de la China. Por lo general en aquella época y en esa parte del mundo las muchachas permanecían recluídas en su casa y en el colegio hasta el día de su boda, si tenían la desdicha de casarse, momento en que cambiaban la prisión paterna por la del marido. Yo era tímida y vivía muy aislada, vi la primera película de Elvis Presley cuando él ya estaba gordo. Nuestra vida familiar se complicó, mi madre no se adaptaba a la cultura árabe, al clima caliente, ni al caracter autoritario del tio Ramón, sufría jaquecas, alergias y súbitas crisis nerviosas con alucinaciones; cierta vez tuvimos que preparar maletas para regresar a casa de mi abuelo en Santiago porque ella juraba que por el ventanuco del baño la espiaba un cura ortodoxo con todos sus paramentos litúrgicos.
Puntos:
21-09-09 07:57 #3299090 -> 2485022
Por:pumuki01

RE: ¡NUEVO RELATO! si lo conoces.... ya sabes
Mi padrastro echaba demenos asus hijos y tenia escaso contacto con ellos porque las comunicaciones con Chile sufrian atrasos de meses ,lo cual contribuia a la sensación de habitar en el fin del mundo .La situación economica era muy apretada ,el dinero se estiraba en laboriosas cuentas semanales y si sobraba algo ibamos al cine o a patinar en una cancha de hielo artificial, unico lujo que podiamos permitirnos.Viviamos con decencia ,pero con un nivel diferente al de los otros mienbros del cuerpo diplomáticoy del circulo que frecuentabamos,entre quienes los clubes privados ,los deportes de invierno ,el teatro las vacaciones en Suiza era la norma .Mi madre se frabrico un vestido largo de seda que usaba para las recepciones de gala ,lo transformaba de forma milagrosa en una cola de brocados,mangas de encaje o un lazo de terciopelo en la cintura,pero supongo que nadie se fijaba en su atuendo ,sólo en su rostro .Se convirtio en una experta en el arte supremo de mantener las apariencias sin dinero, preparaba platos baratos, los disimulaba con sofisticadas salsa de su invención y los servia en sus famosas bandejas de plata ,se las arregló para que la salsa y el comedor lucieran elegantes con los cuadros traidos de la casa de mi abuelo y tapices comprados a credito en los muelles de Beirut, pero el resto era de gran modestia .El tio Ramón mantenia intácto su indoblegable optinimo .Con mi madre tenia demasiados problemas ,a menudo me he preguntado que les mantuvo juntos en ese tiempo y la unica respuesta que se me ocurre es la tenacidad de una pasión nacida en la distacia ,alimentada con cartas románticas y fortalecida por una montaña de inconvenientes .Son dos personas muy diferentes ,no es raro que discutieran hasta la extenuación ,algunas de sus peleas eran de tal magnitud que adquirían nombre propio y quedaban registradas en el anecdotario familiar .Admitio que en ese tiempo nada hize por facilitarle la convivencia cuando comprendi que ese padrastro habia llegado a nuestras vidas para quedarse ,le declaré una guerra sin cuartel.Ahora me cuesta recordar la manera atroz de darle muerte .No resutaba fácil su papel ,no sé como logro sacar adelante a esos tres chiquillos Allende, que le cayeron en vida .Nunca le llamamos papá porque esa palabra nos traia malos recuerdos pero se ganó el titulo de tio Ramón ,simbolo de admiración y confianza .Hoy a los setenta y cinco años ,cientos de personas repartidas por los cinco continentes ,incluyendo algunos funcionarios del gobierno y de la academia diplomatica en Chile lo llaman tio Ramón con los mismos sentimientos....
Puntos:
22-09-09 09:14 #3310236 -> 2485022
Por:por mi cuenta

RE: ¡NUEVO RELATO! si lo conoces.... ya sabes
Con la idea de dar cierta continuidad a mi educación, fui enviada a un colegio inglés para niñas, cuyo objetivo era fortalecer el carácter mediante pruebas de rigor y disciplina, que a mí poca mella me hacían porque no en vano había sobrevivido incólume a los espantosos juegos bruscos. Que las alumnas memorizaran la Biblia constituía la meta de
esa enseñanza: Deuteronomio capítulo cinco versículo tercero, ordenaba Miss Saint John, y debíamos recitarlo sin vacilar. Así aprendí algo de inglés y pulí hasta el ridículo el sentido estoico de la vida cuya semilla había sembrado mi abuelo en el caserón de las corrientes de aire. El idioma inglés y la resistencia ante la adversidad me han sido bastante útiles, la mayor parte de las otras destrezas que poseo me las enseñó el tío Ramón con su ejemplo y con unos métodos didácticos que la psicología moderna calificaría de brutales. Fue cónsul general en varios países árabes, con sede en Beirut, ciudad espléndida que
entonces se consideraba el París del Medio Oriente, donde los camellos y los Cadillacs con parachoques de oro de los jeques obstaculizaban el tráfico, y las mujeres musulmanas, cubiertas por mantos negros con una mirilla a la altura de los ojos, compraban en el mercado codo a codo con las extranjeras escotadas. Los sábados algunas amas de casa 43
de la colonia norteamericana lavaban los automóviles en pantalones cortos y con un trozo de barriga al aire. Los hombres árabes, que rara vez veían mujeres sin velo, hacían penosos viajes en burro desde aldeas remotas para asistir al espectáculo de esas extranjeras semidesnudas. Se alquilaban sillas y se vendía café y dulces de almíbar a los mirones, instalados en hileras al otro lado de la calle.
En verano soportábamos un calor húmedo de baño turco, pero mi colegio se regía por las normas impuestas por la Reina Victoria en la brumosa Inglaterra de fines del siglo pasado.
El uniforme era un sayo medieval de tela gruesa atado con tiras porque los botones se consideraban frívolos, zapatones de aspecto ortopédico y un sombrero de explorador calado hasta las cejas, capaz de bajar los humos al más arrogante. La comida constituía material didáctico que se usaba para templarnos el carácter; todos los días servían arroz blanco sin sal y dos veces por semana lo presentaban quemado; lunes, miércoles y viernes se acompañaba con legumbres, los martes con yogur y el jueves con hígado cocido. Me costó meses sobreponerme a las arcadas ante esos trozos de carne gris flotando en agua caliente, pero terminé por encontrarlos deliciosos y aguardaba el almuerzo de los jueves con ansiedad. Desde entonces soy capaz de digerir cualquier
alimento, incluso comida inglesa.
Las alumnas provenían de diversas regiones y casi todas estaban internas. Shirley era la chica más bonita del colegio, aun con el sombrero del uniforme se veía bien; venía de la India, tenía el pelo negro–azul, se maquillaba los ojos con un polvo nacarado y caminaba
con paso de gacela desafiando la ley de gravedad.
Encerradas en el baño me enseñó la danza del vientre, que de nada me ha servido hasta ahora porque nunca tuve valor suficiente para seducir a hombre alguno con esos menequeteos. Un día, cuando ella acababa de cumplir quince años, la retiraron del colegio y se la llevaron de vuelta a su país para casarla con un comerciante cincuentón, escogido
por sus padres, a quien ella jamás había visto; lo conoció mediante una fotografía de estudio coloreada a mano. Elizabeth, mi mejor amiga, era un personaje de novela: huérfana, criada como sirvienta por sus hermanas que robaron su parte de la herencia paterna, cantaba como un ángel y hacía planes para escaparse a América. Treinta y cinco
años más tarde nos encontramos en Canadá. Cumplió sus sueños de independencia, dirige una empresa propia, tiene casa de lujo, automóvil con teléfono, cuatro abrigos de piel y dos perros regalones, pero todavía llora cuando recuerda su juventud en Beirut.
Mientras Elizabeth ahorraba centavos para huir al Nuevo Mundo y la hermosa Shirley cumplía su destino de novia por encargo, las demás estudiábamos la Biblia y comentábamos en susurros a un tal Elvis Presley, a quien nadie había visto ni escuchado cantar, pero decían que causaba estragos con su guitarra eléctrica y su revoltura de
pelvis. Me movilizaba en el autobús del colegio, era la primera que recogía por la mañana y la última que dejaba por la tarde, pasaba horas dando vueltas por la ciudad, arreglo muy conveniente porque sentía pocos deseos de ir a la casa. De todos modos, tarde o temprano llegaba.
A menudo encontraba al tío Ramón en camiseta, sentado bajo un ventilador, abanicándose con el periódico y escuchando boleros.
–¡Qué te enseñaron las monjas hoy? –me saludaba.
–No son monjas, son señoritas protestantes. Hablamos de Job –replicaba yo, sudando, 44 pero flemática y digna en mi patibulario uniforme.
–¿Job? ¿Ese tonto a quien Dios puso a prueba enviándole toda suerte de desgracias?
–No era ningún tonto, tío Ramón, era un santo varón que jamás renegó del Señor, a pesar de sus sufrimientos.
–¿Te parece correcto? Dios apuesta con Satanás, castiga al pobre hombre sin piedad y además pretende que lo adore. Es un dios cruel, injusto y frívolo. Un patrón que se comporta así con sus siervos no merece lealtad ni respeto, mucho menos adoración.
El tío Ramón, educado por los jesuitas, empleaba un énfasis estremecedor y una lógica implacable –los mismos que usaba en las trifulcas con mi madre– para demostrar la estupidez del héroe bíblico; su actitud, lejos de constituir un ejemplo loable, era un problema de personalidad. En menos de diez minutos de oratoria echaba por tierra las virtuosas enseñanzas de Miss Saint John.
–¿Estás convencida de que Job era un pelotudo?
–Sí, tío Ramón.
–¿Podrías asegurarlo por escrito?
–Sí.
El señor cónsul cruzaba el par de metros que nos separaban de su oficina, redactaba en papel sellado un documento con tres copias diciendo que yo, Isabel Allende Llona, de catorce años, ciudadana chilena, certificaba que Job, el del Antiguo Testamento, era un
pánfilo. Me hacía firmarlo, después de leerlo cuidadosamente porque jamás se debe firmar algo a ciegas, lo doblaba y lo guardaba en la caja fuerte del Consulado. Luego regresaba a sentarse bajo el ventilador y con un profundo suspiro de fastidio me decía:
–Bueno, hija, ahora voy a probarte que tú tenías razón, Job era un santo hombre de Dios.
Te daré los argumentos que tú debieras haber empleado si supieras pensar. Conste que me doy este trabajo sólo para enseñarte a discutir, eso siempre sirve en la vida.
Y procedía a desmantelar su propio alegato anterior para convencerme de aquello que yo creía firmemente al principio. Poco después me tenía de nuevo derrotada, esta vez al borde del llanto.
–¿Aceptas que Job hizo lo correcto al permanecer fiel a su Señor a pesar de todas susdesgracias?
–Sí, tío Ramón.
–¿Estás absolutamente segura?
–Sí.

Buenos días a todas/os. Un saludo, por mi cuenta
Puntos:
23-09-09 01:09 #3320551 -> 2485022
Por:luna 68

RE: ¡NUEVO RELATO! si lo conoces.... ya sabes
-¿Estás dispuestas a firmarme un documento?. Y redactaba otro humillante papel redactaba en papel en el cual quedaba certificado que yo, Isabel Allende Llona, de catorce años, ciudadana chilena, me desdecía de la declaración anterior y aseguraba, en cambio, que Job era un hombre justo. Me pasaba su pluma y cuando estaba a punto de estampar mi nombre al pie de la página me atajaba
con un grito.

–¡No! ¿Cuántas veces te he dicho que no des tu brazo a torcer?
Lo más importante para ganar una discusión es no vacilar, aunque tengas dudas y mucho menos si estás equivocada.
Así aprendí a defenderme y años después competí en Chile en un debate
interescolar de oratoria contra el colegio San Ignacio, representado por cinco muchachos en actitud de abogados criminalistas y dos curas jesuitas, que les soplaban instrucciones. El equipo masculino se presentó con un cargamento de libros que citaba para apoyar sus alegatos y asustar a sus contrincantes. Yo llevaba como único sostén el recuerdo de aquellas tardes con Job y el tío Ramón en el Líbano.Perdí, por supuesto, pero al final mis compañeras me pasearon en andas, mientras los machos rivales se retiraban altivos con su carretilla de argumentos. No sé cuántos papeles con tres copias firmé en mi adolescencia sobre los temas más diversos, desde comerme las uñas hasta las ballenas en vías de extinción. Creo que el tío Ramón guardó por años algunos de esos testimonio,como uno en el cual juro que por su culpa no conoceré hombres y me quedaré solterona.Eso fue en Bolivia, cuando a los once años me dio una pataleta porque no me dejó ir a una fiesta donde pensaba ver al orejón de mis amores. Tres años después me invitaron a otra, esta vez en Beirut, en casa de los Embajadores de los Estados Unidos, y no quise asistir por prudencia,
en ese tiempo la niñas teníamos un papel de rebaño pasivo, yo estaba segura que ningún muchacho en su sano juicio me invitaría a bailar y
era difícil imaginar una humillación más grave que planchar en una fiesta. En esa ocasión mi padrastro me obligó a asistir porque, según dijo, si no vencía mis complejos nunca tendría éxito en la vida. La tarde anterior a la fiesta cerró el Consulado y se dedicó a enseñarme a bailar. Con irreductible tenacidad me hizo mover los huesos al ritmo de la música, primero apoyada en el respaldo de una silla, luego con una escoba y por último con él. En esas horas aprendí desde charlestón hasta samba, después me secó las lágrimas y me llevó a comprar un vestido.
Al dejarme en la fiesta me dio un consejo inolvidable, que he aplicado
en los momentos cruciales de mi vida: piensa que los demás tienen más miedo que tú.


Bienvenido de nuevo al relato POR MI CUENTA.
Puntos:
23-09-09 07:34 #3320982 -> 2485022
Por:pumuki01

RE: ¡NUEVO RELATO! si lo conoces.... ya sabes
Agregó que no me sentara ni por un instante ,me quedara de pie junto al tocadiscos y no comiera nada ,porque los muchachos necesitaban mucho valor para cruzar el salon y acercarse a una chica anclada como una fragata en una silla y con un plato de tortas en la mano .Ademas los pocos chicos que saben bailar son los que cambian la musica .,por eso conviene permanecer cerca de los discos .A la entrada de la embajada ,una fortaleza de cemento en el peor estilo de los años cincuenta ,habia una jaula con unos pajaros negros que hablaban inglés con acento de Jamaica .Me recibió la enbajadora -vestida de almirante y con un silbato colgado del cuello para dar instruciones a los invitados- y nos cóndujo a un salon monumental donde se hallaban una multitud de adolescentes altos feos ,con caras llenas de espinillas ,que masticaban chicle,comian papas fritas y bebian Coca-Cola .Los chicos vestian chaqueta a cuadros y corvatines de mariposa ,las muchachas usaban falda en forma de plato y chalecos de lana angora que dejaban el aire llenos de pelos y revelaban envidiables protuberancias en el pecho ..Yo nada tenia para poner dentro del sostén todos estaban en calcetines ...
Puntos:
23-09-09 08:14 #3321066 -> 2485022
Por:pumuki01

RE: ¡NUEVO RELATO! si lo conoces.... ya sabes
Me senti completamente ajena ,mi vestido era un esperpento de tafetán y terciopelo y no conocia a nadie .Aterrada me dedique a darles migas de tortas a los pájaros negros hasta que recorde las instruciones de tio Ramón y temblando me quite los zapatos y me acérque al tocadiscos .Pronto vi una mano masculina estirada en mi direccción ,y sin poder creer tamaña buena suerte ,sali a bailar una melodia azucarada con un muchacho con frenillo en los dientes y los pies planos ,que no tenia ni la mitad de gracia de mi padrastro .Se bailaba con la mejilla pegada -''chek-to-chek''creo que se llama- pero está era una proeza imposible para mi , porque mi cara por lo general alcalzaba al esternón de cualquier hombre normal en esa fiesta ,cuando apenas tenia catoce años y ademas estaba sin zapatos ,llegaba al ombligo de mi compañero .A esa canción siguio un disco completo de rock'n rock,del cual el tio Ramón no habia oido ni hablar ,pero ma básto observar a los demás por unos minutos y poner en práctica lo aprendido la tarde anterior.Por una vez sirvio de algo mi escaso tamaño y mi articulaciones sueltas ,sin ninguna dificultad mis compañeros de baile me lanzaban hacia el techo ,me daban una voltereta de acróbata en el aire y me recogian a ras de el suelo ,justo cuando iba a partirme la nuca .Me encontré dando saltos ornamentales los jóvenes ,que a esas alturas se habian quitado las chaquetas a cuadros y las corbatas de mariposas .No pude quejarme ,esa noche no panché.como tanto temia ,sino que baile hasta que me salieron ampollas en los pies y asi adquirí la certeza de que conocer a los hombres no es tan difícil ,despues de todo ,y que seguramente no me quedaria solterona ,pero no firmé otro documento al respecto .Habia aprendido a no dar mi brazo a torcer ...

BIEN VENIDO por mi cuenta ..
Puntos:
23-09-09 09:25 #3321410 -> 2485022
Por:por mi cuenta

RE: ¡NUEVO RELATO! si lo conoces.... ya sabes
El tío Ramón tenía un armario desarmable de tres cuerpos, que llevaba consigo en los viajes, donde guardaba bajo llave su ropa y sus tesoros: una colección de revistas eróticas, cartones de cigarrillos, cajas de chocolates y licor. Mi hermano Juan descubrió la forma de abrirlo con un alambre enroscado y así nos convertimos en expertos rateros. Si hubiéramos tomado unos pocos chocolates o cigarrillos, se habría notado, pero sacábamos una capa completa de bombones y olvíamos a cerrar la caja con tal perfección que parecía intacta y sustraímos los cigarrillos por cartones, nunca por unidades o por cajetillas. El tío Ramón tuvo las primeras sospechas en La Paz. Nos llamó por separado, un niño a la vez, y trató de obtener una confesión o que delatáramos al culpable, pero no le sirvieron palabras dulces ni castigos, admitir el delito nos parecía una estupidez y en nuestro código moral una traición entre hermanos era imperdonable. Un viernes por la tarde, cuando regresamos del colegio, encontramos al tío Ramón y a un hombre desconocido esperándonos en la sala.
–Estoy cansado de la falta de honestidad que reina en esta familia, lo menos que puedo exigir es que no me roben en mi propia casa. Este señor es un detective de la policía. Les tomará las huellas digitales a los tres, las comparará con las marcas que hay en mi armario y así sabremos quién es el ladrón. Ésta es la última oportunidad de confesar la verdad...
Pálidos de terror, mis hermanos y yo bajamos la vista y apretamos los dientes.
–¿Saben lo que les pasa a los delincuentes? Se pudren en la cárcel –agregó el tío Ramón.
El detective sacó del bolsillo una caja de lata. Al abrirla vimos que contenía una almohadilla impregnada en tinta negra.
Lentamente, con gran ceremonia, procedió a mancharnos los dedos uno por uno y registrar nuestras huellas en una cartulina.
–No se preocupe, señor cónsul, el lunes tendrá los resultados de mi investigación –se despidió el hombre.
Sábado y domingo fueron días de suplicio moral para nosotros, condidos en el baño y en los rincones más privados del jardín contemplábamos en susurros nuestro negro futuro. Ninguno estaba libre de culpa, todos iríamos a parar a una mazmorra donde nos alimentarían de agua sucia y mendrugos de pan duro, como al Conde de Montecristo. El lunes siguiente el inefable tío Ramón nos citó en su escritorio.
–Ya sé exactamente quién es el bandido –anunció haciendo bailar sus grandes cejas satánicas–. Sin embargo, por consideración a su madre, que ha intercedido en su favor, esta vez no lo mandaré preso. El criminal sabe que yo sé quién es. Esto queda entre los dos. Les advierto que en la próxima ocasión no seré tan benevolente ¿me han entendido?
Salimos a tropezones, agradecidos, sin poder creer tanta magnanimidad. No volvimos a robar en mucho tiempo, pero un par de años más tarde, cuando estábamos en Beirut, pensé mejor el asunto y me entró la sospecha de que el supuesto detective fuera un chofer de la Embajada, el tío Ramón era bien capaz de hacernos esa broma. Usando otro
alambre retorcido abrí nuevamente el armario y esta vez encontré, además de los previsibles tesoros, cuatro volúmenes con tapas de cuero rojo: Las mil y una noches.
Deduje que sin duda existía una razón poderosa para que esos libros estuvieran bajo llave y por lo mismo me interesaron mucho más que los bombones, los cigarrillos o las mujeres en portaligas de las revistas eróticas. Durante los tres años siguientes los leí dentro del armario alumbrada por mi antigua linterna, en las horas en que el tío Ramón y mi madre iban a cocteles y cenas. A pesar de que los diplomáticos padecen por obligación una intensa vida social, nunca me alcanzaba el tiempo para terminar esas fabulosas historias.
Al oírlos llegar debía cerrar el armario a toda prisa y volar a mi cama a fingirme dormida.
Era imposible dejar marcas entre las páginas o recordar dónde había quedado y como además me saltaba pedazos buscando las partes cochinas, se confundían los personajes, se pegaban las aventuras y así fui creando innumerables versiones de los cuentos, en una orgía de palabras exóticas, de erotismo y fantasía. El contraste entre el puritanismo del colegio, que exaltaba el trabajo y no admitía las necesidades básicas del cuerpo ni los relámpagos de la imaginación, y el ocio creativo y la sensualidad arrolladora de esos libros, me marcó definitivamente. Durante décadas oscilé entre esas dos tendencias,
desgarrada por dentro y perdida en un mar de confusos deseos y pecados, hasta que por fin en el calor de Venezuela, cuando me faltaba poco para cumplir cuarenta años, pude librarme de los rígidos preceptos de Miss Saint John. Tal como devoré los mejores libros
de mi infancia escondida en el sótano de la casa del Tata, leí a hurtadillas Las mil y una noches en plena adolescencia, justo cuando mi cuerpo y mi mente despertaban a los misterios del sexo. Dentro del armario me perdí en cuentos mágicos de príncipes que se trasladaban en alfombras voladoras, de genios encerrados en lámparas de aceite, de
simpáticos bandidos que se introducían al harem del sultán disfrazados de viejas para retozar incansables con mujeres prohibidas de cabellos negros como la noche, nalgas abundantes y senos de manzana, perfumadas de almizcle, suaves y siempre dispuestas al placer. En esas páginas el amor, la vida y la muerte tenían un carácter juguetón; las descripciones de comida, paisajes, palacios, mercados, olores, sabores y texturas eran de tal riqueza, que para mí el mundo nunca más volvió a ser el mismo.

¡Bien hallado, compañeras/os! Un saludo, por mi cuenta.
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24-09-09 09:58 #3333039 -> 2485022
Por:por mi cuenta

RE: ¡NUEVO RELATO! si lo conoces.... ya sabes
Soñé que tenías doce años, Paula. Vestías un abrigo a cuadros,llevabas el pelo en media cola atado con una cinta blanca y el resto suelto sobre los hombros. Estabas de pie al centro de una torre hueca, como un silo para guardar granos, donde volaban cientos de palomas. La voz de la Memé me decía: Paula ha muerto.
Yo corría a sujetarte por el cinturón del abrigo, pero comenzabas a elevarte arrastrándome contigo y flotábamos livianas, ascendiendo en círculos; me voy contigo, llévame, hija, te suplicaba. De nuevo la voz de mi abuela resonaba en la torre: Nadie puede ir con ella, ha bebido la poción de la muerte.
Seguíamos subiendo y subiendo, tú alada y yo decidida a retenerte, nada me separaría de ti.
Arriba había una apertura pequeña desde donde se veía un cielo azul con una nube blanca y perfecta, como un cuadro de Magritte, y entonces comprendía horrorizada que tú podías salir, pero el ventanuco era demasiado estrecho para mí. Intentaba sujetarte por la ropa, te llamaba y no me salía la voz. Sonriendo vagamente escapabas haciéndome una señal de adiós con la mano. Durante unos instantes preciosos podía ver cómo te alejabas cada vez más alto y luego yo comenzaba a descender dentro de la torre en medio de una turbulencia de palomas.
Desperté gritando tu nombre y tardé varios minutos en recordar que me encontraba en Madrid y reconocer el cuarto del hotel. Me vestí de prisa, sin dar tiempo a mi madre de detenerme, y partí corriendo al hospital. Por el camino logré subirme a un taxi y poco después golpeaba frenética la puerta de Cuidados Intensivos.
Una enfermera me aseguró que nada te había sucedido, todo estaba igual, pero tanto supliqué y tan angustiada me vio, que me permitió entrar a verte por un instante.
Comprobé que la máquina continuaba soplándote aire en los pulmones y no estabas fría,te di un beso en la frente y salí a esperar la madrugada. Dicen que los sueños no mienten.
Con la primera luz de la mañana llegó mi madre. Traía un termo con café recién hecho y unas rosquillas aún tibias, compradas por el camino.
–Cálmate, no se trata de un mal presagio, esto nada tiene que ver con Paula. Tú eres todos los personajes del sueño –me explicó.
Eres la niña de doce años que todavía puede volar libremente. A esa edad se te acabó la inocencia, se murió la niña que tú eras, ingeriste la poción de la muerte que todas las mujeres bebemos tarde o temprano. ¿Has notado que en la pubertad se nos acaba la energía de amazonas que traemos desde la cuna y nos convertirnos en seres castrados y llenos de dudas? La mujer que se queda atrapada en el silo eres tú también, presa de las limitaciones de la vida adulta.
La condición femenina es una desgracia, hija, es como tener piedras atadas a los tobillos, no se puede volar.
–¿Y qué significan las palomas, mamá?

Un saludo, por mi cuenta.
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25-09-09 11:28 #3345017 -> 2485022
Por:por mi cuenta

RE: ¡NUEVO RELATO! si lo conoces.... ya sabes
–El espíritu alborotado, supongo...
Cada noche los sueños me esperan agazapados bajo la cama con su cargamento de visiones terribles, campanarios, sangre, lúgubres lamentos, pero también con una cosecha siempre fresca de imágenes furtivas y felices. Tengo dos vidas, una despierta y otra dormida.
En el mundo de los sueños hay paisajes y personas que ya conozco, allí exploro infiernos y paraísos, vuelo por el cielo negro del cosmos y desciendo al fondo del mar donde reina el silencio verde, encuentro decenas de niños de todas clases, también animales imposibles y los delicados fantasmas de los muertos más queridos.
A lo largo de los años he aprendido a descifrar los códigos y entender las claves de los sueños, ahora los mensajes son más nítidos y me sirven para aclarar las zonas misteriosas de la existencia cotidiana y de la escritura.
Volvamos a Job, en quien he pensado mucho en estos días. Se me ocurre que tu enfermedad es una prueba, como las que tuvo que soportar aquel infeliz. Es mucha soberbia de mi parte imaginar que yaces en esta cama para que nosotros, los que aguardamos en el corredor de los pasos perdidos, aprendamos algunas lecciones, pero la verdad es que así lo creo a ratos. ¿Qué quieres enseñarnos, Paula? He cambiado mucho
en estas interminables semanas, todos los que hemos vivido esta experiencia hemos cambiado, sobre todo Ernesto, que parece haber envejecido un siglo. ¿Cómo puedo consolarlo si yo misma estoy desesperada? Me pregunto si volveré a reírme con ganas, a abrazar una causa, a comer con gusto o a escribir novelas. Por supuesto que sí, pronto estarás celebrando con tu hija y no te acordarás de esta pesadilla, me promete mi madre, respaldada por el especialista en porfiria, quien asegura que una vez superada la crisis los pacientes se recuperan por completo, pero tengo un mal presentimiento, hija, no puedo negarlo, esto dura demasiado y no te veo mejor, me parece que estás peor. Tu abuela no se da por vencida, mantiene rutinas normales, ánimo para leer el periódico y hasta para salir de compras; de lo único que me arrepiento en la vida es de lo que no compré, dice esta mujer pecadora. Llevamos mucho tiempo aquí, quiero volver a casa. Madrid me trae malos recuerdos, aquí he pasado penas de amor que prefiero olvidar, pero en esta desgracia tuya me he reconciliado con la ciudad y sus habitantes, he aprendido a moverme por sus anchas avenidas señoriales y sus antiguos barrios de callejuelas torcidas, he aceptado las costumbres españolas de fumar, tomar café y licor a destajo, acostarse al amanecer, ingerir cantidades mortales de grasa, no hacer ejercicio y burlarse del colesterol. Sin embargo aquí la gente vive tanto como los californianos, sólo que mucho más contentos. A veces cenamos en un restaurante familiar del barrio, siempre el
mismo porque mi madre se ha enamorado del mesonero, le gustan los hombres feos y éste podría ganar un concurso: arriba es macizo, jorobado, con largos brazos de orangután y hacia abajo un enano con piernecillas de alfeñique. Lo sigue con la vista seducida, suele quedarse contemplándolo con la boca abierta y la cuchara en el aire.
Durante setenta años cultivó fama de mujer mimada, nos acostumbramos a evitarle emociones fuertes por estimar que no podía resistirlas, pero en esta ocasión ha salido a la luz su carácter de toro de lidia.
En la dimensión del cosmos y en el trayecto de la historia somos insignificantes, después de nuestra muerte todo sigue igual, como si jamás hubiéramos existido, pero en la medida de nuestra precaria humanidad tú, Paula, eres para mí más importante que mi propia vida y que la suma de casi todas las vidas ajenas. Cada día mueren setenta
millones de personas y nacen aún más, sin embargo sólo tú naciste, sólo tú puedes morir.
Tu abuela ruega por ti a su dios cristiano y yo lo hago a veces a una diosa pagana y sonriente que derrama bienes, una diosa que no sabe de castigos, sino de perdones, y le hablo con la esperanza de que me escuche desde el fondo de los tiempos y te ayude. Ni tu abuela ni yo tenemos respuesta, estamos perdidas en este silencio abismal. Pienso en
mi bisabuela, en mi abuela clarividente, en mi madre, en ti y en mi nieta que nacerá en mayo, una firme cadena femenina que se remonta hasta la primera mujer, la madre universal. Debo movilizar esas fuerzas nutritivas para tu salvación. No sé cómo alcanzarte, te llamo pero no me oyes, por eso te escribo. La idea de llenar estas páginas no fue mía, hace varias semanas que no tomo iniciativas.
Apenas se enteró de tu enfermedad mi agente vino a darme apoyo.
Como primera medida nos arrastró a mi madre y a mí a un mesón donde nos tentó con un lechón asado y una botella de vino de la Rioja, que nos cayeron como rocas en el estómago, pero también tuvieron la virtud de devolvernos la risa, luego nos sorprendió en el hotel con docenas de rosas rojas, turrones de Alicante y un salchichón de aspecto obsceno –el mismo que nos sirve todavía para las sopas de lentejas– y me depositó en las rodillas una resma de papel amarillo con rayas.
–Toma, escribe y desahógate, si no lo haces morirás de angustia, pobrecita mía.
–No puedo, Carmen, algo se me ha hecho trizas por dentro, tal vez no vuelva a escribir nunca más.
–Escríbele una carta a Paula... La ayudará a saber lo que pasó en este tiempo que ha estado dormida.
Así me entretengo en los momentos vacíos de esta pesadilla.
¿Sabrás que soy tu madre cuando despiertes, Paula? La familia y los amigos no fallan, por las tardes vienen tantas visitas que parecemos tribu de indios, algunos llegan de muy lejos, pasan unos días aquí y luego vuelven a sus vidas normales, incluso tu padre, quien tiene un edificio a medio construir en Chile y debió regresar. En estas semanas
compartiendo el dolor en el corredor de los pasos perdidos he vuelto a recordar los buenos momentos de nuestra juventud, se han ido borrando los pequeños rencores y he aprendido a estimar a Michael como a un amigo antiguo y leal, siento por él una consideración sin aspavientos, me cuesta imaginar que alguna vez hicimos el amor o que al final de nuestra relación llegué a detestarlo. Un par de amigas y mi hermano Juan vinieron de los Estados Unidos, el tío Ramón de Chile y el padre de Ernesto directamente de la jungla amazónica. Nicolás no puede viajar, su visa no le permite entrar de vuelta a los Estados Unidos y tampoco puede dejar solos a Celia y al niño, es mejor así, prefiero
que tu hermano no te vea como estás. Y también Willie, que cruza el mundo cada dos o tres semanas para pasar un domingo conmigo y amarnos como si fuera la última vez. Voy a esperarlo al aeropuerto para no perder ni un minuto con él; lo veo llegar arrastrando el carro con sus maletas, una cabeza más alto que los demás, sus ojos azules buscándome
ansiosos en la multitud, su sonrisa luminosa cuando me divisa por allá abajo, corremos para encontrarnos y siento su abrazo apretado que me levanta del suelo, el olor de su chaqueta de cuero, el roce áspero de su barba de veinte horas y sus labios aplastando los míos, y después la carrera en el taxi acurrucada bajo su brazo, sus manos de dedos largos reconociéndome y su voz en mi oído murmurando en inglés Dios mío cómo te he echado de menos, cómo has adelgazado, qué son estos huesos, y de repente se acuerda por qué estamos separados y con otra voz me pregunta por ti, Paula. Llevamos más de cuatro años juntos y todavía siento por él la misma indefinible alquimia del primer día, una
atracción poderosa que el tiempo ha matizado con otros sentimientos, pero que sigue siendo la materia primordial de nuestra unión. No sé en qué consiste ni cómo definirla, porque no es sólo sexual, aunque así lo creí al principio; él sostiene que somos dos luchadores impulsados por la misma clase de energía, juntos tenemos la fuerza de un tren
en plena marcha, podemos alcanzar cualquier meta, unidos somos invencibles, dice.
Ambos confiamos en que el otro nos cuida la espalda, no traiciona, no miente, sostiene en los momentos de flaqueza, ayuda a enderezar el timón cuando se pierde el rumbo.

Un saludo, por mi cuenta
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28-09-09 09:13 #3368864 -> 2485022
Por:pumuki01

RE: ¡NUEVO RELATO! si lo conoces.... ya sabes
Creo que también hay un componente espiritual ,si creyera en la reencarnación pensaria que nuestro karma es encontrarnos y amarnos en cada vida ,pero tampoco te hablare de eso todavía ,Paula ,porque voy a confundirte .En estas citas urgentes se mezcla deseo y tristeza ,me aferro a su cuerpo buscando placer y consuelo ,,dos cosas que ese hombre sufrido sabe dar, pero tu imagen ,hija sumida en un sueño mortal ,se nos atraviesa y los vesos se torman de hielo .

-Paula no estarás con tu marido mucho tiempo ,quizás nunca mas .Ernesto aún no cumple treinta años y su mujer puede quedar inválida para el resto de sus dias ....¿Porque le tocó a ella y no a mí ,que ya he vivido y amado de sobra ?.

-No pienses esas cosas .Hay muchas maneras de hacer el amor -me dice willie.

Es cierto ,el amor tiene inesperados recursos .En los escosos minutos que pueden pasar juntos ,Ernesto te besa y abraza ,a pesar de enjambre de tubos que te emvuelve .Despierta ,Paula ,te estoy esperando ,te extraño necesito oir tu voz ,estoy tan lleno de amor que voy a estallar ,vuelve por favor,te suplica .Lo imagino por las noches cuando regresa a su casa vacia y se acuesta en esa cama donde dormia contigo y que todavía conserva la huella de tus hombros y tus caderas .Debe sentirte a su lado ,tu fresca sonrisa tu piel cuando te acaricia ,el silencio compartido en armonia ..

(por mi cuenta )no puedo escribir mas ,se me ha puesto depresión
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28-09-09 09:17 #3368880 -> 2485022
Por:por mi cuenta

RE: ¡NUEVO RELATO! si lo conoces.... ya sabes
Creo que también hay un componente espiritual, si creyera en la reencarnación pensaría que nuestro karma es encontrarnos y amarnos en cada vida, pero tampoco te hablaré de eso todavía, Paula, porque voy a confundirte. En estas citas urgentes se mezclan deseo y tristeza, me aferro a su cuerpo buscando placer y consuelo, dos cosas que este hombre sufrido sabe dar, pero tu imagen, hija, sumida en un sueño mortal, se nos atraviesa y los besos se tornan de hielo.
–Paula no estará con su marido por mucho tiempo, quizás nunca más. Ernesto aún no cumple treinta años y su mujer puede quedar inválida para el resto de sus días... ¿Por qué le tocó a ella y no a mí, que ya he vivido y amado de sobra?
–No pienses en esas cosas. Hay muchas maneras de hacer el amor – me dice Willie.
Es cierto, el amor tiene inesperados recursos. En los escasos minutos que pueden pasar juntos, Ernesto te besa y abraza, a pesar del enjambre de tubos que te envuelven.
Despierta, Paula, te estoy esperando, te extraño, necesito oír tu voz, estoy tan lleno de amor que voy a estallar, vuelve por favor, te suplica. Lo imagino por las noches, cuando regresa a su casa vacía y se acuesta en esa cama donde dormía contigo y que todavía conserva la huella de tus hombros y tus caderas. Debe sentirte a su lado, tu fresca
sonrisa, tu piel cuando te acariciaba, el silencio compartido en armonía, los secretos de enamorados murmurados a media voz.
Recuerda aquellas ocasiones en que salían a bailar hasta quedar borrachos de canciones, tan habituados a los pasos del otro que parecían un solo cuerpo. Te ve moviéndote como un junco, tu largo cabello suelto envolviendo a los dos al ritmo de la música, tus brazos
delgados en torno a su cuello, tu boca en su oreja. ¡Ah, la gracia tuya, Paula! Tu aire suave, tu intensidad impredecible, tu feroz disciplina intelectual, tu generosidad, tu alocada ternura.
Echa de menos tus bromas, tus risas, tus lágrimas ridículas en el cine y tu llanto serio cuando te conmovía el sufrimiento ajeno. Se acuerda cuando te escondiste en Amsterdam y él corría como un enajenado llamándote a gritos en el mercado de los quesos, ante la mirada atónita de los comerciantes holandeses. Despierta mojado de sudor, se sienta en la cama en la oscuridad, trata de rezar, de concentrarse en su respiración buscando paz, como ha aprendido en el aikido. Tal vez se asoma al balcón a mirar las estrellas en el cielo de Madrid y se repite que no puede perder la esperanza, todo saldrá bien, pronto estarás de nuevo a su lado. Siente la sangre agolpada en las sienes, las venas palpitantes, el calor en el pecho, se sofoca, entonces se pone un pantalón y sale a correr por las calles vacías, pero nada logra apaciguar la inquietud del deseo frustrado. El amor de ustedes está recién estrenado, es la primera página de un cuaderno en blanco. Ernesto es un alma vieja, mamá, me dijiste una vez, pero no ha perdido la inocencia, es capaz de jugar, de asombrarse, de quererme y aceptarme, sin juicios, como quieren los niños; desde que estamos juntos algo se ha abierto dentro de mí, he cambiado, veo el mundo de otra manera y yo misma me quiero más, porque me veo a través de sus ojos. Por su parte Ernesto me ha confesado en los momentos de más terror que no imaginó encontrar el arrebato visceral que siente cuando te abraza, eres su perfecto complemento, te ama y te desea hasta los límites del dolor, se arrepiente de cada hora que estuvieron separados.
¿Cómo iba a saber yo que dispondríamos de tan poco tiempo? me ha dicho temblando.
Sueño con ella, Isabel, sueño incansablemente con estar a su lado otra vez y hacer el amor hasta la inconsciencia, no puedo explicarte estas imágenes que me asaltan, que sólo ella y yo conocemos, esta ausencia suya es una brasa que me quema, no dejo de pensar en ella ni un instante, su recuerdo no me abandona, Paula es la única mujer para mí, mi compañera soñada y encontrada. ¡Qué extraña es la vida, hija!
Hasta hace poco yo era para Ernesto una suegra distante y algo formal, hoy somos confidentes, amigos íntimos.
El hospital es un gigantesco edificio cruzado de corredores, donde nunca es de noche ni cambia la temperatura, el día se ha detenido en las lámparas y el verano en las estufas.
Las rutinas se repiten con majadera precisión; es el reino del dolor, aquí se viene a sufrir, así lo comprendemos todos. Las miserias de la enfermedad nos igualan, no hay ricos ni pobres, al cruzar este umbral los privilegios se hacen humo y nos volvemos humildes.
Mi amigo Ildemaro vino en el primer vuelo que consiguió en Caracas durante una interminable huelga de pilotos y se quedó conmigo una semana. Por más de diez años este hombre cultivado y suave ha sido para mí un hermano, mentor intelectual y compañero de ruta en los tiempos en que me consideraba desterrada. Al abrazarlo sentí una certeza absurda, se me ocurrió que su presencia te haría reaccionar, que al oír su voz despertarías.
Hizo valer su condición de médico para interrogar a los especialistas, ver informes, exámenes y radiografías, te revisó de pies a cabeza con ese cuidado que lo distingue y con el cariño especial que siente por ti. Al salir me cogió de la mano y me llevó a caminar por los alrededores del hospital. Hacía mucho frío.
–¿Cómo ves a Paula?
–Muy mal...
–La porfiria es así. Me aseguran que se recuperará por completo.
–Te quiero demasiado para mentirte, Isabel.
–Dime lo que piensas entonces. ¿Crees que puede morir?
–Sí –replicó después de una larga pausa.


¡PERO BUENO! ¿ES QUE YA OS HABÉIS CANSADO DE SEGUIR EL RELATO? ¡VENGA COMPAÑERAS/OS, QUE NO DECAIGA!

Un saludo, por mi cuenta.
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29-09-09 08:37 #3380374 -> 2485022
Por:pumuki01

RE: ¡NUEVO RELATO! si lo conoces.... ya sabes
-¿Puede quedarse en coma mucho tiempo?
-Espero que no,pero tambien ésa es otra posibilidad .
-¿y si no despierta más ,Ildemaro ...?
Nos quedamos en silencio bajo la lluvia .

Trato de no caer en sentimetalismos ,que tanto horro te producen ,hija,pero deberás disculpalme si de repente me quiebro .¿Me estare volviendo loca ?.No reconozco los dias ,nome interesan las noticias del mundo ,las horas se arrastran penosamente en una espera eterna .El momento de verte es muy breve ,pero el tiempo se me gasta aguardándolo .Dos veces al dia se me habre la puerta de Cuidados Intensivos y la enfermera de turno llama por el nombre del paciente .Cuando dice Paula entro temblando,no hay caso no he podido habituarme a verte siempre dormida ,al ronroneo del respirador ,a la sonda y a la aguja ,a tus pies vendados a tus brazos manchados de moratones .Mientras camino de prisa hacia tu cama por el corredor blanco que se estira interminable ,pido ayuda a la Memé ,la Granny,el Tata y tantos otros espiritus amigos ,voy rogando que estés mejor ,que no tengas fiebre ni el corazón agitado ,que respires tranquila y tu presión sea normal .Saludo a las enfermeras a don Manuel ,que empeora dia a dia apenas habla .Me inclino sobre ti y a veces aplasto algún cable y suena una alarma ,te reviso de pies acabeza ,observo los números y lineas en la pantalla ,los apuntes en el libro abierto sobre la mesa a los pies de la cama ,tarea inútil pues nada entiendo,pero mediante esa breve ceremonia de la desesperación vuelves a pertenecerme ,como cuando eras bebé y dependias por completo de mi .
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06-10-09 08:07 #3446845 -> 2485022
Por:pumuki01

RE: ¡NUEVO RELATO! si lo conoces.... ya sabes
Pongo mis manos sobre tu cabeza y tu pecho y trato de transmitirte salud y energia .,te visualizo dentro de una pirámide de cristal ,aislada del mal en un espacio magico en el que puedes sanar .Te llamo por los sobrenombres que te he dado a lo largo de tu vida y te digo mil veces ,te quiero Paula ,te quiero y lo repito una y otra vez hata que alguien me toca el hombro y anuncia que la visita se ha terminado ,debo salir .Te doy un último beso y luego camino lentamente hacia la salida .Afuera espera mi madre .Le ago un gesto ogtinista con el pulgar hacia ariba y las dos ensayamos una sonrisa y a veces no lo logramos .

Silencio ,busco silencio .El ruido del hospital y de la ciudad se me ha metido en los huesos ,añoro la quietud de la naturaleza ,La paz de mi casa en California .El único sitios sin ruidos de el hospital es la capilla .Allí busco refugio para pensar ,y leer y escribirte Acompaño a mi madre a mísa ,donde por lo general estamos solas ,el sacerdote oficia solo para nosotras .Suspendido sobre el altar y rodeado de maármol negro ,un Cristo sangra coronado de espinas ,no puedo mirar ese pobre cuerpo torturado .No conozco la liturgia ,pero de tanto escuchar las palabras rituales, empieza a conmoverme la fuerza del mito :pan y vino, fruto de la tierra y del trabajo del hombre ,convertido en cuerpo y sancre de Cristo .La Capilla queda detras de la sala de Cuidados Itensivos ,para llegar allí debemos de dar la vuelta completa al edificio ., he calculado que tu cama se encuentra justamente alotro lado del muro,y puedo dirigir el pensamiento en linea recta hacia ti.Mi madre sostiene que no morirás ,Paula .Está negociando el asunto directamente con el cielo ,dice que has vivido al servicio de los demás y que aún puedes hacer mucho bien en este mundo ,tu muerte sería una pérdida absuda .La fe es un regalo ,Dios te mira a los ojos y dice tu nombre , asi te escoge ,pero ami me apuntó con el dedo para llenarme de dudas .La incertidubre comenzó a los siete años ,el dia de mi primera comunión cuando avacé por la nave de la iglesia vestida de blanco ,con un velo en la cabeza ,con un rosario en la mano y un cirio adornado con un lazo en la otra .Cicuenta niñas marchábamos con dos filas bajo los acordes del órgano y el coro de las novicias .Lo habiamos ensallado tantas veces ,que en el ptoceso memoricé cada gesto ,pero se perdio el propósito del sacramento .Sabia que masticaba la hostia consagrada significaba condena segura en las pilas del infierno ,pero ya no recordaba que era a Jesús al que recibía .Al acercame al altar mi vela se quebró por la mitad .Se partió sin provocación alguna .la parte superior se quedó colgando de la mecha ,como el cuello de un cisne muerto ,y yo sentí que desde lo alto me habian señalado entre mis compañeros para castigarme por alguna falta que tl vez olvide confesar el dia anterior ....
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14-10-09 18:46 #3523631 -> 2485022
Por:por mi cuenta

RE: ¡NUEVO RELATO! si lo conoces.... ya sabes
En realidad había elaborado una lista de pecados mayores para impresionar al sacerdote, no deseaba aburrirlo con bagatelas y también
saqué la cuenta que si cumplía penitencia por pecados mortales, aunque no los hubiera cometido, en el lote quedaban perdonados los veniales. Me confesé de todo lo imaginable, aunque en el algunos casos no sabia el significado:
homicidio, fornicación, mentira, adulterio, malos actos contra mis padres, pensamientos impuros, herejía, envidia... El cura escuchó en pasmado silencio, luego se levanto apesadumbrado, le hizo seña a una monja, cuchichearon un rato y enseguida ella me cogió por un brazo, me llevó a la sacristía y con un profundo suspiro me lavó la boca con
jabón y me ordenó rezar tres Ave Marías. Por la tarde la capilla del hospital está iluminada apenas por velas votivas.
Ayer sorprendí allí a Ernesto y su padre, las cabezas entre las manos, las anchas espaldas vencidas, y no me atreví a acercarme.
Se parecen mucho, ambos son grandes, morenos y firmes, con rasgos de moros y una manera de moverse que es una rara mezcla de virilidad y gentileza. El padre tiene la piel curtida por el sol, el pelo gris muy corto y arrugas profundas, como cicatrices de cuchillo, que hablan de sus aventuras en la selva y de cuarenta años viviendo en la naturaleza.
Parece inquebrantable, por eso me conmovió verlo así de rodillas. Se ha convertido en la sombra de su hijo, no lo deja nunca solo, tal como mi madre no se mueve de mi lado, lo acompaña a clases de aikido y lo saca a caminar por los campos durante horas, hasta que ambos quedan extenuados.
Tienes que quemar energía, si no estallarás, le dice. A mí me lleva al parque cuando el día está despejado, me coloca de cara al sol y me dice que cierre los ojos y sienta el calor en la piel y escuche los sonidos de los pájaros, del agua, del tráfico lejano, a ver si me calmo.
Apenas supo de la enfermedad de su nuera voló desde las profundidades amazónicas para acudir al lado de su hijo; no le gustan las ciudades ni las aglomeraciones, se sofoca en el hospital, le molesta la gente, va y viene por el corredor de los pasos perdidos con la impaciencia triste de una bestia enjaulada.
Eres más valiente que el más macho de los hombres, Isabel, me dice seriamente, y sé que es lo más halagador que puede pensar de mí este hombre acostumbrado a matar serpientes a machetazos.
Vienen médicos de otros hospitales a observarte, nunca habían visto un caso de porfiria tan complicado, te has convertido en una referencia y me temo que ganarás fama en los textos de medicina; la enfermedad te golpeó como un rayo, sin escatimar nada. Tu marido es el único ranquilo, los demás estamos aterrados, pero también él habla de la
muerte y de otras posibilidades peores.
–Sin Paula nada tiene sentido, nada vale la pena, desde que ella cerró los ojos se fue la luz del mundo –dice–. Dios no puede arrebatármela ¿para qué nos juntó entonces?
¡Tenemos tanta vida para compartir todavía! Ésta es una prueba brutal, pero la pasaremos. Me conozco bien, sé que estoy hecho para Paula y ella para mí, nunca la abandonaré, nunca amaré a otra, la protegeré y la cuidaré siempre.
Pasarán mil cosas, tal vez la enfermedad o la muerte nos separen físicamente, pero estamos destinados a reunirnos y estar juntos en la eternidad. Puedo esperar.
–Se recuperará por completo, Ernesto, pero la convalecencia será larga, prepárate para eso. Te la llevarás a casa, estoy segura.
¿Te imaginas cómo será ese día?
–Pienso en eso a cada rato. Tendré que subir los tres pisos con ella en brazos... Le voy a llenar el apartamento de flores...
Nada lo asusta, se considera tu compañero en espíritu, a salvo de las vicisitudes de la vida o de la muerte, no le alarman tu cuerpo inmóvil ni tu mente ausente, nos dice que está en contacto con tu alma, que puedes oírlo, que sientes, te emocionas y no eres un vegetal, como prueban las máquinas a las cuales estás conectada. Los médicos se encogen de hombros, escépticos, pero las enfermeras se conmueven ante ese amor obstinado y a veces lo dejan visitarte a horas prohibidas porque han comprobado que cuando te toma la mano, varían los signos en las pantallas. Tal vez se puede medir la intensidad de los sentimientos con los mismos aparatos que vigilan las pulsaciones del corazón.
Un día más de espera, uno menos de esperanza. Un día más de silencio, uno menos de vida. La muerte anda suelta por los pasillos y mi tarea es distraerla para que no encuentre tu puerta.
–¡Qué larga y confusa es la vida, mamá!
–Al menos tú puedes escribirla para tratar de entenderla – replicó.
El Líbano en los años cincuenta era un país floreciente, puente entre Europa y los riquísimos emiratos árabes, cruce natural de varias culturas, torre de Babel donde se hablaba una docena de lenguas. El comercio y las transacciones bancarias de toda la región pagaban su tributo a Beirut, donde llegaban por tierra caravanas agobiadas de
mercancía, por aire los aviones de Europa con las últimas novedades y por mar los barcos que debían esperar turno para atracar en el puerto. Mujeres cubiertas de velos negros, cargadas con bultos, arrastrando a sus hijos, andaban de prisa por las calles con la mirada siempre baja, mientras los hombres ociosos conversaban en los cafés. Burros, camellos, autobuses repletos de gente, motocicletas y automóviles se detenían simultáneamente en los semáforos, pastores con el mismo atuendo de sus antepasados bíblicos cruzaban las avenidas arreando piños de ovejas camino al matadero. Varias veces al día la voz aguda
del muecín llamaba a la oración desde los minaretes de las mezquitas, a coro con las campanas de las iglesias cristianas. En las tiendas de la capital se ofrecía lo mejor del mundo, pero más atractivo para nosotros era recorrer los zocos, laberintos de callejuelas estrechas orilladas por un sinfín de comercios donde era posible comprar desde huevos frescos hasta reliquias faraónicas. ¡Ah, el olor de los zocos! Todos los aromas del planeta se paseaban por esas calles torcidas, tufo de exóticos comistrajos, frituras en grasa de cordero, pasteles de hojaldre, nueces y miel, alcantarillas abiertas donde flotaban basura y excrementos, sudor de animales, tinturas de cueros, atosigantes perfumes de incienso y pachulí, café recién hervido con semillas de cardamomo, especias de Oriente: canela, comino, pimienta, azafrán... Por fuera los bazares parecían insignificantes, pero cada uno se extendía hacia el interior en una serie de recintos cerrados donde relucían lámparas, bandejas y ánforas de ricos metales con intrincados dibujos caligráficos. Los tapices cubrían el suelo en varias capas, colgaban de las paredes y se amontonaban enrollados en
los rincones; muebles de madera tallada con incrustaciones de nácar, marfil y bronce desaparecían bajo pilas de manteles y babuchas bordadas. Los comerciantes salían al encuentro de los clientes y los conducían casi a la rastra al interior de esas cuevas de Alí Babá atiborradas de tesoros, ponían a su disposición jofainas para enjuagarse los dedos con agua de rosas y les servían un café retinto y azucarado, el mejor del mundo. El regateo era parte esencial de la compra, así lo entendió mi madre desde el primer día. Al precio de apertura ella replicaba con una exclamación horrorizada, levantaba las manos al cielo y se dirigía a la puerta con paso decidido. El vendedor la cogía por un brazo y la halaba hacia adentro alegando que ésta era la primera venta del día, que ella era su hermana, que le traería suerte y por eso estaba dispuesto a escuchar su proposición, aunque en verdad el objeto era único y el precio más que justo. Mi madre impasible ofrecía la mitad, mientras el resto de la familia salíamos a tropezones, rojos de vergüenza.
El dueño de la tienda se golpeaba las sienes con los puños poniendo a Alá por testigo.
¿Quieres arruinarme, hermana? Tengo hijos, soy un hombre honesto... Después de tres tazas de café y casi una hora de regateo, el objeto cambiaba de dueño. El mercader sonreía satisfecho y mi madre se reunía con nosotros en la calle segura de haber adquirido una ganga. A veces encontraba un par de tiendas más allá lo mismo por mucho menos de lo que había pagado, eso le arruinaba el día, pero no la curaba de la tentación de volver a comprar. Fue así como en un viaje a Damasco negoció la tela para mi vestido de novia. Yo acababa de cumplir catorce años y no mantenía relación con persona alguna del sexo opuesto, salvo mis hermanos, mi padrastro y el hijo de un opulento comerciante libanés que solía visitarme de vez en cuando bajo la vigilancia de sus padres y los míos.
Era tan rico que tenía una motoneta con chofer. En plena fiebre de las Vespas italianas fastidió a su padre hasta que le compró una, pero no quiso correr el riesgo de que su primogénito se estrellara en ese vehículo suicida y puso un chofer para acarrear al chiquillo montado atrás. En todo caso, yo contemplaba la idea de meterme a monja para
disimular que no conseguiría marido y así se lo hice ver a mi madre en el mercado de Damasco, pero ella insistió: tonterías, dijo, ésta es una oportunidad única. Salimos del bazar con metros y metros de organza blanca bordada con hilos de seda, además de varios manteles para el futuro ajuar y un biombo que han durado tres décadas,
innumerables viajes y exilio.
El aliciente de estas gangas no bastaba para que mi madre se sintiera a gusto en el Líbano, vivía con la sensación de estar prisionera en su propia piel. Las mujeres no debían andar solas, en cualquier tumulto una irrespetuosa mano de varón podía surgir para ofenderlas y si intentaban defenderse se encontraban con un coro de burlas agresivas. A
diez minutos de la casa había una playa interminable de arenas blancas y mar tibio, que invitaba a refrescarse en la canícula de las tardes de agosto. Debíamos bañarnos en familia, en un grupo cerrado para protegernos de los manotazos de otros nadadores; era imposible echarse en la arena, equivalía a llamar la desgracia, apenas asomábamos la
cabeza fuera del agua corríamos a refugiarnos a una cabaña que lquilábamos para ese fin. El clima, las diferencias culturales, el esfuerzo de hablar francés y mascullar árabe, los malabarismos para estirar el presupuesto, la falta de amigas y de su familia agobiaban a
mi madre.

Un saludo, por mi cuenta
Puntos:
14-10-09 19:13 #3523978 -> 2485022
Por:Guiomar_

RE: ¡NUEVO RELATO! si lo conoces.... ya sabes
¡Hombre! POR MI CUENTA, cuánto tiempo, yo pensaba que te habías ido otra vez a hacer El Camino.... jajajajaja...UN ABRAZO.

Puntos:
15-10-09 17:56 #3534745 -> 2485022
Por:por mi cuenta

RE: ¡NUEVO RELATO! si lo conoces.... ya sabes
Hola Guiomar, ya estoy aquí. El camino no es para repetirlo, queda uno muy cansado, ya no tengo la edad adecuada para semejante prueba.

El Líbano se las había arreglado para sobrevivir en paz y prosperidad, a pesar de las luchas religiosas que desgarraban la región desde hacía siglos, sin embargo, después de la crisis del Canal de Suez, el creciente nacionalismo árabe dividió profundamente a los políticos y las rivalidades se tornaron irreconciliables. Se produjeron desórdenes muy violentos que culminaron en junio de 1958 con el desembarco de la VI Flota de los Estados Unidos. Nosotros, instalados en el tercer piso de un edificio ubicado en la confluencia de los barrios cristiano, musulmán y druso, gozábamos de una posición privilegiada para observar las escaramuzas. El tío Ramón nos hizo colocar los colchones en las ventanas para atajar balas perdidas y nos prohibió atisbar por el balcón, mientras mi madre se las arreglaba con gran dificultad para mantener la bañera llena de agua y conseguir alimentos frescos. En las peores semanas de la crisis se impuso toque de queda al ponerse el sol, sólo personal militar estaba autorizado para transitar por las calles, pero en realidad ésa era la hora del relajo en que las dueñas de casa regateaban en el mercado negro y los hombres hacían sus negocios. Desde nuestra terraza presenciamos feroces balaceras entre grupos antagónicos, que duraban buena parte del día, pero que apenas
oscurecía cesaban como por encantamiento y al amparo de la noche figuras furtivas se escabullían a comerciar con el enemigo y misteriosos paquetes pasaban de mano en mano. En esos días vimos azotar prisioneros en el patio de la Gendarmería, atados a unos
maderos con el torso desnudo; divisamos el cadáver cubierto de moscas de un hombre con el cuello cercenado, a quien dejaron expuesto en la calle durante dos días para atemorizar a los drusos, y presenciamos también la venganza, cuando dos mujeres veladas abandonaron en la calle un burro cargado con quesos y aceitunas. Tal como estaba previsto, los soldados lo confiscaron y poco después escuchamos una explosión que redujo a polvo los vidrios de las ventanas y dejó el patio del cuartel encharcado de sangre y trozos humanos. A pesar de estas violencias, tengo la impresión de que los árabes no tomaron realmente en serio el desembarco norteamericano. El tío Ramón
consiguió un salvoconducto y nos llevó a ver los buques de guerra cuando entraron a la bahía con los cañones preparados.
Había una multitud de curiosos en los muelles, esperando a los invasores para comerciar con ellos y conseguir pases para subir a los portaaviones. Aquellos monstruos de acero abrieron sus fauces y vomitaron lanchones repletos de marines armados hasta los dientes,
que fueron recibidos con una salva de aplausos en la playa, y apenas los aguerridos soldados pisaron tierra firme, se vieron rodeados por una alegre turbamulta tratando de venderles toda suerte de ercaderías, desde sombrillas hasta hachís y condones japoneses en forma de peces multicolores. Imagino que no fue fácil para los oficiales mantener la moral de la tropa e impedir que fraternizaran con el enemigo. Al día siguiente, en la cancha artificial de patinaje en hielo tuve mi primer contacto con la fuerza bélica más poderosa del mundo. Patiné toda la tarde en compañía de centenares de muchachones en uniforme, con el pelo rapado y tatuajes en los músculos, que bebían
cerveza y hablaban una jerga gutural muy diferente a la que intentaba enseñarme Miss Saint John en el colegio británico. Pude comunicarme poco con ellos, pero aunque hubiéramos compartido la misma lengua no teníamos mucho que decirnos. Aquel día memorable recibí mi primer beso en la boca, fue como morder un sapo con olor a goma de mascar, cerveza y tabaco. No recuerdo quién me besó porque no podía distinguirlo entre los demás, me parecieron todos iguales, pero sí recuerdo que a partir de ese momento decidí explorar el asunto de los besos. Por desgracia debí esperar bastante para ampliar mis conocimientos al respecto, porque apenas el tío Ramón descubrió que la ciudad estaba invadida de marines ávidos de muchachas, dobló su vigilancia y quedé recluida en la casa, como una flor de harén.
Tuve la suerte de que mi colegio fue el único que no cerró sus puertas cuando empezó la crisis, en cambio mis hermanos dejaron de ir a clases y pasaron meses de mortal aburrimiento encerrados en el apartamento. Miss Saint John consideró una vulgaridad esa guerra en la cual no participaban los ingleses, de modo que prefirió ignorarla. La calle
frente al colegio se dividió en dos bandos separados por pilas de sacos de arena, tras los cuales acechaban los contrincantes. En las fotos de los periódicos tenían un aspecto patibulario y sus armas resultaban aterradoras, pero vistos detrás de sus barricadas desde
lo alto del edificio, parecían veraneantes en un picnic. Entre los sacos de arena escuchaban radio, cocinaban y recibían visitas de sus mujeres y niños, mataban las horas jugando a los naipes o a las damas y durmiendo la siesta. A veces se ponían de acuerdo con los enemigos para ir en busca de agua o cigarrillos. La impasible Miss Saint John se
caló su sombrero verde de las grandes ocasiones y salió a parlamentar en su pésimo árabe con aquellos sujetos que obstaculizaban las calles para pedirles que permitieran el paso del autobús escolar, mientras las pocas niñas que aún quedaban y las asustadas profesoras la observábamos desde el techo. No sé qué argumentos esgrimió, pero el caso es que el vehículo siguió funcionando puntualmente hasta que se quedó sin alumnas, sólo yo lo usaba. Me guardé bien de contar en la casa que otros padres habían retirado a sus hijas del colegio y nunca mencioné las negociaciones diarias del chofer con los hombres de las barricadas para que nos dejaran pasar. Asistí a clases hasta que se vació el establecimiento y Miss Saint John me solicitó cortésmente que no regresara por unos días, hasta que se resolviera ese desagradable incidente y la gente volviera a sus cabales. Para entonces la ituación se había tornado muy violenta y un vocero del Gobierno libanés
aconsejó a los diplomáticos sacar a sus familias del país porque no se podía garantizar su seguridad. Después de secretos conciliábulos el tío Ramón me puso junto a mis hermanos en uno de los últimos vuelos comerciales de esos días. El aeropuerto era un hervidero de hombres luchando por salir; algunos pretendían llevar a sus mujeres e hijas como carga, no las consideraban del todo humanas y no podían comprender la necesidad de comprarles un pasaje. Apenas despegamos de la pista una señora cubierta de pies a cabeza con un manto oscuro se dispuso a cocinar en el pasillo del avión sobre un quemador a ueroseno, ante la alarma de la azafata francesa. Mi madre se quedó en
Beirut con el tío Ramón donde permanecieron unos meses hasta que fueron trasladados a Turquía. Entretanto los marines norteamericanos volvieron a sus portaaviones y desaparecieron sin dejar huella, llevándose con ellos la prueba de mi primer beso. Fue así como emprendimos viaje de regreso al otro extremo del mundo, a la casa de mi abuelo en Chile. Yo tenía quince años y era la segunda vez que estaba lejos de mi madre, la primera había sido cuando ella se juntó con el tío Ramón en esa cita clandestina al norte de Chile, que consagró sus amores. No sabía entonces que estaríamos separadas la mayor parte de nuestras vidas. Comencé a escribirle mi primera carta en el avión, he continuado haciéndolo casi a diario a lo largo de muchos años y ella hace otro tanto. Juntamos esa correspondencia en un canasto y al final del año la atamos con una cinta de color y la
guardamos en lo alto de un closet, así hemos coleccionado montañas de páginas. Nunca las hemos releído, pero sabemos que el registro de nuestras vidas está a salvo de la mala memoria.
Hasta entonces mi educación había sido caótica, había aprendido algo de inglés y francés, buena parte de la Biblia de memoria y las lecciones de defensa personal del tío Ramón, pero ignoraba lo más elemental para funcionar en este mundo. Cuando llegué a Chile a mi
abuelo se le ocurrió que con un poco de ayuda yo podía terminar la escolaridad en un año y decidió enseñarme personalmente historia y geografía. Después averiguó que tampoco sabía sumar y me envió a clases privadas de matemáticas. La profesora era una viejuca de pelos teñidos color azabache y varios dientes sueltos, que vivía muy lejos en una casa modesta decorada con los regalos de sus alumnos a lo largo de cincuenta años de vocación docente, donde flotaba imperturbable el olor de coliflores cocidas. Para llegar hasta allá era necesario encaramarse en dos autobuses, pero valía la pena, porque esa mujer fue capaz de meterme en el cerebro suficientes números como para pasar el
examen, después de lo cual se me borraron para siempre.
Subir a un bus en Santiago podía ser una aventura peligrosa que requería temperamento decidido y agilidad de saltimbanqui, el vehículo jamás pasaba a tiempo, había que esperarlo por horas, y siempre venía tan repleto que avanzaba ladeado, con pasajeros colgando de las puertas. Mi formación estoica y mis articulaciones dobles me ayudaron a
sobrevivir a esas batallas cotidianas.
Compartía la clase con cinco estudiantes, uno de los cuales se sentaba siempre a mi lado, me prestaba sus apuntes y me acompañaba hasta el paradero del bus. Mientras aguardábamos con paciencia bajo el sol o la lluvia, él escuchaba callado mis cuentos exagerados sobre viajes a sitios que yo no sabía ubicar en el mapa, pero cuyos nombres investigaba en la Enciclopedia Británica de mi abuelo. Al llegar el autobús me ayudaba a trepar sobre el racimo humano que colgaba de la pisadera, empujándome con ambas manos por el trasero. Un día me invitó al cine. Le dije al Tata que debía quedarme estudiando con la profesora y partí con el galán a un teatro de barrio, donde nos calamos
una película de terror. Cuando el monstruo de la Laguna Verde asomó su horrenda cabeza de lagarto milenario a escasos centímetros de la doncella que nadaba distraída, yo lancé un grito y él aprovechó para tomarme la mano. Me refiero al muchacho, no al lagarto, por supuesto. El resto de la película transcurrió en una nebulosa, no me importaron los colmillos del gigantesco reptil ni la suerte de la rubia tonta que se bañaba en esas aguas, mi atención estaba concentrada en el calor y la humedad de esa mano ajena acariciando la mía, casi tan sensual como el mordisco en la oreja de mi amado en La Paz y mil veces más que el beso robado del soldado norteamericano en la cancha de patinaje en hielo de Beirut. Llegué a casa de mi abuelo levitando, convencida de haber encontrado al hombre de mi vida y que esas manos entrelazadas eran un compromiso formal. Había oído decir a mi amiga Elizabeth en el colegio del Líbano que se puede quedar embarazada por chapotear en la misma piscina con un muchacho y sospeché lógicamente que una hora
completa intercambiando sudores manuales podía tener el mismo efecto. Pasé la noche despierta, imaginando mi vida futura casada con él y esperando con ansias la próxima clase de matemáticas, pero al día siguiente mi amigo no llegó a casa de la profesora.
Durante toda la clase estuve observando la puerta, angustiada, pero no vino ese día ni el resto de la semana ni nunca más, simplemente se hizo humo. Con el tiempo me repuse de ese humillante abandono y por muchos años no pensé en ese joven. Creí volver a verlo doce años más tarde, el día en que me llamaron de la morgue para identificar el cuerpo de mi padre. Me pregunté muchas veces por qué desapareció tan de súbito y de tanto darle vueltas en la cabeza llegué a una conclusión truculenta, pero prefiero no seguir especulando, porque sólo en las telenovelas los enamorados descubren un día que son hermanos.

Un saludo, por mi cuenta
Puntos:
08-11-09 01:49 #3780071 -> 2485022
Por:luna 68

RE: ¡NUEVO RELATO! si lo conoces.... ya sabes
Vamos a continuar con el relato ¿os parece bien?

Una de las razones para olvidar aquel amor fugaz fue que conocí a otro muchacho, y aquí,Paula, entra tu padre en la historia.
Michael tiene raíces inglesas, es producto de una de esas familias de inmigrantes que han nacido y vivido en Chile por generaciones
y todavía se refieren a Inglaterra como home,leen periódicos británicos
con semanas de atraso y mantienen un estilo de vida y un código social
decimonónico, cuando eran los arrogantes súbditos de un gran imperio, pero que hoy ya no se usan ni en el corazón de Londres.
Tu abuelo paterno trabajaba para una compañía norteamericana del cobre,
en un pueblo al norte de Chile, tan insignificante, que escasamente
figura en los mapas. El campamento de los gringos consistía en una
veintena de casas cercadas por alambres de púas, donde sus habitantes intentaban reproducir lo más fielmente posible el modo de vida
de sus ciudades de origen, con aire acondicionado, agua en botellas
y profusión de catálogos para encargar a los Estados Unidos desde
leche condensada hasta muebles de terraza. Cada familia cultivaba
porfiadamente su jardín, a pesar de las inclemencias del sol y la sequía; los hombres jugaban al golf en los arenales y las señoras competían en concursos de rosas y tortas. Al otro lado de la alambrada
subsistían los trabajadores chilenos en hileras de casuchas con
baños comunes, sin otras diversiones que una cancha de fútbol trazada con un palo sobre la tierra dura del desierto y un bar en las afueras
del campamento donde se embriagaban los fines de semana.
Dicen que también había un prostíbulo, pero no di con él cuando salí
a buscarlo, tal vez porque yo esperaba por lo menos un farol rojo, pero debe haber sido un rancho igual a los otros.
Michael nació y vivió los primeros años de su existencia en ese lugar, protegido de todo mal, en una inocencia edénica, hasta que lo enviaron
interno a un colegio británico en el centro del país.
Creo que no tuvo idea cabal de que estaba en Chile hasta que alcanzó la edad de los pantalones largos. Su madre, a quien todos recordamos como Granny, tenía grandes ojos azules y un corazón virgen de mezquindades.
Su vida transcurrió entre la cocina y el jardín, olía a pan recién horneado, a mantequilla, a dulce de ciruelas. Años después, cuando renunció a sus sueños, olía a alcohol, pero pocos llegaron a saberlo, porque se mantenía a prudente distancia y se tapaba la boca con un pañuelo al hablar, y también porque tú, Paula, que entonces tenías ocho o nueve años, escondías las botellas vacías para que nadie descubriera su secreto. El padre de Michael era buenmozo y moreno, con
aspecto de andaluz, pero por sus venas corría sangre alemana de la cual se enorgullecía, cultivó en su carácter las virtudes que él consideraba teutónicas y llegó a ser un ejemplo de hombre honesto, responsable y puntual, aunque también se mostraba inflexible, autoritario y seco.
Jamás tocaba a su mujer en público, pero la llamaba young lady y le
brillaban los ojos cuando la miraba. Pasó treinta años en el campamento norteamericano ganando buenos dólares, se jubiló a los cincuenta y ocho años y se trasladó a la capital, donde construyó una casa junto a la cancha de golf de un club.
Michael creció entre los muros de un colegio para muchachos, dedicado al estudio y a deportes viriles, lejos de su madre, el único ser que pudo enseñarle a expresar sus sentimientos. Con su padre sólo
compartía frases de buena educación y partidas de ajedrez en las vacaciones. Cuando lo conocí acababa de cumplir veinte años, estudiaba el primer semestre de Ingeniería Civil, manejaba una motocicleta y vivía en un apartamento con una empleada que lo atendía como a un señorito, nunca tuvo que lavar sus calcetines o cocinar un huevo. Era un
muchacho alto, apuesto, muy delgado, con grandes ojos color caramelo, que se sonrojaba cuando estaba nervioso. Una amiga nos presentó, vino a verme un día con el pretexto de enseñarme química y enseguida pidió
permiso formal a mi abuelo para llevarme a la ópera. Fuimos a ver Madame Butterfly y yo, que carecía por completo de formación
musical, pensé que se trataba de un espectáculo humorístico y me reí a carcajadas cuando vi caer del techo una lluvia de flores de plástico sobre una gorda que cantaba a pleno pulmón mientras se abría la barriga a cuchillazos delante de su hijo, una pobre criatura con los ojos vendados y con un par de banderas en las manos. Así comenzaron
unos amores muy lentos y dulces, destinados a durar muchos años antes de consumarse, porque a Michael le faltaban como seis años de universidad y yo aún no terminaba la escuela. Pasaron varios meses antes que nos tomáramos de las manos en el concierto de los miércoles y casi un año antes del primer beso.
–Me gusta este joven, viene a mejorar la raza –se rió mi abuelo cuando finalmente admitíque estábamos enamorados.
El lunes te agarró la muerte, Paula. Vino y te señaló, pero se encontró frente a frente con tu madre y tu abuela y por esta vez retrocedió. No está derrotada y todavía te ronda, rezongando con su revuelo de harapos sombríos y rumor de huesos. Te fuiste para el otro lado por algunos minutos y en verdad nadie se explica cómo ni por qué estás de vuelta.
Nunca te habíamos visto tan mal, ardías de fiebre, un ronroneo aterrador te salía del pecho, se te asomaba el blanco de los ojos a través de los párpados entrecerrados, de pronto la tensión te bajó casi a cero y comenzaron a sonar las alarmas de los monitores y la sala se llenó de gente, todos tan afanados en torno a ti, que se olvidaron de nosotras, y así es como estuvimos presentes cuando se te escapaba el alma del cuerpo, mientras te inyectaban drogas, te soplaban oxígeno y trataban de poner de nuevo en marcha tu corazón agotado.
Trajeron un aparato y empezaron a darte golpes eléctricos, terribles corrientazos en el pecho, que te hacían saltar de la cama. Oímos órdenes, voces alteradas y carreras, llegaron otros médicos con diferentes máquinas y jeringas, quién sabe cuántos minutos eternos transcurrieron, parecieron muchas horas. No podíamos verte, te tapaban los cuerpos de quienes te atendían, pero pudimos percibir con nitidez tu zozobra y el aliento triunfal de la muerte. Hubo un momento en el cual la febril agitación se congeló de súbito, como en una fotografía, y entonces escuché el murmullo en sordina de mi madre exigiéndote que lucharas, hija, ordenándole a tu corazón que siguiera andando en nombre
de Ernesto y de los años preciosos que te faltan por vivir y del bien que aún puedes sembrar. El tiempo se detuvo en los relojes, las curvas y picos verdes en las pantallas de las máquinas se convirtieron en líneas rectas y un zumbido de consternación reemplazó el chillido de las alarmas. Alguien dijo no hay más que hacer... y otra voz agregó ha muerto, la gente se apartó, algunos se alejaron y pudimos verte inerte y pálida, como una niña de mármol. Entonces sentí la mano de mi madre en la mía impulsándome hacia delante y dimos unos pasos al frente acercándonos a la orilla de tu cama y sin una lágrima te ofrecimos la reserva completa de nuestro vigor, toda la salud y fortaleza de nuestros más recónditos genes de navegantes vascos y de indómitos indios americanos, y en silencio invocamos a los dioses conocidos y por conocer y a los espíritus benéficos de nuestros antepasados y a las fuerzas más formidables de la vida, para que corrieran a tu rescate.
Fue tan intenso el clamor que a cincuenta kilómetros de distancia Ernesto sintió el llamado con la claridad de un campanazo, supo que rodabas hacia un abismo y echó a correr en dirección al hospital. Entretanto en torno a tu cama se helaba el aire y se confundía el
tiempo y cuando los relojes marcaron de nuevo los segundos, ya era tarde para la muerte. Los médicos vencidos se habían retirado y las enfermeras se preparaban para desconectar los tubos y cubrirte con una sábana, cuando una de las pantallas mágicas dio un suspiro y
la caprichosa línea verde empezó a ondular señalando tu retorno a la vida. ¡Paula! te llamamos mi madre y yo en una sola voz y las enfermeras repitieron el grito y la sala se llenó con tu nombre.
Ernesto llegó una hora más tarde; había devorado la autopista y atravesado la ciudad como una exhalación. Hasta entonces no tenía duda que sanarías, pero en esta ocasión, vencido, de rodillas en la capilla, rogó simplemente para que cesara este martirio y descansaras por fin. Sin embargo, cuando te abrazó en la siguiente visita la vehemencia
del amor y el deseo de retenerte fueron más poderosos que la resignación. Te siente en su propio cuerpo, se adelanta a los diagnósticos clínicos, percibe signos invisibles para otros ojos, es el único que pareciera comunicarse contigo. Vive, vive por mí, por nosotros, Paula, somos un equipo chica mía, te rogaba, verás que
todo sale bien, no te vayas, seré tu apoyo, tu refugio, tu amigo, te sanaré con mi amor, acuérdate de ese bendito 3 de enero en que nos conocimos y todo cambió para siempre, no puedes dejarme ahora, estamos recién comenzando, nos queda medio siglo por delante. No sé qué otras súplicas, secretos o promesas te susurró al oído ese lunes tenebroso, ni cómo te sopló ganas de vivir en cada beso que te dio, pero estoy segura que hoy respiras por obra de su tenaz ternura. Tu vida es una misteriosa victoria del amor. Ya has superado la peor parte de la crisis, te están administrando el antibiótico preciso, han controlado tu presión y poco a poco cede la fiebre. Has vuelto al punto de
partida, no sé qué significa esta especie de resurrección. Llevas más de dos meses en coma, no me engaño, hija, sé cuán grave estás, pero puedes recuperarte por completo; el especialista en porfiria asegura que no tienes daño cerebral, la enfermedad sólo te ha
atacado los nervios periféricos. Palabras, palabras benditas, las repito una y otra vez como una fórmula de encantamiento que puede traerte la salvación. Hoy te habían colocado de costado en la cama y a pesar del aspecto torturado de tu pobre cuerpo, tu cara estaba
intacta y te veías hermosa como una novia dormida, con sombras azules bajo tus largas pestañas.
Las enfermeras te habían refrescado con agua de colonia y recogido el cabello en una gruesa trenza, que colgaba fuera de la cama como una cuerda marinera. No hay señas de tu inteligencia, pero vives y tu espíritu aún te habita. Respira, Paula, tienes que respirar...
Mi madre sigue regateando con Dios, ahora le ofrece su vida por la tuya, dice que de todos modos setenta años son mucho tiempo, mucho cansancio y muchas penas.
También yo quisiera ocupar tu lugar, pero no existen recursos de ilusionista para estos trueques, cada una de nosotras, abuela, madre e hija, deberá cumplir su propio destino. Al menos no estamos solas, somos tres. Tu abuela está cansada, trata de disimularlo, pero le pesan los años y durante estos meses de sufrimiento en Madrid el invierno se le ha metido en los huesos, no hay forma de darle calor, duerme bajo una montaña de frazadas y de día anda envuelta en chalecos y bufandas, pero no deja de temblar. Hablé largamente por teléfono con el tío Ramón para que me ayude a convencerla de que es hora de volver a Chile. No he podido escribir en varios días, sólo ahora, que empiezas a salir de la agonía, vuelvo a estas páginas. La relación discreta que compartimos con
Michael floreció con parsimonia, a la antigua, en el salón de la casa del Tata, entre tazas de té en invierno y copas de helados en verano.


Saludos para todos.
Puntos:
02-12-09 08:38 #4020890 -> 2485022
Por:pumuki01

RE: ¡NUEVO RELATO! si lo conoces.... ya sabes
El descubrimiento del amor y de la dicha de sentirme aceptada me transformaron ,la timidez dio paso a su carácter más bien explosivo y se terminaron esos largos períodos de rabioso silencio de la infancia y la adolescencia .Una vez por semana íbamos en su motocicleta a escuchar un concierto ,sábado por medio me permitia ir al cine ,siempre que regresara temprano ,y algunas Domingos mi abuelo lo invitaba a los almuerzoa familiares ,verdaderos torneos de resistencia .La sola comilona era una prueba rompe huesos :bocadillos de marisco ,empanada picante ,cazuela de gallina y pastel de choclo ,torta de manjar blanco ,vino con frutas y una jarra descomunal de pisco sour,el mas fatidico brebaje chileno .Los comensales competian en la hazaña de tragarse aquel ágape y a veces ,por afán de desafio ,antes del postre pedian huevos fritos con tocino .Los supervivientes ganaban así el privilegio de manifestar sus locuras particulares .A la hora del café ya estaban discutiendo a gritos y antes que pasaran las copitas de licor dulce habian jurado que ése era el ultimo Domingo de parrada familiar ,sin embargo a la semana siguiente se repetia con poca variantes la misma mortificación porque ausentarse habria sido un desaire inconcebible ,mi abuelo no lo habria perdonado .Yo temía esas reuniones casi tanto como los almuerzos en casa de Salvador Allende ,donde las primas me miraban con disimulo desprecio porque no sabia de que diablos hablaban. Vivian en una casa pequeña ,acogedora atiborrada de obras de arte ,libros valiosos y fotografías que si aun existiesen ,son documentos históricos .La politica era el unico tema en esa familia inteligente y bien informada ,La conversación volaba por las alturas en torno a los acontecimientos mundiales y de vez en cuando aterrizaba en los ultimos deyalles de la chismografía nacional ,pero en cualguier caso yo quedaba en la luna .En ese tiempo sólo leía novelas de ciencia ficción y mientras los Allendes planeaban con fervosr socialista la transformación del pais ,yo deanbulaba de asteroide en asteroideen compañia de estraterrestres tan escurridizos como los ectoplasmas de mi abuela.
En la prinera oprtunidd que su padres viajaron a Santiago ,Machael mes llevó a conocerlos .Mis futuros suegros me esperaban a tomar el té a las cinco de la tarde ,mantel armidonado ,porcelana inglesa pintada ,panecillos hechos en casa .Me recibieron co simpatía ,senti que sin conocerme me aceptaban agradecidos por el amor que yo prodigaba a su hijo .El padre se lavó las manos una docena de veces durante mi breve visita y al sentarse en la mesa retiro la silla con los codos ,para no ensuciárselas antes de la comida .Hacia el final me pregunto si era pariente de Salvador Allende y cuando asentí le cambió la expresión ,pero su natural cortesía le impidió manifestar sus ideas al respecto en nuestro primer encuentro ,ya habria ocasión de hacerlo mas adelante.
Puntos:
05-12-09 10:46 #4050940 -> 2485022
Por:melkiades

RE: ¡NUEVO RELATO! si lo conoces.... ya sabes
La madre de Michael me cautivó desde el comienzo, era un alma candorosa, incapaz de una mala intención, la bondad se asomaba en sus ojos líquidos color aguamarina. Me acogió con sencillez, como si nos conociéramos desde hacía años, y esa tarde sellamos un pacto secreto de ayuda mutua, que nos sería de gran utilidad en las pruebas dolorosas de los años siguientes. A los padres de Michael, que deben haber deseado para su hijo una muchacha tranquila y discreta de la colonia inglesa, no les costó mucho adivinar las fallas de mi carácter desde el comienzo, por lo mismo es admirable que me abrieran los brazos con tal prontitud.

No había cumplido aún diecisiete años cuando comencé a trabajar y desde entonces lo he hecho siempre. Terminé el colegio y no supe qué hacer con mi futuro; debí plantearme ir a la universidad, pero estaba confundida, quería independencia y de todos modos pensaba casarme pronto y tener hijos, ése era el destino de las muchachas de entonces. Deberías estudiar teatro, me sugirió mi madre, que me conocía más que nadie, pero esa idea me pareció completamente descabellada.
Puntos:
05-12-09 16:25 #4052602 -> 2485022
Por:cronostrple

RE: ¡NUEVO RELATO! si lo conoces.... ya sabes
Al día siguiente de mi graduación me
apresuré en buscar empleo de secretaria, porque no estaba preparada para otra cosa.
Había oído decir que en las Naciones Unidas pagaban bien y decidí aprovechar mis
conocimientos de inglés y francés. En la guía de teléfono encontré en lugar destacado una
extraña palabra:
FAO y sin sospechar de qué se trataba me presenté a la puerta, donde me recibió un
joven de aspecto descolorido –¿Quién es el dueño aquí? –le pregunté a quemarropa.
–No sé... Creo que esto no tiene dueño –murmuró algo perturbado.
–¿Quién es el que manda más?
–Don Hernán Santa Cruz –replicó sin vacilar.
–Quiero hablar con él.
–Anda en Europa.
–¿Quién es el encargado de dar empleo cuando él no está?
Me dio el nombre de un conde italiano, pedí una cita y cuando estuve ante el
impresionante escritorio de ese apuesto romano, le zampé que el señor Santa Cruz me
mandaba a hablar con él para que me diera trabajo. El aristocrático funcionario no
sospechó que yo no conocía a su jefe ni de vista y me tomó a prueba por un mes, a pesar
de que presenté el peor examen de dactilografía de la historia de esa organización. Me
sentaron frente a una pesada máquina Underwood y me ordenaron que redactara una
carta con tres copias, sin decirme que debía ser comercial. Escribí una carta de amor y
despecho salpicada de faltas porque las teclas parecían tener vida propia, además puse el
papel carbón al revés y las copias salieron impresas en la parte de atrás de la hoja.
Buscaron el puesto donde pudiera hacer menos daño y fui asignada temporalmente de
secretaria a un experto forestal argentino cuya misión era llevar la contabilidad de los
árboles del globo terráqueo. Comprendí que mi suerte no podía durar mucho más y me
dispuse a aprender a escribir a máquina correctamente en cuatro semanas, contestar el
teléfono y servir café como una profesional, rogando en secreto para que el temido Santa
Cruz tuviera un accidente mortal y no regresara jamás. Sin embargo, mis súplicas no
fueron escuchadas y al mes justo regresó el dueño de la FAO, un hombronazo enorme,
con aspecto de jeque árabe y vozarrón de trueno, ante quien los empleados en general y
el noble italiano en particular, se inclinaban con respeto, por no decir terror. Antes de que
se enterara de mi existencia por otros medios, me presenté en su oficina para contarle
que había usado su santo nombre en vano y estaba dispuesta a hacer las penitencias
correspondientes.
Una carcajada estentórea recibió mi confesión.
–Allende... ¿de cuáles Allendes eres tú? –rugió por fin, cuando terminó de secarse las
lágrimas.
–Parece que mi padre se llamaba Tomás
Puntos:
05-12-09 16:29 #4052614 -> 2485022
Por:cronostrple

RE: ¡NUEVO RELATO! si lo conoces.... ya sabes
–¡Cómo que parece! ¿No sabes cómo se llama tu padre?
–Nadie puede estar seguro de quién es su padre, sólo se puede estar seguro de la madre
–repliqué con la dignidad en alto.
–¿Tomás Allende? ¡Ah, ya sé quién es! Un hombre muy inteligente... –y se quedó mirando
el vacío, como quien se muere de ganas de contar un secreto y no puede.
Chile es del tamaño de un pañuelo. Resultó que ese caballero con actitud de sultán era
uno de los mejores amigos de juventud de Salvador Allende, además conocía bien a mi
madre y a mi padrastro, por esas razones no me puso en la calle, como el conde romano
esperaba, sino que me trasladó al Departamento de Información, donde alguien con mis
recursos imaginativos estaría mejor empleada que copiando estadísticas forestales, según
me explicó. Me soportaron en la FAO durante varios años, allí hice amigos, aprendí los
rudimentos del oficio de periodista y tuve mi primera oportunidad de hacer televisión. En
los ratos libres hacía traducciones de novelas rosa del inglés al español. Eran historias
románticas cargadas de erotismo, todas cortadas por el mismo molde: hermosa e inocente
joven sin fortuna conoce a hombre maduro, fuerte, poderoso, viril, desilusionado del amor
y solitario, en un lugar exótico, por ejemplo una isla polinésica donde ella trabaja como
institutriz y él posee un latifundio. Ella es siempre virgen, aunque sea viuda, de senos
mórbidos, labios túrgidos y ojos lánguidos; mientras él luce sienes de plata, piel dorada y
músculos de acero. El terrateniente es superior a ella en todo, pero la institutriz es buena
y bonita. Después de sesenta páginas de pasión ardiente, celos e incomprensibles intrigas,
se casan, por supuesto, y la doncella esdrújula es desflorada por el varón metálico en una
atrevida escena final. Se necesitaba firmeza de carácter para permanecer fiel a la versión
original y a pesar de los esmeros de Miss Saint John en el Líbano, la mía no alcanzaba
para tanto. Casi sin darme cuenta introducía pequeñas modificaciones para mejorar la
imagen de la heroína, empezaba con algunos cambios en los diálogos, para que ella no
pareciera completamente retardada, y luego me dejaba arrastrar por la inspiración y
alteraba los finales, de modo que a veces la virgen concluía sus días vendiendo armas en
el Congo y el hacendado partía a Calcuta a cuidar leprosos. No duré mucho tiempo en ese
trabajo, a los pocos meses me despidieron. Para entonces mis padres habían regresado
de Turquía y vivía con ellos en un caserón estilo español de adobe y tejas en los faldeos
de la cordillera, donde era bastante difícil trasladarse en bus e imposible conseguir
teléfono.
Tenía una torre, dos hectáreas de huerto, una vaca melancólica que jamás dio leche, un
cerdo a quien debíamos sacar a escobazos de los dormitorios, gallinas, conejos y una
mata de calabazas enredada en el techo; los enormes frutos solían rodar desde lo alto,
poniendo en peligro a quienes tuvieran la mala suerte de encontrarse abajo. Atrapar el
bus para ir y venir de la oficina se convirtió en una obsesión, me levantaba al amanecer
para llegar a tiempo en las mañanas y en la tarde el vehículo iba repleto, de modo que
visitaba a mi abuelo y allí esperaba la noche para encaramarme en uno con menos
pasajeros. Así nació la costumbre de ir cada día a ver al viejo y llegó a ser tan importante
para ambos, que sólo fallé cuando nacieron mis hijos, durante los primeros días del Golpe
Militar y una vez que quise pintarme los pelos de amarillo y por un error del peluquero
terminé con la cabeza verde. No me atreví a aparecer delante del Tata hasta que conseguí
una peluca de mi color original. En invierno nuestra casa era una mazmorra gélida
goteando por los techos, pero en primavera y verano resultaba encantadora, con sus
vasijas de barro desbordantes de petunias, el zumbido de las abejas y trinar de los
Puntos:
08-12-09 21:59 #4075239 -> 2485022
Por:luna 68

RE: ¡NUEVO RELATO! si lo conoces.... ya sabes
.............pájaros, el aroma de flores y frutas, los tropezones del cerdo entre las piernas de las visitas y el aire puro de las montañas.
Los almuerzos dominicales se trasladaron de la casa del Tata a la de mis padres, allí se juntaba la tribu para destrozarse puntualmente cada semana. Michael, quien provenía de un hogar pacífico donde imperaba la mayor cortesía, y a quien el colegio había condicionado para disimular sus emociones en todo momento, excepto en las canchas deportivas donde había libertad para comportarse como un bárbaro, era mudo testigo de
las pasiones desmedidas de mi familia.
Ese año murió el tío Pablo en un extraño accidente aéreo. Volaba sobre el desierto de Atacama en una avioneta y el aparato estalló en el aire. Algunos vieron la explosión y una bola incandescente cruzando el cielo, pero no quedaron restos y, después de peinar la región meticulosamente, las cuadrillas de rescate regresaron con las manos vacías. Nadahabía para enterrar, el funeral se llevó a cabo con un ataúd vacío. Tan abrupta y total fue la desaparición de este hombre a quien tanto amé, que he cultivado la fantasía de que no quedó reducido a cenizas sobre esas dunas desoladas; tal vez salvó de milagro, pero sufrió un trauma irrecuperable y hoy vaga en otras latitudes convertido en un anciano
plácido y sin memoria, que nada sospecha de la joven esposa y los cuatro niños que dejó atrás. Estaba casado con una de esas raras personas de alma diáfana destinadas a purificarse en el esfuerzo y el sufrimiento. Mi abuelo recibió la amarga noticia sin un gesto, apretó la boca, se puso de pie apoyado en su bastón y salió cojeando a la calle
para que nadie pudiera ver la expresión de sus ojos. No volvió a hablar de su hijo favorito, tal como no mencionaba a la Memé. Para ese viejo valiente, mientras más profunda la herida más privado era el dolor.
Había cumplido tres años de amores relativamente castos, cuando oí hablar entre mis compañeras de oficina de una maravillosa píldora para evitar embarazos, que había revolucionado la cultura en Europa y los Estados Unidos y ahora se podía conseguir en algunas farmacias locales. Traté de indagar más y me enteré que sólo era posible comprarla con una receta médica, pero no me atreví a recurrir al inefable doctor Benjamín
Viel, quien para entonces se había convertido en el gurú de la planificación familiar en Chile, y tampoco me alcanzó la confianza para hablar del tema con mi madre. Por lo demás, ella tenía demasiados problemas con sus hijos adolescentes como para pensar en píldoras mágicas para una hija soltera. Mi hermano Pancho había desaparecido de la casa tras las huellas de un santón que reclutaba discípulos proclamándose el nuevo Mesías. En realidad este personaje tenía una ferretería en Argentina y el asunto resultó un complejo fraude teológico, pero la verdad afloró mucho después, cuando mi hermano y otros jóvenes ya habían malgastado años persiguiendo un mito. Mi madre hizo lo posible por arrancar a su hijo de aquella misteriosa secta y de hecho fue a buscarlo un par de veces cuando mi hermano tocó el fondo de la desilusión y pidió socorro a la familia. Lo rescataba de oscuras pocilgas, donde lo encontraba hambriento, enfermo y traicionado,
sin embargo apenas recuperaba fuerzas desaparecía de nuevo y durante meses no sabíamos su paradero. De vez en cuando llegaban noticias de sus andanzas en Brasil aprendiendo artes de vudú, o en Cuba entrenándose para revolucionario, pero ninguno de esos rumores tenía verdadero fundamento, en realidad nada sabíamos de él. Entretanto
mi hermano Juan pasó un par de años poco afortunados en la Escuela de Aviación. Al poco tiempo de ingresar comprendió que carecía de aptitud y resistencia para soportar aquello, que detestaba los absurdos principios y ceremonias militares, que la mismísima patria le importaba un bledo y que si no salía de allí pronto perecería en manos de los
cadetes mayores o cometería suicidio. Un día se escapó, pero la desesperación no lo llevó muy lejos, llegó a la casa con el uniforme en harapos y tartamudeando que había desertado y si lo agarraban sería sometido a juicio militar, y en caso de salvarse de ser fusilado por traición a la patria pasaría el resto de su juventud en una mazmorra. Mi
madre actuó rápido, lo escondió en la despensa, hizo una promesa a la Virgen del Carmen, patrona de las Fuerzas Armadas de Chile para que la ayudara en su empresa, luego partió a la peluquería, se vistió con su mejor vestido y pidió audiencia con el Director de la Escuela. Una vez en su presencia, no le dio tiempo de abrir la boca, se le fue encima, lo cogió por la ropa y le gritó que él era el único responsable de la suerte de su hijo, que si acaso no se daba cuenta de las humillaciones y torturas que sufrían los cadetes, que si algo le sucedía a Juan ella se encargaría de arrastrar por el barro el nombre de la Escuela, y siguió bombardeándolo de argumentos y sacudiéndolo hasta que el general, vencido por esos ojos de pantera y el instinto maternal suelto, aceptó a mi hermano de regreso en sus filas.
Pero volvamos a la píldora. Con Michael no hablábamos de esos groseros detalles, nuestra formación puritana pesaba demasiado.
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Asi estamos Por: indignadojunio2011 10-06-12 16:00
indignadojunio2011
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! FELICIDADES A TODOS LOS ANTONIOS/AS¡ Por: No Registrado 13-06-09 20:01
No Registrado
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ATENCION!!! LOS DIEZ SECRETOS??? Por: ESTUPIDEZ 20-01-09 22:28
ESTUPIDEZ
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Foro-Ciudad.com - Ultima actualizacion:07/08/2020
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