Vilches - Jaen

Los diputados tienen 52 días de vacaciones ahora en Navidad, desde hoy hasta el 12 de febrero.

Además, durante los únicos meses del año en los que se celebran plenos extraordinarios (desde febrero a junio y de septiembre a diciembre) los diputados sólo están obligados a ir al Congreso de martes a jueves, librando así los lunes y viernes, además de los fines de semana.

También disfrutaron los puentes del 24 de abril al 7 de mayo con la excusa de que el 1 de mayo era miércoles, 12 días en total.O el que hicieron del 9 al 21 de mayo, 11 días, lo justificaron porque el 15 era festivo, San Isidro, en Madrid.

En julio y agosto no hay plenos.

Todo ésto es una manifestación más de ese espíritu de entrega, de trabajo y de sacrificio del que hacen gala nuestros "representantes" en favor del pueblo.

Claro, que Sus Señorías trabajan mucho en sus despachos el resto del tiempo, aunque no tienen ningún jefe al que rendir cuentas, ni los controlen, ni les exijan..., como tenemos los demás ciudadanos.

Y es que nuestros "representantes" han realizado un esfuerzo muy superior al de los demás y por eso se merecen esos "pedazos" de vacaciones. Y yo no pido que se las quiten, ¡qué va, faltaría más! Lo que pido es que nosotros tengamos las mismas que ellos. Eso sería igualdad y justicia, que tanto proclaman en sus discursos.

Es normal tantas vacaciones... Ellos se esfuerzan en robarnos y recortar los derechos y eso es muy agotador... A parte tienen que tener suficientes dias para disfrutar de sus mega sueldo y sus casas dudosamente pagadas.
Son todos iguales, lo que no sé es hasta cuando los ciudadanos vamos a estar aguantando tantas vejaciones!!!!

Actualmente, en el Congreso de los Diputados hay 350 personas que representan a los 13 grupos parlamentarios:
PP, PSOE, CiU, IU, Amaiur, UPyD, PNV, ERC, BNG, CC, Coalicció Compromís, Foro de Ciudadanos y Geroa Bai.
Que yo sepa, ni una de esas 350 personas ni ninguno de esos 13 partidos políticos han abierto la boca para decir que esos privilegios son inmorales (porque sólo los tienen ellos) y que hay que recortarlos. Lo que demuestra la "ideología" de nuestros representantes, su código ético, el sentido que tienen de la equidad, hasta qué punto están dispuestos a luchar por la justicia social y lo que podemos esperar de ellos.

Por otra parte, los ciudadanos (al menos una amplia mayoría)aguantamos lo que nos echen y encima somos capaces de pelearnos con el vecino, el compañero, el amigo y hasta con la familia si hace falta, por defender a capa y espada el buen hacer y la honradez de los nuestros, frente a la corrupción y los desaguisados de los contrarios, que son los malos y los culpables porque todo lo hacen mal. Con semejante actitud, esta casta de políticos incompetentes siempre va a contar con seguidores incondicionales, fieles y hábilmente adoctrinados, que asegurarán su permanencia por los siglos de los siglos.

La partitocracia, tan cómodamente instaurada en el poder, pretende confundirnos haciéndonos creer que democracia es votar cada cuatro años, que son las migajas que nos dejan a los ciudadanos. Pero para llegar a la auténtica democracia queda un larguísimo camino por recorrer.

¡Suerte en la lotería!

Desde el pasado jueves por la tarde (día 10) y hasta el martes 29 de abril, nuestros "representantes" disfrutan de las vacaciones de Semana Santa. Son d i e c i o c h o días de descanso continuado los que tienen. Y yo pienso que si el evento dura una semana, ¿por qué tienen tantos días? ¡No lo entiendo! Pero, seguro, que seguirán trabajando por su cuenta, tal es su sentido del deber y su desvelo por la buena marcha del país.

Digo yo que, siguiendo su ejemplo, los curritos de a pie podríamos decirle a nuestro jefe que vamos a estar dieciocho días sin aparecer por el trabajo, pero que vamos a seguir trabajando desde casa. Si cuela para los diputados, ¿por qué no para los demás? ¿O es que hay privilegios?

Bueno, aunque bien pensado, puede que tantas vacaciones tengan una explicación lógica y sea que dedican esos días a hacer penitencia. Entendido así, necesitan más tiempo para poder redimir sus pecados cometidos contra la ciudadanía. ¡Ahora sí lo entiendo!