Hace muy poco tiempo que un amigo falleció a consecuencia de un cáncer de pulmón, originado por el tabaquismo. Mi amigo, para justificar lo injustificable, decía que "de algo hay que morir". Estoy convencida de que cuando decía ésto, no podía sospechar que su muerte estaba tan horriblemente próxima y a una edad tan escalofriantemente temprana.
Él se ido y ha dejado a una viuda destrozada, sola, con muchos problemas por resolver, a unos huérfanos desorientados, que siguen necesitando del amor y la guía de su padre, a unos amigos que le echamos mucho de menos...
A mi amigo, que era una persona excepcionalmente valiosa, le hubiera gustado seguir viviendo, estoy segura, para ver a su familia feliz, a sus hijos crecer, para seguir disfrutando de lo que le gustaba, para acabar su proyecto de vida, que ha quedado a medias...
A mi amigo, y a todos los que le seguimos queriendo, nos habría encantado que pudiera haber tenido una segunda oportunidad... Demasiado tarde.
Para los que todavía estáis a tiempo, por favor, no os autoengañéis y dejad de fumar ya. Si mi amigo pudiera, sería él quien os lo pediría.