Torredonjimeno - Jaen

Está claro que somos animales de costumbres.

¡Pero qué monos tan monos! ¡Y son cinco monos! ¡Qué monos que salen los cinco! Cinco monos muy monos que son cinco monos.
¿Suena de algo? A ver, a ver que piense... cinco... cinco... cinco monos... cinco... No, definitivamente no puede ser, esos cinco que me vienen al pensamiento no son tan monos.
¿Otra manera? En eso andamos, por fin, tratando de vivir de otra manera para Torredonjimeno y, sobre todo, EN Torredonjimeno, que es todavía más importante.
Por lo demás, qué aburrido sería tantos monos iguales en todas partes, ¿no? Monos en toda España, en toda Andalucía y los científicos controlando a monos tan igualitos... ¿quiénes serían los científicos? ¿Algún físico, menos inteligente que Einstein pero físico, después de todo? No me convence, los monos son muy monos pero son todos iguales.
Y nada, que si los monos no se atreven a coger la banana es problema de los monos, así de pusilánimes, de perezosos o de estúpidos (por seguir con Einstein) que son estos cinco monos.

Muy bonito lo que escribes.... pero cargado de maldad.....

Creo que no has captado el mensaje.

Si lees, por ejemplo, las parábolas de Jesús, espero que no te fijes sólo en las historias que contaba sino también, y eso es lo importante, en el mensaje que quería trasladar a la gente que lo escuchaba. Es una técnica muy utilizada también en politica: izquierda y derecha. Puede que este vídeo no sea un experimento y sólo sea una parábola con un mensaje fácil de comprender por todos.

En relación con Torredonjimeno, por ejemplo, a la hora de gestionar el dinero de nuestros impuestos, antes de gastar un céntimo, los que tienen encomendada la función de gastarlo deberían antes rezar una oración, aunque sea una oración laica, porque el dinero público, además de ser de todos, debería ser considerado un bien sacrosanto y no un simple dato del presupuesto que obligatoriamente hay que ejecutar al final del año, a veces sin tener en cuenta su verdadero valor: el valor del sudor de la frente de los que pagan impuestos. Esto se les debería exigir también a los mandatarios de las Comunidades Autónomas y del Estado.

Un paradigma es unas forma de actuar y de pensar adquirida respecto a algo, sin ser conscientes de que ese algo se puede resolver de otra manera distinta. El ejemplo se refiere a que en Torredonjimeno se pueden hacer las cosas y abordar los problemas de forma distinta ya que hasta ahora la cosa no ha ido muy bien que digamos.