Santisteban del Puerto - Jaen

Me cuentan, que ese tipo alto que muchas veces al pasar por la plaza he visto charlando con sus compatriotas, al parecer no llevaba bien que su mujer, no quisiera continuar con él, valiente decisión, viniendo de una cultura donde la mujer es pertenencia del hombre, la mujer no es dueña ni de mostrar su rostro, porque el susodicho valiente, armado con un arma blanca se ha presentado en casa de la chica, y le ha destrozado la cara, perdiendo un ojo, y veremos a ver el otro, un triste suceso digno de hacernos meditar, pues la violencia machista, no acaba por muchas campañas inútiles cargadas a veces de discriminación positiva, en este país, que hasta hace dos días éramos como en esos países donde lapidan a gente sólo por el hecho de llevar pantalones, salvando las distancias. Los hombres tenemos mucho que decir en este tema, pues sin tener conciencia de ello tal vez, todos llevamos un poso de todo esto en nuestro interior, y entre los hombres existe aún mucho ego relacionado con la capacidad de poseer la vida de otras personas. Y en muchas conversaciones de hombres, existen muchos detallen que no ayudan a que esto cambie.

Cuanta razón llevas mefisto. Creo que debemos concienciarnos los hombres ante todo, en que la violencia de género no es un problema solo de las que lo sufren, en su mayoría mujeres, sino de la sociedad. No es un problema de aquella vecina que sufre el maltrato de su marido, ni tampoco de esa pobre chica, a la que han matado hoy y que hemos visto en las noticias. Tampoco es solo el problema de esa amiga que conoces y que intentas aconsejar, o de aquella otra, que van diciendo por ahí... es un problema de todos, yo diría un problema de masas. Porque cuando existe un problema común tan grave y que está llegando a tales términos, lo más eficaz es buscar una solución común. Solo nos preocupamos de las cosas, cuando las sufrimos en nuestras propias carnes o quizás, llegando ya muy lejos, cuando las vive alguien cercano. Y nunca nadie llegó lejos, caminando en linea recta.
En cuanto a esos detalles que bien dices, sabemos que vivimos en una sociedad en la que el hombre, aún se aferra en mantener su puesto privilegiado durante la historia (por supuesto, sin ofender a nadie y mucho menos sin generalizar), pero eso está cambiando. Que cada uno consiga lo propio con su esfuerzo y méritos, no por ser hombre o mujer. Por eso, los que vivimos con los tiempos y nos damos cuenta de la realidad, debemos de ayudar a aquellos que aún conservan ciertas ideas discriminatorias y por supuesto, limar esos pequeños detalles, que muy bien dices.... un abrazo