Santisteban del Puerto - Jaen

Héroes sin relevo

Todavía son 20.000 los misioneros católicos españoles repartidoS por el ancho mundo conviviendo solidariamente con todas las etnias y clases sociales. Dos tercios de los misioneros españoles son mayores de 63 años y la edad media del colectivo ronda los 65.

Muchísimos son los testimonios de los misioneros, auténticos héroes o santos de hoy, e aquí unos cuantos:

El jesuita Luis Ruiz, el apóstol de los leprosos, con 90 años y más de 50 de ángel guardián primero de los pobres y refugiados de Macao y, después, de los leprosos de la China.

O la misionera de Berriz, Rosario Arberas, que pasó 50 de sus 78 años, en las islas de Micronesia y quiere «morir con su gente».

O el obispo carmelita descalzo, natural de Burgos, Gonzalo López, de 70 años y 33 en la amazonía ecuatoriana, luchando por los indígenas y creando una red de comunidades de base que dan rostro a otra Iglesia.

O el padre blanco navarro Patxi Otondo, que pasó 35 de sus 63 años en Africa, en el Congo, «compartiendo las sucesivas guerras y el dolor, pero también la esperanza y las ganas de vivir de la gente».

O Vicente Ferrer, hoy gestionan cinco hospitales y cientos de escuelas, levantados con las donaciones de 130.000 padrinos. También llevó adelante miles de programas de ayudas a agricultores para dotar de agua sus poblados y de créditos sus actividades. Es el imperio de la cooperación, una tarea impresionante incluso para quienes, como el asturiano Padre Ángel, están siguiendo sus pasos con tesón y bondad increíbles.

Aunque la Madre Teresa, no es nacida en España, vale la pena tenerla en cuenta. Premio Nobel de la Paz en 1979.
Fundadora de las Misioneras de la Caridad, fue testimonio vivo de amor a Jesucristo por su entrega total a servirle en los "más pobres entre los pobres". Su ejemplo ha sido un reto a la conciencia de la humanidad. En un tiempo marcado por la rebelión, la Madre Teresa defendió fuertemente la fidelidad al magisterio de la Iglesia, la santidad de la vida humana, la familia y la moral. Nos enseñó la verdadera dignidad de la mujer convirtiéndose en madre de todos.

esta Iglesia todo el mundo la conoce pero nadie quiere reconocerla. una pena esta descriminación en no reconocer tantos hombres y mujeres dando sus vidas por amor a Dios y al hombre......... siempre nos fijamos en aquellos que la quieren hundir desde dentro. desde su entrañas...... donde se dan tantos escandalos para difamarla y hacer mal.... pero lo demas.....?