Santisteban del Puerto - Jaen

YO CREÍ
Que mientras aquí las personas denominan “virtual” a cualquier sentimiento, yo siempre creí que todos los sentimientos eran reales.
Yo creí en todo lo que sentí y oí.
Yo creí de la misma manera en que las personas creen en otras cuando están frente a frente.
Yo creí en la boca que hablaba y en los dedos que escribían bonitas palabras para mí.
Yo creí que las personas cambian, que el carácter se modifica, que nos necesitamos demasiado para saber vivir en la verdad y con honestidad.
Yo creí que sólo bastaba con hablar con el corazón y dejar que los dedos escribieran libremente.
Yo creí y no recelé hasta el momento en que me di cuenta de que solamente “YO” había hecho “mi realidad” de la “virtualidad” que aquí impera.

Parece complicado para esas personas entender que cuando se apaga el monitor, el sonido y todos los recursos para estar “en línea”, no hay forma de “apagar” a la persona que está del otro lado.
No se eliminan placeres, alegrías e intercambios como si fueran un virus.
Nuestra memoria, no se formatea.

Yo creí… y hoy llevo mis sentimientos en la memoria, y todavía tengo un poquito de esperanza en que del otro lado exista alguien semejante y no solo cables conectados a un ordenador enviando cualquier cosa hacia cualquier lugar.
No olvidemos nunca que detrás de cada pantalla de ordenador existen personas con sentimientos reales… no juguemos con ellas.

CREER QUE ES POSIBLE
“Lo único que se interpone entre un hombre y lo que quiere en la vida, es a menudo, la voluntad de intentarlo y la fe para creer que es posible”.

Abrazos afectuosos de 90-10