Santisteban del Puerto - Jaen

HOY ESTOY… NO SÉ COMO… PERO NECESITO –POR LO MENOS- COMUNICAR MIS SENTIMIENTOS… PUES, AUN TENGO TIEMPO DE SEGUIR AMANDO.

Voy a por los 59 años, repasando a grandes rasgos mi vida me veo algunas veces con las manos vacías, otras, con las manos llenas y las más de las veces pensando en cómo hacerlo mejor cada día, para al menos, que mis hijos sientan con toda sinceridad: “Mi padre, tenía muchos defectos (gracias a Dios), pero también tenía algunas virtudes (gracias a Dios) o capacidades que son las que más recordamos con verdadera alegría y ocupan nuestro corazón”. Para ello, no veo otra forma de conseguirlo que amándoles, tal cual son, aunque en ocasiones, me sangre el corazón, por la ceguera en la que caen, tal vez, por la falta experiencia en el vivir de cada día. ¿Cómo me gustaría traspasarles mi propia experiencia? Pero eso es imposible, es como si el abuelo le quisiera implantar toda la experiencia y sabiduría a su nieto de 14 ó 15 años –cuando empieza la edad más difícil-. Cada persona tiene su momento de crecimiento y madurez, pero qué duda cabe cómo los padres nos toca sufrir, más aún en estos tiempos de tanta incertidumbre e inseguridad. Pero… ¿qué tiempos han sido los mejores? ¿Qué generación ha sido la que más ha disfrutado del vivir día a día? No lo sé, nuestros padres y abuelos, pasaron una guerra civil, después una posguerra, continuación, el éxodo, abandonar nuestra patria chica por otras que si bien, nos ha ido, en su mayoría estupendamente, la nostalgia, nos invade por todos los rincones del alma.

Riquezas no tengo, sólo mi pisito, pero francamente, por los frutos te recordaran, y dada mi experiencia, el mejor fruto que les puedo dejar es el amor.
Así que, reforzaré más mi amor por ellos. Sin echarles en cara nada, sin condiciones, sin esperar a que sean más perfectos cada día, pues he de mejorar mi visión de ellos asumiendo perfectamente que mis hijos son imperfectos, lo cual significa que seguirán metiendo la “pata hasta el cuello” como yo.

Y a mi mujer, darle las gracias porque en esta carrera del amor, me lleva muchos kilómetros de distancia y tiempo. ¡Cómo sois las mujeres! ¡Cuanta sabiduría hay en vuestras almas!

Con todo mi afecto.
Montizón.

Hola paisanos,
Sr. Montizón, quiero decir que su comentario tiene mucha “tela”, primero me gustaría tener mas tiempo (siempre) para contestarle, solo tengo, y poco, para leerles y en resumidas cuentas, a este comentario suyo no encuentro la palabra para decirle simplemente…….,¡IMPRESIONANTE!
Saludos de MIA