Quesada - Jaen

No deja de sorprendernos este Manolo Chaves desde que en el programa Tengo una pregunta para usted un cocinero de Málaga lo desarmó al entrar de lleno en el tema de sus ahorros. Creo que desde entonces maldijo el día en que a alguien de su equipo se le ocurrió la genial idea de legislar para publicar los dineros y propiedades de los gobernantes. No sabía en ese momento que la exposición pública de estos datos lo empezaría a traer por la calle de la amargura, ya que ningún periodista del no régimen dejaría pasar estos datos. Pero es la ínfima cantidad que dice tener ahorrado y las propiedades que dice tener la que de verdad mosquea.

Algunos se preguntan en manos de quién hemos estado todos estos años como Presidente de la Junta de Andalucía cuando como persona no ha sido capaz de ahorrar en todos estos años. Pero lo que más nos llama la atención es que a su cargo se le unen los usos de los coches oficiales, los teléfonos corporativos y las comidas protocolarias, lo que hace que su sueldo tenga más peso con estos anexos del cargo que ha venido ocupando. Los andaluces deben tener el derecho de saber en qué se gasta hasta la última peseta de sus impuestos y que todo esto sea público y transparente.

Recuerdo que hace unos años el propio Chaves lanzó la idea y la promesa de hacer público a los ciudadanos y ciudadanas andaluces los cobros de dietas de los cargos políticos andaluces de la Junta de Andalucía. Este registro a lo mejor nos aclaraba algo más a todos los andaluces del peso que de verdad tiene el sueldo de nuestros dirigentes regionales. Creo que si, además, se publican las horas y el uso diario o mensual de los coches oficiales y los gastos completos de sus comidas de trabajo o las protocolarias, los datos los tendríamos más nítidos y podríamos tener una visión más amplia.

El problema es que nada de esto se sabe, es como un secreto de estado, pues habría que legislar para que los ciudadanos sepan y, sobre todo, vean qué hacen nuestros gobernantes con los recursos públicos que se ponen a su disposición. Si de verdad, como les duele la boca de decir, quieren una administración transparente que den un paso adelante y promuevan una batería de medidas legislativas que de cuerpo a esa transparencia. Debemos saber no sólo qué ganan nuestros gobernantes, pues eso ya viene en el Boja, sino ver ese registro de dietas, usos de coches oficiales, de alquileres, de teléfonos y de comidas, por poner algunos ejemplos. Otro asunto sobre el que se podría legislar sería el establecer un registro central de regalos que se reciben en razón del cargo, etiquetados e inventariados.

Pero volviendo a Don Manué, parece que se nos cabrea cuando se le pregunta por sus declaraciones patrimoniales y sus ahorros cuando responde que no ha ahorrado porque no le ha dado la gana. Y ese cabreo creo que no lo disimula desde que ese malvado cocinero le sacara los colores con una simple pregunta. Que fuera un trabajador, a los que ellos dicen representar el que metiera el dedo en la yaga, creo que es lo que lo tiene díscolo al hombre. También nos ha dejado dicho que “He hecho una gran inversión en mis hijos y también me he pegado algunos viajes con mi mujer. Hay opciones en la vida más que ahorrar”. Lo que nos indica, por otro lado, un padre que se ha preocupado por sus hijos y que ha invertido su patrimonio en ellos.