A ellos les da la risa Ya se anuncia a bombo y platillo que este año creceremos al 1 %, esto quiere decir que iremos a mejor cosa que hay que celebrar. ¿Esto significa que se acabara con la desnutrición de niños, con los recortes en los medicamento, con los desahucios, con la miseria del empleo, etc?, me temo que no. Este 2014 seguro que vamos a seguir igual o peor, claro me refiero al los de abajo. Los que dicen estas cosas me recuerdan a los que anunciaban los brotes verdes, así nos luce el pelo. Me gustaría ser optimista, pero la realidad es testaruda, en las crisis anteriores había la esperanza de que cuando fluya el dinero habría trabajo, la construcción, la manufacturación y los servicios se activarían, o sea el trabajo, ahora no veo luz. Para ocupar a cinco o seis millones de personas, haría falta fabricar muchas cosas a precios de los chinos, lo que quiere decir que volveríamos a ir al trabajo con la bicicleta y los más afortunados con la mobilete, como ocurría en los años sesenta. Quizás sea eso lo que están buscando y consiguiendo los que nos gobiernan, porque con las reformas hechas y las que anuncian es adonde nos llevan. Es verdad que en estos años de bonanza todos nos hemos pasado de rosca, ( mi abuela decía que el bolsillo del pobre se llena muy pronto), y yo añado que también se vacía pronto, pero esto no justifica el desastre que esta ocurriendo con los mas desfavorecidos, el daño ya esta hecho. De la historia se pueden sacar muchas lecciones, es verdad que siempre ha habido corrupción y abusos del poder, sin embargo hoy día se producen dos factores diferenciales a lo que era habitual, uno es el mayor grado de cultura de la población y las nuevas fuentes de información y comunicación que se ponen a nuestro servicio. Aunque fuera verdad que este año se diera salida a la crisis, ¿estamos en condiciones de olvidar?, yo no, mi herramienta para defenderme de ellos solo es un voto, dedes luego que lo utilizare en contra de ellos, tanto de unos como de los otros, no veo diferencias, su objetivo no es servir al pueblo sino usar al pueblo para su bienestar. Es demasiado el daño causado para olvidar, es demasiado que a sabiendas y sin piedad se pueda perjudicar tanto a los mas débiles con el fin único del beneficio su casta. Cuanta satisfacción seria el ver a los causantes del desastre ajusticiados de verdad. Hoy gracias a los medios de que disponemos el que se deje engañar es porque quiere, y depende de nosotros mismos el dar oportunidades a nueva gente que de momento yo les concedo el beneficio de la duda |