Mancha Real - Jaen

Una pregunta inocente, amigos de Mancha Real ¿De dónde salen esos tres millones y medio de euros que le cuesta Miguel Hernández a la Diputación Provincial de Jaén? ¿De los Eres o de otras fuentes no menos oscuras? No era de Jaén. Sólo estuvo allí durante la guerra.

¿Cantó a Jaén? Cantó a la guerra civil en Jaén, más cruel y atroz y sangrienta que en la mayor parte de las provincias espanolas. Estuvo allí en abril del 37 precisamente, cuando se apretó el cerco del santuario de la Virgen de Cabeza (que cayó el primero de mayo), donde estuvo en primera fila con ese gesto hosco y duro e irreconciliable que le caracterizaba, y que muestra en las fotos que se conservan de él allí entonces.

Y estaba allí cuando ocurrieron las sacas de Mancha Real, precisamente (...) ¿Estuvo en la Mancha él en persona, arengando -y levantando la moral- a los pelotones que fusilaban? Cabe preguntárselo. Un poeta guerracivilista, Miguel Hernández, ilustre desconocido antes, que sólo se dio a conocer en la guerra civil y al que no se recuerda y se celebra mas que asociándolo a uno de los bandos beligerantes entonces.

Y cantó a las aceitunas y a los aceituneros, sí, un pasado que no vuelve. Porque ni en la Mancha ni en toda la provincia de Jaén hay ya aceituneros. ¿Por qué? Porque los que lo eran, o dejaron de serlo o no quisieron que sus hijos y nietos lo siguieran siendo de ninguna manera, tan simple como eso.

Y que superaron para siempre (¡a dios gracias!) ese toque rustico pueblerino -de cabrero, lo que era, lo que le iba y le fue siempre- que Miguel Hernandez muestra en cambio en las fotos que de él se conservan, sobre todo en las de la guerra. ¿Un canto de amor ese himno de la provincia de Jaén (por decision de los jerarcas socialistas)? De enfrentamiento y de odio de clase, no creo que me lo pueda negar aquí ninguno.

¿Buen poeta? A quien le guste. Y confieso que a mí no me gustó nunca. En parte tal vez porque nos lo metían por los ojos a mi paso por la Universitaria madrileña. Como una consigna o un parte de guerra. Aquí os dejo el artículo que he dedicado hoy en mi blog al tema

https://uanfernandezkrohn.blogspot.be/2013/12/me-duele-jaen-cuento-de-miguel-hernandez.html

Saludos a todos (sin acrimonia)

Deberia ud. lavarse la boca para hablar de este POETA conocido y admirado en el mundo entero (menos ud.) y le dire una cosa a EL afortunadamente le conocemos y lo admiramos a ud. tambien le conocemos........Como dice ud. (sin acrimonia) (no le envio saludos) perdoneme.

señor Fernández crown yo creo que usted no está bien de la perola además de historia está usted pegao además se ve que hace tiempo que usted no viene por Mancha Real tampoco es que me importe mucho pero si le digo que si hay aceituneros y por si no lo sabe sí que estuvo el poeta emparentado en Jaén puesto que su compañera era de Jaén. no sé yo muy bien donde tenga ustéd los conocimientos universitarios cuando habla de la manera que habla así que a informarse mejor y a faltarle menos al respeto al personal sea de la ideología que sea y se dediquen a lo que se dediquen so toooonto.

La mujer de Miguel Hernández, Josefina Manresa, era "civila" como se decía en la Mancha antes. Nacería en Quesada, no dijo que no, pero no debió vivir allí, o no mucho, porque conoció a su futuro marido en Orihuela de donde era él y donde debía estar destinado el padre de ella. Las malas lenguas (fidedignas) cuentan además que cuando se murió él en la carcel, ella estaba ya a punto de dejarle.

¿Qué vino a hacer exactamente Miguel Hernandez a la provincia de Jaén en la primavera y verano del 37? No hay más que echar un vistazo a la foto que tengo colgado en mi blog donde se le ve dentro de un parapeto junto al santuario de la Virgen de la Cabeza, para dar con la respuesta. Está claro que estuvo alli de comisario politico, para acusar y denunciar a todos los que se salían -especialmente los militares de profesión- de la linea del partido.

En todas las unidades de los rojos los habia, mi difunto padre estuvo movilizado a la fuerza en el frente de Guadalajara -hasta enero del 37 cuando consiguio un salvoconducto por razones "médicas" y se volvió a la Mancha donde nada más llegar se vio detenido y trasladado a la prision provincial de Jaén hasta el final de la guerra (por habérsele encontrado, tras un registro domiciliario, en posesión de propaganda "fascista")-, y fue en una unidad de anarquistas gaditanos de la Sierra de Grazalema, y después de la guerra se encontró con uno de ellos que le reveló en tono de confidencia que el comisario de su compañía le tenía fichado y que le llamaban todos "el seminarista" a espaldas suyas (...) Alberti también lo fue, como Miguel Hernández, y se conoce que escogían de preferencia para esos cometidos a plumíferos (como ellos dos) y gente con un poco más de cultura que la media.

Eso es lo que yo pienso de Miguel Hernández, como persona. Como poeta ya lo tengo explicado un poco más en mi blog. Y pensad de mí lo que querais, tú y la que me dedica el mensaje de más arriba -¡qué pesadilla!- amiga o conocida o lo que fuera de mi buen amigo (q.u.e.p.d) Luis Yera, que por lo que se ve no me lo perdona (¡con su pan se lo coma!)