Psss... enimos de una época histórica en la palabra derechos, seguramente era de las mas pronunciada. La crisis empieza a poner algunas cosas en su sitio. El hombre cuando nace tiene derecho natural a ser alimentado, vestido, educado y cuidado en general por sus predecesores, la función que estos hagan durante la crianza de este, va a determinar en gran parte su vida. El entorno social también va a influir de forma determinante en la configuración de la personalidad del individuo, no es igual crecer en una gran urbe a un entorno rural, en el ámbito cultural, cambia mucho ser el hijo del notario a ser hijo de un obrero. Dicho esto, al individuo le viene dado unas u otras oportunidades de desarrollarse, pero independientemente de su entorno social tiene derechos y obligaciones. En estos últimos años, obligación, esfuerzo, iniciativa, eran palabras hasta mal vistas. el dinero fácil junto la tradicional picaresca y el nivel cultural del paisanaje, hacían que aquellos que se dedicaban a un trabajo, un estudio sacrificado y alomejor sin una compensación económica en función de los tiempos estuvieran considerados de mala manera, por decirlo de forma suave. Nuestro entorno económico tradicional, esta ligado a la agricultura, en los años precedentes debido a la bonanza económica, o dicho de otra manera el maná venido de Europa, ha propiciado que las rentas hayan crecido de forma importante. ¿Se ha hecho un uso adecuado de los recurso fáciles producidos por la entrada de España en Europa?, rotundamente no. El olivar que en pocos años ha pasado a ser un monocultivo, (para bien o para mal), ha evolucionado con los nuevos métodos de labranza y la bonanza del regadío, pero si analizamos la situación veremos. Del dinero percibido de las subvenciones poco ha ido buscar elementos que complementen nuestra riqueza, salvo raras excepciones, todos los complementos que rodean el cultivo del olivar como la comercialización del fruto están en manos ajenas a nuestro entorno. Nada se ha avanzado en desarrollar proyectos que redunden en el crecimiento de rentas y conocimientos y que además podía convertirse en segundas oportunidades. A las generaciones pasadas por razones obvias no les era exigible ciertas responsabilidades, pero ahora que quien mas quien menos ha tenido ocasión de ir a la universidad, es la hora de demostrar que somos capaces de hacer valer lo nuestro, que no nos condicionen nuestro futuro, va a depender mucho de nosotros como comunidad el que sigamos siendo tierra de subsidiados y emigrantes o seamos capaces, como ocurre en otros lugares, que pueden presumir de su nivel de desarrollo ocupando con dignidad a sus ciudadanos |