Estamos socialmente preparados para el conformismo. La individualidad de una persona es fácilmente adulterable por el miedo y la inseguridad que produce ir en contra de la actitud de un determinado grupo.
Este es un ejemplo de como la presión social, modifica nuestra conducta.
Evidentemente, me niego. Habría que desarrollar este tema para publicarlo como artículo en el blog. Me parece muy interesante, aunque no lo comparta, el hecho de que cuando nacemos se nos selle con un color y no tengamos la más mínima oportunidad de cambiar de color por miedo e inseguridad.