Linares - Jaen

Andalucía imparable

Reptiles en la niebla

La diferencia entre una dictadura y una democracia no esté en los políticos, sino en los periodistas que buscan la verdad
francisco robles

Día 12/02/2011 - 08.22h

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ABC

La libertad de expresión es así de cruel. Y quien se escueza, que se rasque. En todos los regímenes hay políticos honrados y corruptos, pero sólo en las democracias se cuenta con periodistas que cuentan la verdad sin trabas ni censuras. Este artículo de hoy es un homenaje a los compañeros de la redacción que se han metido en la ciénaga donde los reptiles del Régimen viven acomodados en la niebla. Una niebla densa como el entramado de empresas públicas que no son más que chiringuitos diseñados para saltarse los mecanismos de control que deben regir en una Administración democrática.

Es muy dura esta batalla contra los excesos del Régimen que casi todo lo puede, pero que no ha sido capaz de llegar hasta la conciencia de estos periodistas de raza que destaparon la olla podrida de Mercasevilla en estas páginas de ABC. Por sus nombres y sus actos los conoceréis. Y por el valor que demuestran al arriesgarse continuamente. Porque esto es más serio de lo que parece. Porque esto es un fondo de reptiles que no están dispuestos a perder sus privilegios y que morirán matando. Los colmillos de estos cocodrilos están lo suficientemente retorcidos para destrozar a quien cometa el más mínimo error.

A pesar de la fiereza que acumulan tras treinta años de permanencia ininterrumpida en el poder, estos reptiles que se arrastran por la decadencia del Régimen están actuando de una forma patética. Fieles a su estilo, siguen segregando la niebla que les permita despistar a los periodistas que no se han dejado untar como esos voceros que viven a cuerpo de propagandista. ¿O es que ahora resulta que todos somos iguales? La niebla les sirve para difuminar la corrupción que no cesa y que está dejándolo todo perdido aunque la única pérdida que a ellos les interesa es la perdición que llegaría después de la derrota electoral.

Uno se desdice de lo que le dijo a la policía, otro afirma que se enteró por los periódicos, el de más allá se pone a gritar en las ruedas de prensa como si una mentira dicha en voz alta fuera una verdad. Son patéticos. Nunca sirvieron para sacar a Andalucía de su retraso secular. Por eso se dedicaron a reptar en su medio, a vivir en el fangal de la trampa, en el lodazal del doble rasero, en la poza de la prevaricación, en la charca infestada de expedientes amañados, en el cenagal de ese maniqueísmo que consiste en dividir a los andaluces en buenos y malos, en adeptos y herejes, en amigos y enemigos.

Están sufriendo las consecuencias de la adicción al poder, esa droga que los mantiene enrocados en el fortín de las administraciones paralelas que han ido creando para colocarse en los dos sentidos del término. Están presos de la misma niebla que siguen fabricando de una forma tan artificial que da risa al analizar esos métodos tan pueriles. No ven más allá de la política que han emponzoñado con su forma de hacer y de deshacer, porque se han cargado los controles de la Administración que le ponían límite a la arbitrariedad. Sabían perfectamente lo que estaban haciendo. Desde Chaves y Griñán hasta el último pringado que ahora no quiere comerse el marrón, como dijera el mismísimo Antonio Fernández, fabricante de ERES y prejubilado al mismo tiempo, en esa cámara hueca que se conoce con el sobrenombre de Parlamento de Andalucía.

La mañana de niebla ha durado treinta años. Ya es hora de que llegue la tarde de paseo, como asegura ese refrán tan cursi. Hace falta que salga el sol de la transparencia para que se disipe esta niebla que nos asfixia. En la huida que emprenderán para no comerse los marrones que les esperan -la cobardía se les supone y ya la están demostrando- sonará aquel himno de sus tiempos progres: se va el caimán… Aunque en realidad no lleguen a tanto, pues no pasan de ser una vulgar pandilla de lagartos.
Tres avisos
Los jueves, milagro
El PP convoca a los medios en Madrid y denuncia el fondo de reptiles. ¡Por fin! Han tardado treinta años en enterarse, lo cual demuestra que el tiempo es tan relativo como la política. Si esto llega a pasar en Valencia o en Madrid, también iban a abrir ciertos periódicos y emisoras de radio con la huida de Mubarak…
Ladrón de maquinaria
De aquel «Ladrón de bicicletas» de Vittorio de Sica, a esos ladrones de maquinaria que se llevan una hormigonera porque no tienen otra cosa que mangar. Es el posibilismo llevado a la corrupción aldeana. Moraleja inmoral: aquí cada uno roba lo que puede.
Doble rasero
Cierran el asador marbellí que incumplía la ley contra el fumeque mientras se mantienen abiertos los chiringuitos del Régimen donde los altos cargos se fuman un puro con la legislación. Lo de la sanción al asador rebelde es una cortina de humo, y nunca mejor dicho.

https://ww.abcdesevilla.es/20110212/andalucia/sevi-reptiles-niebla-201102112134.html