El despido y la quiebra estan mucho mas lejos que antes de esta reforma laboral. • JESÚS TERCIADO, PRESIDENTE DE CEPYME “EL DESPIDO Y LA QUIEBRA ESTÁN MUCHO MÁS LEJOS QUE ANTES CON ESTA REFORMA LABORAL” “Hay que luchar contra el fraude y la economía sumergida, se sea empresario, trabajador u obispo”. “El paro alcanzará los 5,6 millones de personas en mayo”. Los empresarios están satisfechos con la última reforma laboral. Jesús Terciado, presidente de Cepyme, la patronal de la pequeña y mediana empresa, que supone más del 95% del tejido empresarial español, valora positivamente el nuevo texto y rechaza que esta sea la reforma del despido, como denuncian los sindicatos. Muy al contrario, defiende que será muy beneficiosa para el empleo. Eso sí, de crear puestos de trabajo, de momento, ni hablar. -¿Esperaba una reforma laboral tan beneficiosa para los empresarios? -Estamos satisfechos, pero no porque sea beneficiosa para los empresarios, sino porque lo es para la mejora del empleo. El colectivo que más ha sufrido la situación de la normativa laboral anterior, aparte de los trabajadores temporales, éramos los empresarios. Al no tener garantías de éxito, la facilidad del contrato temporal estaba ahí y era el que utilizábamos, ya que la alternativa era un contrato excesivamente caro y rígido. Con esta reforma, los trabajadores y el empresario podrán adaptarse a situaciones de crisis sin tener que destruir empleo ni precarizarlo. -Cumple, por tanto, con sus expectativas. -Creemos que es muy positiva. Nos acerca a los cánones de los países europeos más competitivos y por eso la defendemos, aunque no llega a los límites que nosotros siempre hemos planteado. -Los empresarios hablan de la reforma del empleo; los sindicatos, de la del despido. -Sí. El tiempo lo dirá. Los sindicatos, ahora y siempre, se han centrado en que el coste del despido es lo que tiene en cuenta el empresario, como si su objetivo fuera despedir. Lo que quiere es crecer y generar el mayor empleo posible, y que cuando pase por un problema, tenga elementos suficientes de flexibilidad para que siga siendo viable. Y si al final no lo es, que el coste de extinción no haga que la empresa quiebre como ha ocurrido hasta ahora. -Entonces, ¿los empresarios no contratan porque el despido es caro? -Esa es una de las debilidades del anterior marco laboral, fundamentalmente en las pymes, porque las grandes empresas no tenían dificultades para realizar expedientes de regulación extintivos con indemnizaciones superiores a los 45 días. Conocemos casos de hasta 90 días. Para una pyme, sin embargo, podía suponer la ruina. Así les ha ocurrido a muchas de las 200.000 que han cerrado en los últimos años. Con esta reforma, el despido y la quiebra están mucho más lejos que antes. -¿Habrá que acostumbrarse a cambios en salarios, funciones, jornada o turno? -Si conseguimos con eso que disminuya de una manera notable el desempleo, bienvenido sea. Eso es lo que ha ocurrido en Alemania, Holanda, Austria y otros países, donde la flexiseguridad es una bandera desde hace años. -¿Las empresas no aprovecharán para despedir a los trabajadores más caros y renovar sus plantillas? -No creo que una empresa tome esa decisión pensando en quién le salga más caro, sino en quién es más productivo y quién menos. Si un trabajador, aunque tenga unos altos costes del despido, está implicado en la empresa y tiene una productividad óptima, el empresario no le despedirá. Si pensáramos que va a servir para aligerar plantillas, no seríamos empresarios. Tenemos el chip de empleadores, no el de despedidores. -¿Qué le parece que se pueda despedir con 20 días a un trabajador que falte nueve días en dos meses con justificación? -Si un trabajador es productivo, la empresa está contenta con él y tiene la desgracia de tener un accidente y además cogerse una gripe, no creo que al empresario que le ocupa se le ocurra despedirle por esta razón, aunque la ley lo permita. Pero si hay un trabajador que recurrentemente los viernes y los lunes se pone enfermo y lo hace una semana sí y otra también, lógicamente ahí hay un fraude que ahora sí se puede atajar. -La reforma incide en la contratación de jóvenes, mujeres, parados de larga duración y mayores de 45 años. Los que lo tienen peor son los hombres de entre 30 y 45 años. -Los varones de entre 30 y 45 años son el colectivo con más empleo y es lógico atajar los que más problemas tienen. El mayor está en los jóvenes, especialmente agravado cuando el joven sale de una universidad en la que nos hemos gastado un montón de dinero en formarle y luego no podemos aprovecharle para nuestro tejido productivo y lo hacen en Alemania, Inglaterra, EE UU o China. -¿Cuándo caerá el paro? ¿Llegará a los seis millones de personas? -Prevemos que la inestabilidad actual dure unos meses y barajamos que el paro alcance los 5,6 millones en mayo, cuando comienza el periodo turístico. Llegar a seis millones me parece demasiado. El empleo tendrá que crecer por el auto-empleo, los autónomos y las pymes porque no creo que en los próximos años las multinacionales creen muchos puestos de trabajo en España y la Administración Pública va a destruirlo. En dos o tres años podemos generar mucho empleo, pero es necesario que haya confianza, consumo y crecimiento. -Suben el IRPF, abaratan el despido... ¿Siempre pagan los trabajadores? -En su momento criticamos el incremento de impuestos. La bajada de salarios, cuando la empresa tenga problemas, y la subida fiscal, provocarán un empobrecimiento. Al final se trata de una devaluación. No tenemos una moneda propia que podamos devaluar y, en definitiva, somos menos ricos de lo que pensábamos. Eso es impepinable. Pero el Gobierno tiene que reducir el déficit, que es descomunal. Al final pagamos los que somos transparentes: los trabajadores por cuenta ajena y la mayoría de empresarios medianos y pequeños. -Y, entre tanto, crece la economía sumergida. -Es fundamental un plan de lucha contra el fraude, contra la economía y el empleo sumergidos, se sea empresario, trabajador u obispo. No podemos permitir que quienes abusan del fraude queden inmunes. A favor del contrato bonificado Jesús Terciado valora positivamente el nuevo contrato para emprendedores que bonifica la contratación de jóvenes menores de 30 años a las empresas de menos de 50 trabajadores. Aunque no es partidario de subvencionar los contratos, en este caso sí ve “oportuno” que el trabajador y la empresa se beneficien del 25% y 50%, respectivamente, de la prestación por desempleo del primero. “El coste del Estado al final disminuye”, señala, ya que aunque se pueden aplicar bonificaciones por el 75%, “se ahorra el 25%”. Además, el trabajador “va a cotizar a la Seguridad Social, va a pagar IRPF, va a tener retenciones y va a generar otros ingresos”. Subraya que “el balance es mucho más positivo que tener a un trabajador cobrando el paro” o los 400 euros para desempleados sin ingresos. |