La traicion del psoe • LA TRAICIÓN DEL PSOE • La esperpéntica y autoproclamada conferencia de paz celebrada ayer en San Sebastián, con el incomprensible apoyo de destacados miembros del PSOE que, pese a la esquiva negación de Rubalcaba, quien ahora quiere hacer como si no se enterase de nada, han actuado con la calculada ambigüedad con que se ha movido el zapaterismo en este lamentable circo, nos ha permitido ver en acción a unos auténticos fantoches, a unos fantasmas sin fronteras que se atreven a pontificar sobre lo que desconocen, y pretenden explotar con palabras altisonantes un prestigio moral del que carecen por completo. Pero sobre todo, hemos visto cómo los socialistas perpetraban la más deleznable traición a las víctimas del terrorismo. En un montaje electoral de los batasunos, incomprensiblemente el PSOE se ha sumado para bendecir las decisiones de los amigos de ETA. La traición a las víctimas va unida a la traición a la democracia. Los mediadores, que actúan más como estómagos agradecidos, han venido a España como quien va a una tierra sin ley y sin orden, a proponer una solución indigna a lo que han llamado conflicto, y han tenido la desfachatez de dedicarse a dar consejos rimbombantes y vacíos, que, ¡oh casualidad!, favorecen las estrategias de ETA para una desaparición tan falsa como gloriosa, y que resultan conformes con los ilusos y cobardes planes de paz del zapaterismo, de un Gobierno desprestigiado, roto y sin autoridad alguna. Es más, las propuestas de los falsos mediadores, que no han hablado en ningún momento con las víctimas, son similares a las que presentó Arnaldo Otegui en noviembre de 2004 en el velódromo de Anoeta, que pretendía crear dos mesas: una para resolver las consecuencias del conflicto, y la otra para la negociación política. Que un grupo tan nutrido de personajes, gorrones, desprestigiados y corruptos, se pretenda erigir en referencia moral es una señal inequívoca del significado manipulador, engañoso y sumiso frente a los intereses de los asesinos de este lamentable simulacro de conferencia de paz. El grupo de fantoches que ha perpetrado toda suerte de equívocos, con consecuencias criminales, como en Ruanda, no tiene el conocimiento ni la autoridad para decir a nadie lo que hay que hacer. Cualquiera que se atreva a poner a una banda criminal en el mismo plano que a Gobiernos democráticos respetuosos con la ley merece un desprecio absoluto. Que ETA quiera timar a la democracia entra dentro de lo normal, pero que el Gobierno no haya sabido poner límites a este burlesco despropósito, y que algunos de los más conocidos dirigentes del PSOE vasco hayan ido a hacerse la foto con estos buhoneros resulta completamente intolerable. A quienes hemos sostenido desde hace tiempo que se estaba buscando un ardid de este estilo para enmascarar las últimas concesiones a ETA se nos ha dicho de todo, pero no se nos podrá llamar fantasiosos, porque esta ceremonia de la confusión estaba desde el principio en el guión de un intento de final pactado, y acabamos de ver cómo esta farsa se ha representado con todo lujo de detalles y conforme al guión previsto por los estrategas de la banda. Muchos debieran de pedir públicas disculpas a Jaime Mayor Oreja por menospreciarle cuando anunciaba con gran claridad y precisión lo que acabamos de ver: una burla de la Justicia, de las víctimas, de la libertad y del valor de las vidas ajenas que sería risible de no estar por medio tanta sangre inocente. |