Defensa deja una deuda de 36.000 millones LA HERENCIA DE BONO, JOSÉ ANTONIO ALONSO Y CARME CHACÓN LA GESTIÓN SOCIALISTA AL FRENTE DE LA DEFENSA DEJA UN FUTURO INCIERTO A NUESTROS EJÉRCITOS La herencia: 36.000 millones de deuda, nula capacidad operativa y una ley recurrida ante el Tribunal Constitucional. Con Chacón, más preocupada de su imagen, llegó el vacío de poder al ministerio. • Demasiados. Ocho años dan para mucho, más si quien (o quienes) está interesado en derribar antiguos valores, símbolos y herencias creadas por otros durante tanto tiempo, se pone a ello con todo el empeño del mundo. El resultado puede ser eso: una incierta aridez y un futuro poco halagüeño. Los ocho años de gestión socialista al frente del Ministerio de Defensa y de los Ejércitos ha sido de todo menos ecuánime. La obsesión inicial de Zapatero por recuperar fantasmas del pasado y por, entre otras cosas, desarbolar de mucha de la parafernalia militar a la sociedad civil, removió los cimientos de una de las instituciones más valoradas en nuestro país y ha terminado por someterla a los dictámenes políticos y a los vaivenes de sus tres ministros, especialmente los dos últimos (abucheos y pitadas aparte); y sin tampoco ocuparse de un racional proceso de modernización, tan necesario en un mundo cada vez más cambiante y con amenazas bien diferentes. Es justo decirlo. Salvo el caso de José Bono (el primer responsable de la cartera de Defensa), que, en parte, se ocupó del día a día de los militares, algunos le recuerdan con cierta nostalgia, aunque retrasó enormemente el proceso de puesta al día de las Fuerzas Armadas, los mandatos de José Antonio Alonso y especialmente de Carme Chacón, han conducido a la defensa española a una indefinición de muy complicado final. Alonso, fue el primero en iniciar la dilapidación de un sistema que, con mayor o menor fortuna, se mantenía en pie y en acometer algunas de las aventuras más arriesgadas. A la cabeza de todas ellas, se sitúa una de las más nefastas iniciativas concretadas por el Ejecutivo de Zapatero: la Ley de la Carrera Militar. Una norma que nunca contó con el beneplácito militar ni de los partidos políticos y que como muy bien se dice desde la Asociación Unificada de Militares Españoles (AUME) vino a reducir el número de efectivos de las Fuerzas Armadas y a modificar injustamente el sistema de ascensos y a vulnerar los principios de mérito, capacidad e igualdad. |