Igual que barreda Cospedal marca el camino y eliminará el 60% de los altos cargos La próxima presidenta de Castilla-La Mancha María Dolores de Cospedal ya ha anunciado el camino que va seguir su Gobierno regional para salir de la crisis. Durante su discurso de investidura como presidenta la Junta, la dirigente popular ha dejado claro que habrá un drástico recorte de los altos cargos en esa Comunidad Autónoma alcanzando un 60 por ciento. María Dolores de Cospedal ha anunciado este lunes durante su discurso de investidura como presidenta la Junta de Castilla-La Mancha un drástico recorte de los altos cargos en esa Comunidad Autónoma. La dirigente popular ha concretado su reducción, que alcanzará al 60 por ciento de ellos. Así, eliminará 30 de las 35 delegaciones provinciales de la Junta. Analistas políticos consultados por “El Imparcial” han destacado que Cospedal ha aplicado ya sobre el terreno lo que había venido predicando como secretaria general del Partido Popular: la reducción de la administración pública como fórmula para salir de la crisis. La próxima presidenta de Castilla-La Mancha ha subrayado que bajo su mandato sólo habrá un delegado de la Junta en cada provincia en lugar de los que en los Gobiernos de Bono y Barreda representaban a cada Consejería del Ejecutivo autónomo. También ha anunciado que reducirá a 30 los 52 directores generales de esa administración y que suprimirá tres instituciones, el Defensor del Pueblo castellano-manchego, la Comisión Regional de Competencia y el Consejo Económico y Social. Cospedal, según las fuentes consultadas por este diario, ha eliminado buena parte de la duplicidad existente entre la Administración Central del Estado y esa comunidad autónoma, “quitando instituciones que se solapaban y que no hacían más que generar gastos a las arcas públicas”. La primera jornada del Debate de Investidura en las Cortes castellano-manchegas también ha servido para que la vencedora de las elecciones en esa Comunidad haya confirmado su promesa de auditar las cuentas públicas y fijar un techo de gasto de y endeudamiento. En esta línea, Cospedal ha seguido lo que ella y Mariano Rajoy, como presidente del PP, anunciaron como los grandes pilares de gobierno de los populares en las comunidades autónomas y ayuntamientos en los que resultaron ganadores en los comicios del 22 de mayo. La dirigente popular también ha anunciado, en la misma línea de lo propuesto por su partido a nivel nacional, planes de choque en empleo y educación. Pero su principal mensaje ha sido el que los ciudadanos deseaban oir. En su discurso de investidura, se ha comprometido a “librar una lucha sin cuartel contra el paro masivo y la rampante precariedad laboral. Una lucha que va a ser larga pero que la vamos a ganar”. Y mientras Cospedal lanzaba estos mensajes en Toledo, en Madrid han comenzado a surgir informaciones y rumores sobre su continuidad como secretaria general del PP y sus posibles sucesores. La que será elegida presidente de Castilla-La Mancha por las Cortes de esa Comunidad, según las fuentes del PP consultadas por “El Impacial, tendrá “un trabajo ímprobo para sanear las cuentas de la Comunidad y lograr la recuperación del empleo, sus principales objetivos”. A partir de ahí, la duda es quién puede ser la nueva número dos del PP. Y quien parece estar mejor situada es Soraya Sáenz de Santamaría. Por mucho motivos, según las fuentes consultadas por este diario. El primero, su capacidad política, demostrada en los cara a cara que ha mantenido en el Congreso con sus adversarios socialistas. El segundo, si se produce un adelanto electoral, y en consonancia con lo anterior, su papel como portavoz parlamentaria del PP en la Cámara Baja no tendría ninguna importancia puesto que las sesiones plenarias habrán dejado de existir. Y el Partido Popular, según esos mismos medios, “no puede permitirse el lujo de desaprovechar la capacidad política de una persona como Soraya Sáenz de Santamaría”. |