La Carolina - Jaen

Ahora el movimiento 15m se pretenden desmarcar de la salvajada de ayer a las puertas del parlamento catalan y yo no los creo porque alli practicando el vadalismo y la violencia tambien estaban los del 15m aunque digan que no ¿eso es para ellos democracia impedir la entrada a parlamentarios que ha elegido el pueblo libremente? si tanto poder de convocatoria han tenido para "organizar" sus acampadas creo yo que tenran el mismo para impedir a esos vandalos que militan en sus filas que hagan honor a ese pacifismo del que presume este moviemiento y no se escuden en que no lo pueden controlar o si no ¿en que quedamos? que su poder de convocatoria es muy fuerte o todo lo contrario claro que visto lo visto despues de no tener aclaradas cuales eran su reividicaciones y no ponerse de acuerdo en nada pues ¡valla indignados de pacotilla! no sirve con ir hoy a la television a decir que condenan la violencia que ayer ejercian.

Creen ser dueños del país y se han envalentonado, impidiendo entrar en los Parlamentos de la nación, además de insultar, vejar, escupir, empujar, lanzar objetos y marcar espaldas con sprays.

Ha sido un verdadero tratado de sociología de cómo se puede perder en cuatro horas todo el crédito obtenido, sin posibilidad de recuperación.

Los demás españoles somos los que hemos pasado a creer que estos indignados no nos representan. Son la negación de la democracia y de cualquier sistema o antisistema que pretendan. Son meramente lemas y palabras vacías. Son, simplemente, unos incapaces para una mínima convivencia. Son lo rechazable. Son el anti-yo y el no-tú honestos. Son unos Cojos Mantecas revividos y de vía estrecha.

¿Qué dirían estos muchachitos y no tan muchachitos si unos nacionalistas vascos o unos chicos de la kaleborroka hicieran lo que ellos hicieron? No es lo mismo una pancarta que un spray o intentar quitar la correa del perro de un invidente. Ellos han lanzado gasolina sobre la concordia. Y sin que valgan las disculpas de que eran una minoría con la que no están conformes: a esas minorías que no aceptan hay que controlarlas y expulsarlas antes.

¿Cómo apoyarlos, cómo seguir apoyándolos cuando se constata y resulta que la verdad es que no han sido capaces de articular un proyecto que no desemboque en la nada y en las tópicas intenciones?

Mal llegados sean estos Cojos Mantecas resucitados al club de la violencia gratuita e innecesaria, que es la peor. Sus manos levantadas y agitadas ya no nos dicen nada, ya no representan a nadie más que a la estirpe de lo indeseable y el olvido. Desde hoy son ilegítimos e ilegales. Ya solo habrán legitimado la porra. Y encima le han dado la razón a los ultras y ultraconservadores que se niegan a cualquier movimiento de renovación. Han decepcionado a quienes luchan por ella. Pequeño pero triste el día de ayer para España y la democracia.

Y pregunto:¿Como cuantos "ninis"habria ayer armando altercados frente al Parlamento catalan?.Esta forma de expresarse,es de lo mas degradante y antidemocratico,por no decir rozando el autentico fascismo puro y duro.

Pupilo, no termino de entenderte. Tus ideas no parecen conservadoras, sin embargo desde el principio estás en contra de un movimiento que se indigna ante tanta injusticia latente. No te gustan las formas, y pareces pasar de lo verdaderamente sustancial, que es el espiritu de esta importante reacción. Tenemos que tener en cuenta que primero es el germen, luego es algo que nace y comienza a desarrollarse y que como tal, da vacilantes pasos para después andar de pie. Si se le ayuda y se le deja crecer...
Yo apoyo una protesta como esta, esté mejor o peor llevada, porque es aberrante que los que trabajan lo hagan por 600 Euros al mes; por una educación mediocre; porque los políticos no cumplen ni el 30% de su programa electoral; por el favoritismo y el amiguismo; por la corrupción urbanística y sus consecuencias y porque nadie paga por ello; por los rescates de los bancos que además echan a la calle a los que no pueden pagar sus casas, cuando hay 3.000.000 vacías; por los coches oficiales, prebendas y beneficios de los políticos; porque se rían de nosotros constantemente; porque solo se acuerden de que existimos cada cuatro años para poder llenar su panza; por tanta juventud en paro, sin derecho a vivir dignamente; por las ganancias de las empresas como Telefónica y que quieren hacer EREs a costa de nuestro dinero; por instituciones inútiles y sangrantes....y por salvar la dignidad como pueblo, que será lo único que no deba faltarnos cuando todo lo demás nos falle.
Pues todo esto no es mas que lo que piden esos desarrapados, hippie, porreros, vagos e inútiles, como los llaman cierto sector de la sociedad a los que no interesa que les quiten ni un ápice de sus beneficios.!Que poca vergüenza tienen y que cara mas dura!.

Saludos, Pupilo.

Pues ¡lo siento! martaluisa no creo que tenga que ver para nada la tendencia politca porque sdegun tengo entendido entre los ingignados hay de todas las cuerdas,yo en principio he sido simpatizante del 15m ya que estaba de acuerdo con ellos en su esencia pero viendo en lo que ha sesembocao que es un batiburrilo dificil de digerir me desmarco de ese guirigay, y si estoy de acuerdo en la mayoria de los puntos que tu enumeras como por ejemplo en lo de la vivienda digna y en un sueldo justo y en muchas cosas mas pero al igual que yo vivo de alquiler y pagando con muchas fatiguicas mis gastos y los de mi familia con un sueldo ganado con el sudor de mi frente y muchos sacrificios no se ma ha ocurrido hacer una acampada para tener una vivienda y exigir otras muchas cosas que nos la haya sean conseguido con mi propio esfuerzo,y si se como esta en este momento el pais pero igual que hace quince aÑos o veinte y nadie decia nada.

Y mis lemas siguen siendo vive y deja vivir,y mi libertad termina donde empieza la tuya, los del 15m no lo han tenido encuenta por eso y por muchas razones mas no comparto su filosofia y si tenemos encuenta que esto se le ha ido de las manos,y ya lo que les faltaba el uso de la violencia y la falta de democracia aunque digan lo contrario ya no los creo.

No puedo estar más de acuerdo con Marta-Luisa, pero yo ya me he cansado de tanto protocolo y formalismos, yo colgaría a 3 ó 4 (por comunidad autónoma) en la plaza del pueblo, seguro que así dejarían de mirarse el ombligo.

Es que no es violento e indignante ver (lo pusieron en el telediario de La Sexta) como una señora de 68 años, con una pensión de 300 y pico euros, con los tobillos como una mesa camilla (por una enfermedad) se pasaba el día abriendo la puerta de un supermercado a los clientes para recibir la voluntad (un plátano, una naranja o un cartón de leche (en el mejor de los casos)?????????? Toda su vida luchando (son 68 años los que tiene, echar la mirada atrás...) para ahora, a la vejez, encontrarse en esta situación.

No, esto ya se pasa de castaño oscuro, y ahora decidme lo que queraís pero yo ya estoy cansada de tanta compostura y de tanta sinrazón.

Si no quieren enterarse por las buenas..... A ver si se enteran por las malas.....

(Hala, y ahora a criticarme por violenta!!!!!)

Gotika,expresar uno lo que piensa o lo que siente sin agredir ni impedir a los que ejerce sus funciones democraticamente no es violencia, violencia es lo que practicaron ayer los indignados a las puertas del parlamento catalan ademas de cobardia,y si en sus inicios sumaron muchos puntos con sus iniciativas, ayer restaron si los quieres recocer bien y si no tambien.

En cuanto a como tenemos la situacion en este pais ¿tu crees que con el comportamiento de ayer estos violentos van a conseguir que cambien algo?
Pues ya te digo que no, que lo que no se consigue con el dialogo,la negociacion y la coherencia tiene un recorrido corto y como estos no cambien sus plateamientos esto se desinfla y se quedara en una anecdota hay que ser serios y presentar propuestas que merezcan ser estudiadas pero aun no se conocen ya que han lanzado tantas cosas que se han quedao en ninguna.

Pupilo, siempre ha pensado que la violencia no lleva a nada bueno, que con ella no se consigue nada... pero es que nuestra clase política (y no salvo a ninguno)está demostrando que el diálogo y la no violencia se lo pasan por el forro de los pantalones.

Ellos viven en otra realidad distinta a la nuestra.

Ellos no comprenden que estamos al límite, que no podemos más. No lo comprenden porque nunca lo han sufrido.

Ellos no ven que la situación que está viviendo mucha gente roza la locura y la desesperación en el amplio sentido de la palabra.

No me hables de democracia cuando mis hijos se acuestan sin cenar.

No me hables que ellos tienen que ejercer sus funciones democráticamente cuando yo no puedo ni sobrevivir.

Esto hay que cambiarlo de manera radical y en este caso yo creo que el fin justifica los medios.

Parece mentira, pero no lo han entendido. Las imágenes de los acampados seguramente no bastan para quitarse de encima las costumbres felices y apacibles de una democracia próspera que ha empezado a dejar de serlo, como en otros países europeos. Demasiada gente empieza a sentir que la prosperidad es cada vez más cosa del pasado, que los recortes sociales no son papel mojado sino actuaciones políticas con efectos reales y quizá todavía algo más: que la misma clase política es la única responsable, para bien y para mal, de lo que sucede en el espacio público y no parece que tenga interiorizada esa responsabilidad ante quienes de veras están padeciendo el desempleo, las reducciones de salario o las rebajas de servicios. Eso dice el 15-M y eso decían los concentrados en la plaza de Cataluña de Barcelona imprudente y temerariamente desalojados por el consejero de Interior de la Generalitat Felip Puig.
Pero él sí ha aprendido la lección y la chulería innata y conocidísima del personaje acaba de jugarle una mala pasada. La respuesta política del consejero a las protestas por la actuación policial de hace un par de semanas la hemos tenido estos días, y sobre todo ayer miércoles en el parque de la Ciutadella, en cuyo interior está el Parlamento de Cataluña. Desde hacía días tanto Felip Puig como el resto de lectores de periódicos y medios audiovisuales sabíamos que había una concentración programada para impedir el acceso al Parlamento el día del debate del presupuesto. La tarde anterior la afluencia de grupos fue creciente y sobre todo concentrada en dos de los accesos al parque de la Ciutadella, los dos más alejados del Parlamento. Se desalojó el parque y se cerraron las puertas por la noche. Y hasta mañana por la mañana, debió de pensar Felip Puig. De oficio, me parece a mí, todas las alarmas en Interior debían haberse disparado el día antes para proteger el derecho y el deber de acudir al Parlamento a discutir la Ley de Presupuestos. Pero no, por la mañana las puertas de acceso fueron custodiadas por la policía para permitir el paso de los diputados, varios de ellos fueron zarandeados, insultados y acosados pese a la presencia de la policía autonómica, que acabó aconsejando cambiar de ruta o desistir de entrar por ahí.
La coacción de los concentrados contra los diputados es obvia y obviamente reprobable: estaba anunciada ampliamente por ellos mismos. Pero era reprobable en la mañana del miércoles y también el día anterior. La pasividad de Felip Puig no fue desatención o negligencia sino cálculo político astuto e irresponsable: desertó del deber de proteger a los parlamentarios ante la amenaza conocida y yavisible. Pero prefirió no actuar.

El resultado de su inhibición forma parte de la estrategia retadora del personaje: ha dejado actuar a los jóvenes movilizados para justificar ante las cámaras y en horarios de máxima audiencia que la única manera de actuar contra los descontentos, indignados o rebeldes sociales puros es la violencia. Y Artur Mas salió enseguida, en discurso solemne, hablando de violencia callejera y del traspaso inadmisible de las líneas rojas. Lo ha dicho como si no supiese que hay un polvorín social de gente muy cabreada y al borde de la incomprensión, de no saber qué hacer y de tener miedo físico al futuro.

Para demasiados políticos es como si la euforia de sus victorias electorales les hiciese creer que más o menos todo sigue igual y estos enredos no van a desinflar el globo de sus pequeñas victorias, o como si nada demasiado grave estuviese pasando y el movimiento del 15-M fuese una expresión nostálgica del 68 (¡ay, el 68...!) o un residuo menor de la agitación de épocas periclitadas.

Yo creo que se algunos políticos se han olvidado completamente de lo que significa la violencia callejera como reacción explosiva contra el desánimo, el miedo o la sensación de no pintar nada. Cuando los políticos reclaman cordura a los movilizados parecen olvidar que están ahí precisamente para expresar la falta de cordura de obviar sus protestas, de no entender que expresan un malestar de fondo y forma que tiene que ver con la indiferencia de fondo y la tolerancia de forma con que han sido escuchadas y digeridas sus protestas.

Algunos, en nuestras Cámaras de representación política, parecen estar fuera del planeta Tierra; y quizá son demasiados quienes necesitan llamadas tan crudas de atención como la de ayer para comprender que la irritabilidad social, la abstención electoral y el voto en blanco son ingredientes activos del deterioro de la confianza en el sistema y del empobrecimiento contable, material, de las condiciones de vida de muchos ciudadanos (por cierto, entre ellos, muchos, muchos con carrera y estudios universitarios, y no precisamente agitadores profesionales, aunque a este paso vayan a acabar siéndolo).

Artur Mas ha enfatizado la legitimidad de la violencia policial en democracia para preservar la función del Parlamento. Tiene razón: lo que no se comprende es que deba poner énfasis en una obviedad semejante y tampoco se comprende bien si sabe o no sabe que esa declaración es la mejor forma de alimentar una espiral descontrolada de violencia. Las amenazas de su chulo de guardia en Interior y las suyas propias apelando a la legitimidad de la violencia engendrarán indefectiblemente un efecto de violencia mayor en los movilizados.

Tener el monopolio de la violencia obliga a ejercerla con cálculo y previsión, sobre todo cuando se está ya informado de la acción coactiva prevista nada menos que contra parlamentarios. Si no fuese una irresponsabilidad por mi parte, diría que tanta pasiva imprevisión es una estudiadísima desactivación de las razones de los movilizados por la vía de las imágenes televisivas, el humo, las carreras y el acoso (intolerable e inaceptable) a los parlamentarios. O la imagen del caos, como dijo Mas, obviando por completo lo que significan de verdad el caos y la violencia callejera.

Quizá muchos de ellos no han acabado de entender las razones de fondo y forma de una movilización con mayoritario ánimo de regeneración democrática y que precisamente por eso acude a las puertas del Parlamento. De golpe va a resultar que el modo de desactivar al M-15 va a ser convirtiéndolo en agitación revolucionaria de vieja estirpe sin respetar ni entender lo que de veras significa: el rechazo a la debilidad política frente al poder del dinero, la incapacidad para mitigar el alcance social de los recortes y la insensibilidad ante el debilitamiento del Estado social cuando más falta hace. Las porras policiales sueñan con derribar no los toldos, sino las razones de los toldos.

Jordi Gracia es catedrático de Literatura Española en la Universidad de Barcelona.

Gotika, de acuerdo contigo.
Pero no te mosque mucho, ahora mismo, en este nuestro pais, todo lo que sucede en él, tiene la culpa Rubalcaba y los mal llamados Indignados( todo generador de violencia pertenece al citado grupo).
Lo mejor que puedes hacer es pasar. Pobre de la de la Libertad y de los que la gestionan. Que mamones.

Gotika te veo un poco alterada y esa actitud no te va a llevar a nada, la violencia no es justificable nada mas que en caso de que te agredan como defensa y por las imagenes que se han visto a las puertas del parlamento catalan los violentos agresores eran los del 15m confirmado por periodistas que se encontraban en el lugar de los hechos y para mas seÑas familiar mio que tambien fue agredido cuando estaba cumpliendo con su trabajo y no me sirve la excusa de que la gente se vuelve loca si estan locos que los encierren en el manicomio pero que no agredan por que cuando intervienen los antidisturbios entoces si ponen el grito en el cielo.

Y otra cosa los politicos estan ahi porque los elegimos nosotros por lo tanto alguna culpa sera nuestra, ¿a ver si va a ser que tenemos los politicos que nos merecemos y eso es lo que no terminamos de asimilar?

Tal vez sea esa la solución, que nos encierren en un sanatorio mental o en la cárcel, al menos, así comeremos...

Repecto a los políticos que hemos votado, que pasa con los que no hemos elegido a ninguno de los que hay y si hemos ido a votar????

Da lo mismo, sigo pensando que esto estaba tardando mucho en explotar, pero más vale tarde que nunca.

Gotika ¿explotar? ¿para que? ¿donde estan las soluciones? en hacer acampadas? ¿en ir diciendo que estamos indignados? ¿ en agredir a los que han sido elegidos democraticamente aun que no les hayamos votado? porque no han concretado nada y menos aun no se han puesto de acuerdo en casinada sigo pensando que el inicio fue bonito mientras duro pero hay mucho que hacer por delante y no veo gente tan comprometida ni con el espiritu de sacrificio que hace falta para realizar los cambios que se necesitan hacer y ¡ojala! y me equivoque y esto no se quede en flor de un dia.