Razones en contra Cementerio nuclear, razones en contra Defensores y detractores del Almacén Temporal Centralizado de residuos radiactivos defienden argumentaciones contrapuestas Razones en contra No es seguro Ninguna instalación es perfecta ni está exenta de riesgos, y el ATC no es una excepción. Al riesgo del propio almacén, se unen los posibles peligros de transportar los residuos desde diferentes puntos de España hasta él. Y se recuerda el carácter radiactivo, y por tanto, nocivo para el medio ambiente y la salud, de estos desechos. Además, nadie sabe qué podrá suceder durante los cientos de miles de años que estarán activos. La organización Ecologistas en Acción ofrece tres ejemplos que hablan al respecto. En julio de 2007 un terremoto produjo el escape de agua radiactiva en una instalación de Japón, en teoría el país más seguro en este aspecto. Un mes antes, se produjo un terremoto similar cerca de Guadalajara, uno de los lugares que podría albergar el ATC. En segundo lugar, citan un polémico informe de los servicios secretos franceses, que señala el peligro de que los reactores de nueva generación puedan sufrir ataques tipo 11-S. Y en tercer lugar, recuerdan el error que se produjo en la mina alemana de Asse, lugar donde se guardaban los residuos de este país. Sus responsables ubicaron los residuos en una zona que ahora tiene peligro de derrumbarse. No genera riqueza Los municipios que albergan instalaciones nucleares se hacen dependientes y no generan tantos ingresos como aseguran sus defensores. La actividad nuclear supone en la práctica cerrar cualquier posibilidad de llevar a cabo en la zona un desarrollo rural verde. Las energías renovables vuelven a salir perjudicadas en el aspecto laboral: frente a los 300 empleados que podría conllevar el ATC, se recuerda que el final de las subvenciones a la solar fotovoltaica destruyó 20.000 puestos de trabajo el año pasado. La actividad nuclear supone cerrar cualquier posibilidad de llevar a cabo en la zona un desarrollo rural verde Rebecca Harms, copresidenta de Los Verdes Europeos, pone el caso de su municipio natal, Gorbelen. Situado en la Baja Sajonia alemana, fue elegido para instalar, hace 33 años, una central nuclear y un almacén de residuos. A pesar de haber recibido fondos, Harms asegura que "éramos de las regiones más pobres de Alemania y hoy seguimos siéndolo". Perpetúa el modelo nuclear Dar prioridad al ATC significa continuar con el apoyo a las centrales nucleares. Al problema, no resuelto, de los residuos radiactivos y su inseguridad inherente, se le unen otros inconvenientes. La energía nuclear produce una dependencia del exterior (el 100% del uranio es importado), impide que las energías "verdes" se desarrollen (una central nuclear no se puede apagar para dar entrada a las renovables) y es inestable e impredecible (en 2009 el conjunto de centrales nucleares españolas estuvo parado un total de 572 días, cuando para la recarga de "combustible" sólo tendrían que haber parado 200). La tecnología no avanza tanto El centro tecnológico asociado será en realidad un reactor nuclear de transmutación. Esta tecnología, que pretende hacer decaer la vida de la actividad radiactiva de los residuos, se investiga desde el inicio de la energía nuclear, hace más de medio siglo, y todavía no ha logrado avances significativos.
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