La Carolina - Jaen

Grabaciones, filtraciones, denuncias, acusaciones, tribunales, agitación contra el PP; actividad que ahora empieza a cobrarse su precio contra los principales instigadores del culebrón que lleva meses deteriorando la imagen de los populares madrileños y valencianos fundamentalmente. Al juez Baltasar Garzón, a los fiscales y al mismo PSOE le puede salir caro todo este follón porque a la querella que el Colegio de Abogados de Madrid anuncia que interpondrá contra Garzón y la propia Fiscalía por las grabaciones telefónicas, que entienden irregulares, de la trama Gürtel se une la demanda que interpondrán los populares a los socialistas valencianos por "denuncia falsa" y una serie de graves incongruencias parlamentarias en las que están cayendo los socialistas valencianos y que este miércoles se han puesto en evidencia.

Efectivamente, el parlamento autonómico valenciano ha vivido uno de sus momentos más surrealistas. Les Corts sometían a votación la propuesta socialista que solicitaba la apertura de una comisión de investigación para analizar la financiación del PP. Los populares aceptaron gustosos la propuesta ampliando esa fiscalización a las cuentas de todos los partidos de la Cámara. La sensible modificación de la petición socialista no gustó al PSPV ni a Compromís POR LO QUE VOTARON EN CONTRA DE SU PROPIA PETICION. Los votos a favor de los populares, o mejor dicho su mayoría absoluta, posibilitaron finalmente la aprobación de una comisión de investigación no permanente para diseccionar las cuentas de los partidos. Los socialistas han transmitido así a la ciudadanía que algo quieren esconder de sus finanzas. Pésima jugada.