Sin comentarios El día 27 de septiembre se cumplirán 34 años de los últimos asesinatos legales del franquismo. Angel Otaegui, José Humberto Baena, Ramón García Sanz, José Luis Sánchez-Bravo y Juan Paredes Manot, Txiki, cayeron asesinados por un régimen genocida que se ha convertido en el único por el que no se ha sentado a ningún responsable ni colaborador en el banquillo de los acusados, ni mucho menos, pedido responsabilidades a ninguna de las organizaciones implicadas en la represión, de la que hicieron un negocio, como la Iglesia Católica o las empresas que explotaron a centenares de miles de presos hasta la muerte con los trabajos forzados; ni tan siquiera se obligó a los asesinos a devolver lo que robaron a sus víctimas. Es necesario recordar que muchos de los implicados en aquel régimen genocida, en unos casos, o sus descendientes en otros, ocupan altos cargos en el estado, la política, las finanzas, la industria, la justicia, la cultura, los bancos, la comunicación... Tomás Pellicer, compañero de varios de los asesinados, nos acerca con este relato, al terror en el que se vivió durante las últimas bocanadas del franquismo. |