Carta a Alicia Sánchez-Camacho, presidenta del PP catalán. “¿También váis a convertir la maternidad en un derecho de las élites?”, fue lo primero que pensé al escuchar a Alicia Sánchez-Camacho, presidenta del PP catalán, afirmar que la Seguridad Social no debería cubrir los tratamientos de fertilidad. Vamos a ver, querida Alicia, el común de la población no se puede costear los carísimos tratamientos a los que tú, con tu sueldazo, te sometiste en clínica privada para ser madre soltera por elección. Quienes van, suele ser por las listas de espera de su comunidad ó porque tienen más de 40 años, edad en la que la sanidad pública ya no te cubre los tratamientos. Y ahorrando mucho, muchísimo. Pero éso tú lo ganas en un mes y como lo ves tan habitual, como monedillas, pues pretendes que se recorte por ahí. Y no. Porque la maternidad es un derecho. ¿Pretendes negarles a muchas mujeres solteras -como tú- la posibilidad de ser madres porque no quieran engañar a un tío de una noche ó iniciar una relación de pareja sin ganas sólo para procrear? No me olvido de las parejas, pero siendo tu situación la que es, ¿de dónde sacas tan poca solidaridad femenina? Ah, ya recuerdo. Hace un par de años te arrepentiste en público de ser MSPE. Dijiste que renegabas de tu modelo de familia, porque ahora te perseguía la culpa de traer al mundo un niño sin padre. A lo mejor, precisamente por no valorar el proceso, por no saber lo que cuestan las cosas, no te pensaste tu decisión como lo hacen las mujeres que están en lista de espera de la SS ó que euro tras euro han ahorrado para irse con mucho esfuerzo a una clínica. Eres la vergüenza de las MSPE, querida Alicia, y sólo te deseo que reces muchos avemarías para que Rouco te perdone y te dé un marido con el que puedas olvidar tu escalofriante decisión de que tu criatura no tenga padre. Porque sino le dará un trauma. Aunque más trauma de padre que el que tienen muchos niños, hijos incluso de compis tuyos con doble moral que se casan más que Elizabeth Taylor, no creo que vaya a tener. Como mujer, te doy un cero. Gracias por aplicarnos a las demás la política del cangrejo, en vez de ser el ejemplo que podías haber sido en lo que a distintos modelos de familia se refiere. Aunque después de llamar peste a todo el país rumano y de tus palmaditas en la espalda a los skins, yo no sé de qué me extraño… |