Jabalquinto - Jaen

si tan socialista te crees al igual q la camarilla porque no sales a defender a tu partido de todo lo q aqui se le esta acusando , te recuerdo para ser socslista hay que MAMARLO

fichas4 no hay que acusar a los socialistas en general, solo a los que
han estado gobernando,y los allegados que solo les interesaba la colocacion de ellos o de algun familiar, porque alguno tambien se enchufo cuando marcelo en la granja y despues pues a pillar lo que se pueda con este como ha pillado ¿ no creeras que esas personas son socialistas? ni siquiera creo que tengan ideologia son solo oportunistas
estos que dicen dame pan y dime tonto, en fin unos caradura sin verguenza y sin dignidad ninguna.

heron en ningun momento estoy generaliando si lees mis textos lo comprenderas solo me refiero a los mismos q tu

Señor Jesús, tu has venido a curar los corazones heridos y atribulados, te ruego que cures los traumas que provocan turbaciones en mi corazón; te ruego, en especial que cures aquellos que son causa de pecado. Te pido que entres en mi vida, que me cures de los traumas psíquicos que me han afectado en tierna edad y de aquellas heridas que me los han provocado a lo largo de toda la vida. Señor Jesús, tú conoces mis problemas, los pongo todos en tu corazón de Buen Pastor. Te ruego, en virtud de aquella gran llaga abierta en tu corazón, que cures las pequeñas heridas que hay en el mío. Cura las heridas de mis recuerdos, a fin de que nada de cuanto me ha acaecido me haga permanecer en el dolor, en la angustia, en la preocupación. Cura, Señor, todas esas heridas íntimas que son causa de enfermedades físicas. Yo te ofrezco mi corazón, acéptalo, Señor, purifícalo y dame los sentimientos de tu Corazón divino. Ayúdame a ser humilde y benigno.
Concédeme, Señor, la curación del dolor que me oprime por la muerte de las personas queridas. Haz que pueda recuperar la paz y la alegría por la certeza de que tú eres la Resurrección y la Vida. Hazme testigo auténtico de tu Resurrección, de tu victoria sobre el pecado y la muerte, de tu presencia Viviente entre nosotros. ¡Amén!