El Mármol - Jaen

Transcurrieron los años y los siglos, y la Villa de El Mármol continuó perteneciendo al Señorío Jurisdiccional de la familia Muñoz Vázquez Salazar heredándose de hijo a hijo como figuraba en los privilegios regios concedidos por Felipe II a D. Juan Vázquez Salazar en su momento. Aunque no eran dueños de todo el término, sí lo eran de su mayor parte, e incluso del molino aceitero, por cuyos servicios debían pagar los usuario. Los vasallos que poseían tierras propias debían aportar una cuota de vasallaje al Señor y una contribución proporcional a las tierras que poseían, al margen del "diezmo" y "pie de altar" que percibía de cada vecino la Iglesia.

Poseía el Señorío de El Mármol jurisdicción propia que se traducía esencialmente en: la posesión de una cárcel con todos sus artilugios de presidio y una nutrida lista de infractores/as (locales y foráneos) de las normas, con causas pendientes de juzgar y sentenciar.

Llegadas las Cortes de Cádiz, los señoríos jurisdiccionales fueron suprimidos, por lo que el privilegio de relación señor-vasallo desaparece, las contribuciones anejas a ello también, y todas aquellas relaciones de dependencia obligada por la jurisdicción particular. No obstante, la posesión de la propiedad continúa teniéndola la familia Muñoz Vázquez Salazar, de la que se irá deshaciendo con el paso de los años, a través de ventas diversas. El Mármol se constituye en Ayuntamiento independiente durante el S. XIX, hasta que en la última quincena de este siglo, debido al cúmulo de deudas contraídas, sobre todo, con la administración provincial y Diputación y a la falta de un liderazgo personal consolidado en el pueblo, la mayor parte de los habitantes de la localidad solicita a la Diputación Provincial su anexión al vecino pueblo de Rus. De este modo, en 1.886, pueblo y término municipal de El Mármol pasan a incorporarse a aquél.

No habrá de pasar mucho tiempo cuando los vecinos se arrepientan de "haberse vendido por un plato de lentejas". Lo que pensaban que iba a ser una tabla de salvación no es más que un mayor olvido y abandono. Generaciones posteriores cogen el relevo de la reivindicación: segregación y vuelta a lo que se era ("Virgencita que me quede como estaba"). Más de 100 años de pataleo en organismos provinciales y en Rus. Por medio, la 2ª Republica y la Dictadura, años poco propicios para movimientos segregacionistas. Se consiguió el trato como Entidad Menor, que no era lo mismo que aldea o barrio. Con la llegada de la Democracia, los ayuntamientos son más abiertos en teoría. En la elecciones locales los vecinos pueden elegir a su propio alcalde, y así ha ido sucediendo; dándose la circunstancia que de los 25 años de democracia, la mayor parte de ellos, el alcalde de El Mármol ha sido de un signo político distinto al del pueblo matriz de Rus, en un claro mensaje de disconformidad con la política desarrollada con esta Villa.

En la última década del pasado siglo El Mármol reivindica un presupuesto propio y autonomía económica que se le va concediendo relativamente. El paso siguiente y último ha sido tratar de alcanzar el status de Entidad Local Autónoma: con una serie de atribuciones propias y servicios autogestionados, termino territorial y patrimonio propios, presupuesto propio, ... Y que se le llegue a oír en la provincia de Jaén como un interlocutor más, ¡ ardua tarea !.