Bélmez de la Moraleda - Jaen

Han pasado muchos años desde que me abristeis los brazos y vuestras casas y alguien muy especial su corazón.

Tiempos pasados, pero que ahora, con el paso de los años se añoran.

Aprendí lo que era chirguetear y lo que llamabais un ponche, así como la careta y sobre todo el aguardiente de cerezas de la desaparecida María y los tuestes.
Me entere que la chota de Dios, no era una chota religiosa, si no el pueblo vecino en cuesta con curvas interminables.

Las tardes noches en el Salto

Los ratos buenos con Jesús y su mujer, sus padres, personas encantadoras y que decir de sus dos pequeños de entonces, chica y chico.
Que ratos tan buenos en su Torre, viendo como pintaba, mientras escuchábamos a Carmina Burana.

Tantos recuerdos de un año intenso a caballo entre Madrid y el pueblo.

Y que decir mas, pues que en ese momento algo paso que me rompió los esquemas, algo que no entendí, algo que me dio rabia, algo que he comentado infinidad de veces con gente dispar y unos me han dado la razón, pero la mayoría me han dado un punto de vista diferente, eso si cuando ya era tarde, el punto de vista de que mayor prueba de amor.

Perdonar a los que los años me han hecho olvidar vuestros nombres, pero que los llevo en mi corazón.

Decir que he estado dos veces en el pueblo en diferentes años pero sin bajar del coche.

Y en especial un lo siento muy grande y después de muchos años a esa chiquilla que soñaba con tener una guitarra.

Gracias a Pedro, Manuel, mi querido Tomas y a Vico

Yo, como forastera que soy, tengo que decirte que me siento muy identificada contigo, y que si empezara a contar todas mis vivencias en este vendito pueblo, no tendría suficiente espacio.

Merytxel, pues va a ser que eres forastera, ja ja jaja.

si lo soy
eso mismo digo que lo soy

Alguna vez lo has dicho, ja ja ja ja.

si jajajajajajajjajajaja