Beas de Segura - Jaen

"Era inevitable, a este ritmo antes o después ocurriría, pero ya es mala suerte que se agote unos meses antes de las elecciones", declaraba el máximo representante del Consistorio. Descubierto accidentalmente hace tres años por un operario que estaba abriendo un pozo para enterrar vergüenzas ajenas, el filón de adoquines del cerro del Burdel prometía impulsar la economía beatense hasta niveles anteriores a que la lotería de Navidad apollardara a la mitad de su población."Para llegar a él primero hubo que extraer un estrato de baldosa caliza de imitación, de pésima calidad, pero que aprovechamos para la pavimentación de la calle Villa, pues no está la cosa para desperdiciar recursos. Luego llegamos al estrato de adoquines y nos pusimos manos a la obra; la idea era pavimentar todo el pueblo y más allá. Ya teníamos sobre la mesa un magnífico proyecto para adoquinar el olivar desde Macena al Puente del Diablo... ¿se imagina lo fácil que sería recoger la aceituna y combatir las malas hierbas?", expresaba el responsable de la concejalía de asuntos subterráneos.

Pero lo bueno no duró mucho, y hace tres días los últimos adoquines salieron de la mina, sin que haya aflorado ninguna otra veta de interés. Ahora los técnicos del Ayuntamiento buscan desesperadamente nuevos yacimientos de adoquines, azulejos o lo que sea, porque aún quedan muchos meses hasta las elecciones, pero por ahora la búsqueda ha resultado infructuosa. "Estamos detrás de la pista de una otra veta de focos de suelo, la idea es poner uno debajo de cada ventana para que los vecinos cuando se asomen de noche sólo vean luz, mejore su estado de ánimo y el deslumbramiento les impida ver otras minucias" -declaraba uno de los técnicos. "La verdad es que nos hemos acostumbrado a esto de arreglar calles y no sabemos qué hacer, es algo muy agradecido, empleas mucha gente, das lustre a las calles y todo el mundo tan contento, al menos unos meses, los justos y necesarios para que el día clave se acuerden de nosotros."