Arjona - Jaen

LA GENTE DE LA CALLE


Últimamente es muy frecuente oír decir en los medios de comunicación, sobre todo en la televisión, en programas concursos u otros de cualquier tipo, “la gente de la calle”.

Cuando ya han preguntado a las personas presentes en el plató (dignos y eruditos pensadores, según los dirigentes y el presentador), deciden el: “Vamos a preguntar a la gente de la calle”.

¿Quién es la gente de la calle?. ¿Quizás personas que viven en ella?. ¿Quizás desgraciados que están tirados por los adoquines?. ¿Quizás indigentes intelectuales que no merecen su presencia en el estudio por su baja calidad ante los presentadores?. Cuando precisamente son estos generalmente los que carecen de los más mínimos cimientos y conocimientos culturales. Los podemos observar a diario, en legión, en todas las cadenas de televisión y, más ahora, que hay tantas. Parece que por salir en la pantalla, únicamente por eso, aunque sea para decir o debatir tonterías y herir muchas veces a otras personas con sus comentarios, son ya unos personajes importantísimos. No se dan cuenta de su escasísima preparación en conocimientos y cualidades humanas, osando con gran descaro considerarse grandes periodistas.

Eso de la gente de la calle, esa expresión tan desafortunada por el sentido peyorativo con que la usan, es impresentable y vergonzosa. Además ¿saben que ellos también son gente de la calle?, o, ¿es que no la pisan nunca?, quizás más que nadie. La gente de la calle somos todos, no hay nadie, sea quien sea, que no la utilice con mayor o menor frecuencia.

¿Se han parado a pensar quienes circulan por ellas?, ¿Con que personas pueden encontrarse?. Desdeluego no con zombis de cerebros vacíos, ignorantes y completamente desinformados, NO.

En las calles hay Escritores, Poetas, Filósofos, Ingenieros, Arquitectos, Médicos, Abogados, etc…., Profesionales de todo tipo, toda clase de personas cultas, muy ilustradas y preparadas intelectualmente, así como otras con gran patrimonio industrial, rústico, urbano, incluso con palacios, castillos y títulos nobiliarios, “que no están precisamente en la calle”, la utilizan, eso sí. Por supuesto muy por encima culturalmente y en todos los aspectos de aquellos que por su baja preparación intelectual y de cualidades humanas dicen esa fea y mal aplicada frase “La gente de la Calle”.

Si es verdad, que parece que escogen para sus entrevistas callejeras a las personas menos indicadas para ello, quizás por miedo a que el entrevistado les de un buen repaso intelectual y los deje en fea situación. Es indignante ver como ridiculizan a personas indefensas ante miles de teleespectadores con preguntas tontas y además permitiéndose la desfachatez de darles golpes con el micrófono en la cara o cosas por el estilo. Sin que muchas veces, el asaltado en plena calle se de cuenta del ridículo que está haciendo, solo por el afán que tienen algunos de salir en la televisión. Otros se retirarán con un sentimiento de amargura al haberse sentido humillados sin haber sabido evitarlo. Les toman el pelo, se ríen de ellos para su absurda vanagloria sin el menor sentido de caridad con el prójimo. Se siente vergüenza ajena.

En la calle hay de todo, pero las personas de categoría no están para eso ni pierden el tiempo rebajándose a soportar una entrevista de tan ridículo nivel.

Saludos