madre, por fin! Sí, madre, porque por mucho tiempo que pase, tú serás mi madre y no te atreverás a negarlo. Ahora que por fin he dado contigo, no me importa que el mundo sepa la verdad, porque siempre has sido la clase de persona que te has servido de los demás para tu propio beneficio. Así, cuando te liaste con aquel domador de circo, y te quedaste embarazada, seguramente pensaste, a pesar de tu juventud, que yo iba a ser un obstáculo para tu escalada en la sociedad; ¡que ironia, la LEONA domada! pero no!, doña LEONA HELMSLEY no se iba a parar por un crio, así que cuando me pariste(porque tú eres contraria al aborto, verdad?)en aquel destartalado carro del circo, nos abandonaste a mí y a mi padre a nuestra suerte y desapareciste. A mí me crió una vieja trapecista coja, y a mi padre le dió por echarse al alcohol, y así le fué, pues en una función de circo en un pueblo de Teruel iba borracho y le dió por meter la cabeza en las fauces del león que no era, y este le arrancó la cabeza de cuajo. Mientras, yo crecía entre payasos, monos y elefantes, hasta que un día me vendieron a una familia gitana zíngara que pasaba por allí, por que los pobres dueños del circo tuvieron que cerrar y no tenian ni para comer. Poco tiempo después, ya contaba yo con doce años, estando con esta familia nómada por los Montes Urales, me escapé y tras pasar muchas calamidades, me encontré en una granja, cerca de Ekaterinburgo, dode viví con esta familia, criando cerdos y plantando nabos y remolacha; aunque al cumplir los dieciseis, llegaron unos oficiales del ejercito sovietico, y me llevaron para hacer el servicio militar. Bueno MADRE, no quisiera aburrirte, así que en otra ocasión te contaré el resto de visicitudes que tuve que pasar en mi vida hasta llegar donde me encuentro, y como he dado contigo; espero que me contestes y me aceptes como hijo tuyo que soy. un abrazo de Leoncito. |