Albanchez de Mágina - Jaen

Hola amigos. Quiero aprovechar estas páginas para hacer un llamamiento público a todos esos niños y jóvenes, y mayores también, que bien por descuido, o cualquier otra excusa, dejan pasar el tiempo como agua entre sus manos, sin disfrutar realmente las cosas, por las que verdaderamente, merece la pena vivir.

Evidentemente, los sitios por sí mismos, no son nada. A los lugares, les cargamos de emoción, a través de las experiencias vividas en ellos, del tiempo que hayamos compartido con los demás, y en definitiva, de esa asociación emocional que hacemos a las cosas.

Me sorprende ver a niños, y adolescentes sobre todo, cómo hablan a sus mayores. Esto es algo que hacen abiertamente, en público, delante de extraños como nosotros, y sin ningún reparo.
En verdad, está igual de mal, hablarles así, ya sea en público, ya sea en privado, la falta de respeto se produce igual, aunque eso sí, si se hace ante los demás, para ellos suele ser más denigrante aún, haciéndoles sentir, todavía peor.

El caso es que muchas veces no nos damos cuenta de que el tiempo es finito, no sabemos cuánto tiempo tendremos al lado a los seres queridos, y a menudo preferimos pasar nuestro tiempo, con los colegas, o durmiendo para recuperar de la noche anterior. El caso, es que a los amigos siempre los encontraremos sueltos por ahí, pero no así a los abuelos, por ejemplo, que un buen día, sin pedirnos permiso, se van, y ya está. Luego, hay mucha gente que se arrepiente enormemente de tiempo no aprovechado; de eso que quería haber dicho y nunca te atreviste; de esa disculpa, o de un te quiero.

En fin, sólo escribo estas líneas, como una reflexión personal. Yo personalmente, en ese aspecto he sido un afortunado. Si hay alguien, sólo una persona de todos los que leen en este foro, que recapacite y reflexione, y consiga así dar un paso adelante, este que os escribe, se dará por satisfecho.

Los mayores es algo de cada vez resultan más estorbo en una sociedad como la nuestra, dónde cada vez se busca más la individualidad y la satisfacción personal, y se huye de los problemas ajenos. Se aprende a ignorarlos.

Un abrazo para mis vecinos, en especial a los mayores. A veces, para esos que se encuentran un tanto carentes de actividad, o simplemente, no pueden desarrollarla, me gustaría llevarles aficiones como Internet, la radio, la radioafición, o tantas y tantas otras.