Peralta de la Sal - Huesca

En los cursos de 1952-53-54 estuve en el noviciado, cuando las imágenes eran bien distintas a las presentes y el ambiente en todos los aspectos, también. Fui feliz, pero el maestro de novicios, Benito Pérez, de La Yunta (Guadalajara) se creía un santo, un psicólogo excepcional y en posesión de la verdad permanentemente; a mí no me comprendió. Con la perspetiva y la serenidad que dan los años, pienso que de los escolapios, de su ideología, de su método, de san José de Calasanz, de los compañeros etc soy un enamorado y les guardaré gratitud eterna por todo, pero del Benito tengo el peor recuerdo de toda mi ya larga vida. Fue negativo para muchas personas, yo le tenía pavor. Espero que Dios, que es justo juez, y en el que creo, le haya dado lo que en vida se ganó.

Saludos para todos los inteligentes, que aprendieron que San Jose de
Calasanz era un patron de verdad.