Ontiñena - Huesca

El periódico de Aragon J. L. Trasobares. 10/01/2009

De repente resulta que Aragón está a la cabeza de un ranking económico nacional: es la comunidad número dos en destrucción de empleo. El número uno pertenece a Murcia y detrás de nosotros está Valencia. O sea, que vamos a la par de nuestros amigos levantinos. Es lógico, pues desde hace algún tiempo nos hemos empeñado en copiar su modelo de desarrollo. La suma de especulación, construcción intensa y extensa, destrucción medioambiental, industria dependiente del exterior y bajo nivel de I+D+i suele producir beneficios pingües y rápidos pero crea unos sistemas estructuralmente débiles. A estas horas tal cosa es un hecho perfectamente probado. Como lo es que el País Vasco está a la cola en lo que a pérdida de puestos de trabajo se refiere. Claro, porque allí la cosa funciona de otra manera.

Los expertos explican que, en todo caso, Aragón parte de una mejor situación relativa en comparación con Levante (se supone que estábamos rozando el pleno empleo) y que, por otro lado, hay aquí sectores que parecen aguantar bastante bien (ya te veré, Bernabé). El consejero Larraz, que ha pasado sin transición de glosar supuestos éxitos económicos a tener que explicar el impacto de los expedientes de regulación, se ha agarrado a la aparente estabilidad del sector servicios para afirmar que no todo está perdido. Claro que don Alberto, deseoso sin duda de no erosionarnos el optimismo, también ha llegado a decir que ahora hay en Aragón más parados hombres que mujeres (hecho inédito), lo que no deja de ser positivo. O sea, que quien no se consuela es porque no quiere.

Aún se acordarán quienes dispongan de esa capacidad intelectual llamada memoria de aquellos días no muy lejanos en los que el presidente murciano, Valcárcel, exigía agua del Ebro aduciendo que su región era la leche merengada y el lugar de España donde más mercedes se matriculaban al año (y no iba desencaminado, pues en los eriales y huertas recalificados la pasta corría a raudales). Ahora la tierra del sol y el golf es la meca del paro, pero si a su deslenguado jefe le da por presumir a costa del dato siempre podrá Marcelino recordarle que en eso le vamos pisando los talones. A ver.

Estamos varados en un modelo frágil, inconveniente e insostenible a medio plazo; un modelo que se está quedando parado. Y nosotros, con él.



Mariano. ;-)