Villanueva de los Castillejos - Huelva

La guardia civil de los años 50-60 era una guardia civil dura como la dictadura y todo el mundo sabia que pegaban sin miramiento y sin que nadie pusiera en duda su autoridad para hacerlo. Por su carácter abierto y jovial a Juan el del Bar no le caía bien dicho cuerpo militar. (No se si alguna vez perteneció al mismo y se salió).
Un día de Corpus, de aquellos jueves que relucían mas que el sol, de juncias, jondones, procesión por todo el pueblo, con todos los ornamentos parroquiales y La Custodia con su Sagrada Forma y los civiles formados y armado dando escolta, las mujeres con los escapularios, los niños y niñas de primera comunión... todo era una como una corte celestial.
LOs mandos de la Guardia Civil salían perfectamente vestidos con sus uniformes militares, sus guantes blancos, sus botas altas relucientes y toda su chatarra de medallas militares que no habían ganado en ninguna guerra ni en parte alguna y se pavoneaban delante del pueblo que le tenia mas miedo que al mismo diablo.
Junto al bar de Juan,donde paraba la camioneta de Damas, esta había dejado caer una extensa mancha de aceite que chorreaba c/Gibraleon abajo. Al pasar el Brigada de la Guardia Civil de apellido Andrino (Brigada Andrino), resbaló en aquella laguna de aceite y todo aquel precioso traje con sus altas calidades quedo pringado de aceite hasta empaparlo.
Lo vio Juan desde su bar y como sentía gran enemistad con el caído, se fué para el y le dijo:

- ¡Que "brigadazo" ha "pegao Vd" mi Brigada!

La sonrisa irónica de Juan igual a todos aquellos que estaban en el bar harian salir a flote las ira de aquel brigada ridiculizado.Pero Juan era mas inteligente que todos ellos.