Villanueva de los Castillejos - Huelva

Solo para los que le gusten la fantasía porque no solo de "cruda realidad.."" vive el hombre...


La foto…

Cada mañana, como siguiendo un ritual, entraba, ocupaba el mismo asiento en el vagón de Metro frente a mí, sacaba el libro de su mochila y comenzaba a leer. Yo observaba en silencio como los madrugones hacían mella y no llegaba a pasar de un par de páginas antes de que se le cerraran los ojos.

Esa mañana estaba tan dormido que el libro se resbaló de sus manos y cayó. Me agache a recogerlo, por fin conseguí leer el título:
”” Metafísica de Aristóteles””,-debe ser aburrido para que no pueda mantenerle despierto-, pensé.

Le toque la mano y cuando abrió los ojos tenía mi cara a un par de palmos de la suya. Le vi confuso y supongo que preguntándose quién era yo y qué hacía tan cerca. Antes de que articulara una sola palabra le puse el libro delante,- se te cayó-. Se ruborizó y me dio las gracias casi en un susurro. Apresuradamente guardó el libro en la mochila y se levantó, el metro llegaba a la estación de Recoletos donde se bajaba cada día.

Ya en el andén me miró a través de los cristales de la ventanilla mientras el tren iniciaba la marcha, sonrió porque acababa de caer en la cuenta que llevábamos más de un año viajando juntos pero nunca se había fijado en mí, hasta ahora. Le devolví la sonrisa y le dije adiós con la mano.

Cuando entramos en el túnel desvié la mirada al suelo y vi una foto que sobresalía debajo del asiento que él había ocupado, la recogí. En ella mi desconocido amigo posaba en un bosque de abetos delante de una cabaña de madera, el suelo se veía con una gruesa capa blanca y a su lado una flamante moto de nieve con un gran lazo rojo atado al manillar. Guardé la foto con la intención de dársela al día siguiente y pensando que sería una buena excusa para entablar una conversación.

A la mañana siguiente no apareció, ni a la siguiente, ni a la siguiente… nunca más volví a verle.

Han pasado 30 años: estoy felizmente casada, tengo hijos y nietos, todavía hago el mismo trayecto en Metro que me lleva de casa al trabajo y la foto ha ido pasando de un bolso a otro en todo este tiempo.

¿Quién sabe? quizás el destino vuelva a reunirnos en el mismo vagón y tenga ocasión de decirle lo que aquel día, a mis 17 años no pude:

“” Hace mucho tiempo viéndote soñar me enamoré de ti. “”....

El resto es otra historia….


Un saludo desde mi rincón...

!Precioso! impaciente por el IV

Un saludo

A la 7.00 de la mañana la "Metafisica de Aristoteles" y el metro con las legañas "pegá" es como para quedarse "tieso" o no haberse levantado. Tal vez el mejor "libro" era aquel corazon libre que soñador buscaba abrazos y besos en una mañana de nostalgia mas dispuesta para la liberad de abrazar, dialogar, mirarse a los ojos y soñar que las de aquellas "profundidades" de Aristoteles mas adecuadas para "media tarde" y conscientemente despierto.

Para mi, es mas admirable y agradable mirar a Mariló que a las paginas amarillas de un libro con mas de 3000 años por mucho que diga.

Perdon por los "colorarios" a tu cuento.

Abrazos. Hoy es San Sebastian, patron de Huelva capital y de El Almendro.

Es cierto Juan Manuel, Aristóteles a esas horas no es un libro muy recomendando.

Lo qui sí es un hecho científico y comprobado que en los metros, por muy dormido que estés, es muy muy raro que alguien se pase de parada.. Hay un pequeño reloj en el cerebro que calcula la duración de la siesta matutina en el transporte público...

Laratera gracias eres muy amable y nunca digas a alguien que no sabe escribir que lo haga, porque lo hará...jejejej..

Tengo más mini relatos y sigo intentando que me salga algo legible.... ya iré poniendo otros si os gustan...

Un saludo desde mi rincón.

MI recuerdo de los Metros de Madrid, alla por los años 70, era vestirme de tuno (Tuna "El Candil") y salir los viernes de la pension a las 6 de la tarde, para no volver hasta las claras del lunes siguiente. Melena hasta los hombros, guitarra terciada al hombro y un "timple" (gitarrita diminuta Canaria), lucir mi capa y mis cintas de tuno, y los pocos dineros metidos en la liga de tuno. La gente me miraba con sorpresa, sonrisas y aprobacion en el metro. Tenia 22 años y Madrid, aparte de los estudios era una juerga "pegá", aunque se ligaba poquisimo. No tengo añoranzas ni nostalgias, solo buenos recuerdos.

Abrazos.

Felicidades Soymarilo, por tus trabajos bien hecgos, no solo entretienen si no que me encantan, gracias.

Hola Soy marilo;

He quedado sumamente sorprendido por tu escrito
Que tiene por titulo (LA FOTO) por la argumentación tan sencilla
Romántica y natural. Que solamente quien ha estado cogiendo
Ese medio de transporte durante muchos años en las grandes ciudades. Podemos identificarnos con ese relato ya que más de una vez hemos tenido compañeros/as. De viajes durante años, y no sabemos ni su nombre. Es el anonimato de las grandes ciudades, la soledad del ser humano en medio de un mundo loco.
En hora buena y sigue escribiendo así de bien y tan original
Recibes cordiales saludos y en ti todo Castillejos.

Badalona 20 de Enero 2012

Juan de Lloreda





P/D. Pobre del hombre que aya perdido la capacidad de fantasear más le valiera
No ser hombre.

Hola buenas noche.muy bonito tu cuento,yo tambiÉn leo metafÍsica igual que el viajero del metro.un saludo.pepi