El Almendro - Huelva
Pueblo perteneciente a la comarca del Andévalo, situado en las proximidades de la frontera con Portugal en tierras de cultivo de cereales y pastos pera la ganadería. Próxima a su término se encuentra la Presa de la Chanza, una de las mayores de la provincia. Otros puntos de interés son la Iglesia de Ntra. Sra. de Piedras Altas y la Iglesia de Ntra. Sra. de Guadalupe.
Los primeros vestigios de la actividad del hombre se localizan en la Edad del Bronce, donde aparecen una serie de sepulcros megalíticos vinculados a la actividad minera.
A partir del siglo II por estos pagos discurría la calzada romana que iba desde la desembocadura del Guadiana a Mérida y que se cita en el Itinerario Antonino.
Tras el oscuro período musulmán a mediados del siglo XIII se van a repoblar estas tierras andevaleñas, caracterizadas siempre por una economía de subsistencia.
En tiempos de Alfonso X el Sabio se cita ya un primer núcleo de población, la aldea de Osma que estaba en las inmediaciones de la Ermita de Piedras Albas. Algunas décadas después, en pleno siglo XV, la documentación nos habla de esta población en el Prado de Osma.
Casi todos los historiadores pensaron siempre que la principal razón para que sus vecinos se trasladaran durante el siglo XVI al actual emplazamiento fue la insalubridad del Prado de Osma que favorecía las enfermedades. Así se dice en la carta puebla que concedió el Duque de Medina Sidonia, fechada el 22 de marzo de 1519, donde se establecían las condiciones del nuevo alojamiento.
Sin embargo, las razones eran más profundas. Este traslado obedecía a la política señorial de impedir la ocupación de tierras en el Andévalo por parte de los vecinos de Villanueva de los Castillejos pertenecientes al señorío del Marqués de Gibraleón.
La pertenencia al señorío le acarreó a los vecinos de El Almendro la obligación de entregar parte de sus cosechas al Duque, por lo que tuvieron que repartir 1.500 maravedís de la cosecha de cereal. A ello se sumaban otras imposiciones como el lesivo diezmo, del que se aprovechaban la Iglesia, el Rey o el Duque de Medinaceli.
A pesar de ello, el siglo XVI fue un período de bonanza económica, alcanzando el vecindario los 80 vecinos (unos 300 habitantes) en los años finales de esta centuria.
Durante la traumática guerra con Portugal (1640-166

la zona estuvo muy castigada por las continuas incursiones, que provocaron una gran emigración, la muerte de algunos de sus habitantes y un clima psicológico de terror. A ello se debe de añadir la peste del año 1649 y la disminución de los terrenos cultivados, que provocaron frecuentes hambrunas. Sin embargo, en 1693 observamos cierta recuperación, al contar con 118 vecinos (470 h.).
A lo largo del discurrir del tiempo El Almendro ha sido un pueblo de jornaleros. En el siglo XVIII observamos que constituyen casi toda la población. Pero no es desdeñable la actividad de los muchos arrieros que se beneficiaban del comercio con Portugal. Las majadas de colmenas también contribuían a complementar los cortos ingresos; a su alrededor se montaron ingenios para transformarlas, como los conocidos lagares.
Desde su traslado a la Fuente de El Almendro la estructura urbana se ha ido definiendo. Una vez construidos el Ayuntamiento y la Iglesia la población crece centrífugamente, dibujándose una arquitectura popular de casas blancas y cuidadas.
A finales del siglo XVIII -1786- sus vecinos siguen perteneciendo al señorío del Duque de Medina Sidonia, constituyendo su población 260 vecinos (unos mil habitantes). En la atención religiosa pertenece a la vicaría de Puebla de Guzmán; dentro de la población se encuentran, además de la iglesia parroquial, las ermitas de San Sebastián y la Santísima Trinidad y fuera la ermita de Piedras Albas.
Durante la Guerra de la Independencia, El Almendro se convirtió en cuartel general y teatro de operaciones de las tropas españolas que actúan en la frontera con Portugal. Esto reportará grandes sufrimientos a sus vecinos que debían alojar a los ejércitos; para ello, tanto su ayuntamiento como vecinos debieron arrendar a la fuerza la única dehesa de propios que poseían, con lo que se quedaban sin una de sus principales fuentes de financiación.
En el primer tercio del siglo XIX El Almendro sale del señorío y pasa a formar parte de la nueva provincia que se crea, Huelva. A mediados del siglo ha perdido población con respecto al siglo XVIII contando con unos 800 habitantes, que viven en un término con escasa vocación agrícola, donde se siembra casi exclusivamente trigo y avena. El paisaje está salpicado de caminos de herradura en pésimas condiciones. Pero ya se bosqueja un modesto sector industrial donde destacan las industrias de sombreros calañeses, lagares de cera, molinos de viento y telares.
En 1864 como consecuencia del proceso desamortizador los vecinos pierden una de las fincas principales de aprovechamiento comunitario, la dehesa boyal.
Actualmente se está apostando fuertemente por el desarrollo local, encontrándose El Almendro dentro de la Mancomunidad de Municipios Beturia -1993-, que ha conseguido traer importantes proyectos, y por tanto inversiones de la Unión Europea. El futuro de la población pasa por sectores como el turismo rural o la agricultura intensiva.
Monumentos
Iglesia de Ntra. Sra. de Guadalupe
Ermita de Ntra. Sra. de Piedras Albas
Gastronomía
Jamón de pata negra. Migas. Arroz con turma. Habas enzapatadas. Caldereta de borrego.
Cómo llegar
Salir de Huelva. En la rotonda, tomar la salida 2 y continuar en: N-441. Tomar: N-431 en dirección Gibraleón y San Bartolomé de la Torre. Tomar la A-490 y atravesar Villanueva de los Castillejos, seguir hasta El Almendro.
Distancias
A Huelva 48 km
A Alosno 17 km
A San Silvestre de Guzmán 16 km
A Gibraleón 33 km
A Puebla de Guzmán 14 km
A Aracena 102 km
A Santa Bárbara de Casa 47 km