Villanueva de los Castillejos - Huelva

Por fin el Melli encontro en este foro su "media naranja" en Mariló, ambos furibundos del Atleti de Madrid, uno en Alcorcon y otro en el barrio de Llorada, pasando los dos grandes calvarios que les da su equipo: Ahora SI, ahora NO. ¡¡Que moral, que fé, ....! Espero que el corazon lo tengan fuerte para los triunfos y los fracasos!. Las alegrias y las penas unidos son menos. Abrazos para los dos.

Peor va el Xerez.

Mi corazón como una roca. !!Ni una miserable aspirina me da el médico!!!, ni tensión alta ( 4 cafés solos diario) ni colesterol (carrera matial de una hora a las 7 de la mañana).

Ahi estoy, con mi Atleti aguantando, cuando gana se entera todo el barrio y cuando pierden la culpa es del otro, que ha sido un poco mejor.
De cara al personal, como buena madre, mi Atleti no tiene defectos.En privado les regaño.

Y ya que te veo con tantas ganas de jubilarte, me alegro por tí y por tu familia que ahora podrán disfrutarte más.

Un abrazo.

Juan Manuel, los del Atleti somos así, hechos de puros sentimientos, de sufrimientos y de nobles alegrías, por eso nuestros corazones nunca paran, siempre están al máximo, ahora eso sí, nos reimos y nos alegramos un montón cuando los vikingos pierden, eso es demasiado para nosotros. Y en honor a la verdad tengo que decir que no hay una afición mejor que la del Atletico de Madrid, es un espectáculo verla cada domingo en el Manzanares.

Un abrazo, y a ver si nos vemos, pues pienso ir dentro de unos días al pueblo.

El hinno culé habla que es más que un club.
El Atleti es más que un sentimiento. Los atleticos somos gente buena, humildes y acostumbrados a sufrir y además !!!nos va la marcha!!!.

Por cierto Melli, mi segundo equipo es el Getafe. Te contaré, bueno a todos. Cuando el Getafe se jugaba el paso a primera división, yo estaba cenando en un restaurante ,de estos que tienes al camarero detrás sirviendote el vino, ya sabeis, Yo cada dos por tres le preguntaba que como iba el Getafe. El muchacho se marchaba y me iba trayendo el resultado. Había una tele en la cocina. ¿Adivinais donde acabe mi cena?. Pedí disculpas a los comensales, todos culés y me fui con mi copita de vino a la cocina, con el permiso del encargado.

En la cocina de un restaurante catalán, celebré la subida a primera con un cocinero gallego.