Susto monumental en las ventas Pues resulta que un torero de alta alcurnia decidió torear en las ventas y le liaron la monumental. ¿Es qué ya no saben torear?, ¿es qué les huele el pernil de tanto recogimiento?, ¿no será que ya no funcionan los mismos lances?. Al grito de: "El bombero torero a la carcel", se unieron infinidad de toreros en una corrida mayúscula, sin parangón, una faena de años ya repetida en otras plazas. Pobre bombero torero, en principio, puesto que al final se llevó las dos orejas y les refregó el rabo por los hocicos a tanto sabiondillo. Esperpento 2 |