Un puente cambia la vida de dos pequeños pueblos a ambos lados del río Un puente cambia la vida de dos pequeños pueblos a ambos lados del río Disminuir tamaño del textoAumentar tamaño del texto Tan sólo 150 metros de asfalto han cambiado la vida a los habitantes de Pomarao y El Granado, después de que el pasado 26 de febrero se inaugurase el puente sobre el río Chanza. Tan sólo 150 metros de asfalto han cambiado la vida a los habitantes de Pomarao (Portugal) y El Granado (Huelva), después de que el pasado 26 de febrero se inaugurase el puente sobre el río Chanza que ha reducido el rodeo de 180 kilómetros entre las dos localidades a 12 en línea recta. "Ha influido bastante desde un primer momento", ha explicado a Efe el alcalde de El Granado, Juan Manuel Burga, que se muestra confiado en que los efectos del puente sobre la vida de la localidad no han hecho más que empezar. A diferencia del último puente Andalucía-Portugal, el abierto en 1991 entre Ayamonte y Castro Marín, ahora no son dos localidades con miles de habitantes las que se han unido, sino pequeños pueblos que casi no eran conocidos por sus vecinos fronterizos hasta abrirse el viaducto. 800 habitantes unidos Situado en la zona oeste del Andévalo onubense, El Granado tiene poco más de 600 habitantes, mientras que Pomarao no llega a los 200, y ambos cuentan con un trasiego en sus calles desconocido hasta el momento gracias a su nuevo puente. Burga ha indicado que uno de los efectos del puente es que los almacenes de pienso están exportando a Portugal, algo mucho más fácil ahora, mientras que los portugueses están introduciendo en la comarca onubense productos típicos como miel, pan y quesos: "antes había que ir a Rosal de la Frontera o Ayamonte y llegar a Mértola, -la capital de la comarca- pero ahora la tenemos a poco más de 30 kilómetros". La propia aldea de Pomarao se ha convertido en un atractivo turístico que sus escasas tres calles intentan asimilar lo mejor posible, con elementos característicos como el antiguo muelle cargadero de mineral o las impresionantes vistas desde la carretera que la comunica con Mértola. Los que se han tenido que poner las pilas son los hosteleros de El Granado, ya que en el pueblo hay sólo cuatro restaurantes, que hace un mes que reciben, sobre todo los fines de semana, a una inusitada cantidad de clientes con acento portugués. Según el alcalde, en la carretera que une El Granado con Villanueva de los Castillejos va a abrir una gasolinera en breve, y la diferencia de precio del combustible con Portugal hará que los clientes lusos sean habituales, algo de lo que saben mucho los responsables de los surtidores en Ayamonte y Rosal de la Frontera, los dos pueblos onubenses que ya cuentan con puente para llegar a Portugal. Proyecto europeo «Hubaal» Y todo gracias a una palabra: "Hubaal", el nombre del proyecto europeo que ha permitido adecuar 155 kilómetros de carretera que acercan más a España y Portugal a los dos lados del puente, que cuenta con una longitud aproximada de 150 metros y una anchura de once y ha supuesto una inversión de más de dos millones de euros, aportados en un 75 por ciento por la Unión Europea y el 25 por ciento restante por la Diputación de Huelva y la Cámara de Mértola. La Diputación llevó a cabo las obras de construcción del puente y las de las conexiones por carretera tanto en su unión con El Granado como la infraestructura que comunica el puente con las localidades portuguesas de Mértola y Pomarao, carreteras que cumplen con todos los requisitos de seguridad y respeto a la flora y fauna de la zona. Entre los avances en protección ambiental que se han incorporado destacan la edificación de pasos elevados y subterráneos para la fauna, tanto para cérvidos como para linces. Estas infraestructuras están incluidas en el proyecto comunitario Hubaal III, que prevé una mejora general en la comunicación de esta zona fronteriza. |