Villanueva de los Castillejos - Huelva

Traigo hoy a este foro uno de los juegos desaparecidos ya que más nos gustaban a los niños de los cincuenta. Su nombre:

EL ARO O LA RUEDA

Cuando por nuestras calles casi no circulaban coches, cuando el tener una bicicleta (o un patinete) era considerado como un lujoso don al alcance de muy pocos, los niños se divertían jugando a correr, empujando un aro o rueda.

Un aro de hierro... o de lo que cayese a mano, un gancho y ¡unas buenas piernas!, eran los elementos necesarios para este, más que juego, ejercicio físico, pues así habría que considerar aquellas interminables carreras.
El aro se conseguía en alguna de las varias fraguas que por aquel entonces funcionaban en esta localidad (la de los Mellizos, la de Julio, la de Pepe el de la Fragua, la de Frasquito...), donde también, gracias a la gentileza, y sobre todo a la paciencia, de los herreros, se le daba forma al indispensable gancho. Una vez en posesión de los elementos, se agarraba el gancho (al que a veces se le colocaba hasta su mango de madera), se enganchaba éste al aro y... ¡a correr!.
Esta era la única esencia del juego: correr y correr procurando que el aro no se escapase del gancho o que el aro no se cayese. Una vez más la agilidad, la habilidad en el manejo del gancho, era fundamental para una buena conducción. Hay que decir que había algunos verdaderos “alfayates” en el asunto, que eran capaces de realizar arriesgadas filigranas, enganchando y desenganchando, dando vueltas.... Otros, sin embargo, ya nos conformábamos con que el aro fuese “pa lante”.
Se celebraban animadas competiciones de carreras con el aro.
Y como siempre ha ocurrido, algunos niños ni tan siquiera tenían un aro para correr con él, por lo que rogaban, con lágrimas en sus ojitos, a algunos de sus amigos (más afortunados) que les dejasen “echar una vueltecilla”. Algunos “malos amigos”, egoístas al máximo, cargados de malicia infantil, les negaban este gusto, alegando, como protesta:

“-¡Sí, hombre... Yo te dejo a ti echar una vueltecilla y yo me voy andando...! ¡Qué fresco!”

Años después, el aro de hierro sería sustituido por el de caucho, aunque ya esta costumbre duraría poco, al ponerse de moda el patinete de tres ruedas, el patín de ruedas de hierro y, más moderna aún, la bicicleta. Hoy, como en otras muchas fases de nuestra existencia, el progreso y el mejor nivel de vida en general han hecho que los niños no necesiten del aro para divertirse, ya que... ¿qué niño no cuenta hoy con su bicicleta de montaña, de paseo, de carreras y algunos hasta con un motociclo?
Para hacer rodar el aro cualquier época del año era buena..

Querido Ciriaco:

A base de ler y releer en el foro voy atando datos y descubriendo quien está detrás de cada seudónimo.A mi, el seudónimo me resulta frio, pero una vez descifrado el personaje, me resulta mucho más familiar. Piensa que para mi el foro,no es sólo contrastar opiniones, sino que me permite hablar con la gente de mi terruño y es una sensación muy agradable, porque ademas, como es tan rápido, da la impresión de que estás ahy. Cuando me levanto por las mañanas aqui en casa me doy una vuelta por el pueblo;lo primero, subo a la Peña Maya ( Tengo un cuadro en el comedor donde se ve a los dos pueblos desde todo lo alto, inccluida la Peña Maya); despues, desde la misma Peña Maya, miro hacia el cabezo de El Zapatero y comtemplo todo el paisaje tal como era antes de urbanizar, pero ya con la estampa de la Posada Rural (Tengo una foto donde lo puedo contemplar); y por último me voy al Prado de Osma y veo la Ermita, preciosa a la salida del sol, a través de uno de los arcos de la casa del ermitaño( Tengo una foto que me regaló la Pepita, la de Antonio Cuartita q.e.p.d.;no se si es propio del foro pero quiero enviarle mi más sentido pésame a ella, a su madre y a su hermano, en mi nombre y de toda mi familia.).Espero que lea en el foro.

Creo que me estoy extendiendo mucho con mi rollo sentimental,pero quería abundar un poco en el juego de la rueda que tu muy bien recuerdas.Yo creo que eramos sumamente felices( yo era un empedernido usuario de la rueda) con cosas que aunque de pequeño coste, en aquella época suponian una grán inversión; y no digamos si hablamos de bicicleta.Pero la rueda no dejaba de ser apasionante, porque se necesitaba su pericia para controlar aquel aro votando por aquellas calles empedradas...y jugabamos con ella en nuestro tiempo libre pero que siempre nos acompañaba a todas partes,sobretodo a los recados, íbamos "jumeando" a todas partes.Y si ibas cuesta abajo, ya ni te cuento como perdieras el control...

Lo que más me ha divertido es el relato del préstamo de la rueda a los amigos:
! Sí, hombre...Yo te dejo a ti echar una vueltecita y yo me voy andando...¡ ! Que fresco¡.

Espero que sea quien me imagino.

Un abrazo.

No sé donde vi una vez un aro de éstos, con un gancho de hierro. Creo que fue en la exposición que se hizo en la casa de Kika la del Ponce en la calle Vaqueros. Yo sigo admirando la forma de entretenerse los chiquillos de antaño. Y seguro que se lo pasaban mejor que ahora. A mí me cogió ya la época de las primeras bicicletas de montaña y las primeras video consolas, pero me divertía más jugando en el centro sanitario a las tiendas, donde una chuleta o una sardina era una piedra. Qué tiempos...!!