Villanueva de los Castillejos - Huelva

Seguro que el Ciriaco podrá informarnos de si alguna vez se hizo algun homenaje a Dña Lola y a su hermano Jose Mª, por su labor realizada a lo largo de muchos años en las escuelas de Castillejos, de todas esas generaciones que salieron pulidas de sus manos y a las que dieron sinceramente lo mejor de si mismos. Todas las calles de las ciudades estan llenas de grandes estatuas de los hombres y mujeres que fueron importantes para la nación, ¿porque los pueblos no hacen lo mismo con los mejores de su hijos. Existe la calle Alonso MOrgado de un cura del siglo XIX que nadie conoce, ¿no seria hora de actualizar nombres de calles, plazas y alamedas?. Asi los hijos y nietos serian recompensados por la labor que hicieron sus padres, cercanas al pueblo, donde pertenecemos. Todos vivimos mientras nos recuerden. ¿Que os parece la idea?. Esperemos información de el Ciriaco. Al menos un homenaje conjunto a todos los maestros que en nuestros pueblos forman a nuestros hijos.

A mí eso de las calles no me va. Hoy eres bueno y mañana viene otro y si te vi no me acuerdo. Las calles deben llevar nombres de lugares típicos de la localidad o cosas así. Lo que está haciendo el ayuntamiento me parece muy bien.
Pero sí que a veces no nos damos cuenta de que en nuestra vida ha habido personas que, criticadas unas veces, muchas veces, o alabadas en otras, pocas veces, han hecho por nosotros más de lo que imaginamos.
Don José y Doña Lola, han sido dos de ellas. Habrán tenido sus retractores; los tendrán, como los tenemos todos. Pero, ¿y lo que han hecho durante tantos años y años en las escuelas? ¿A cuántos niños y niñas han enseñado?
Lo de la calle... lo dejo ahí, pero sí que el ayuntamiento debería refrendar con un homenaje la labor de estos maestros, compañeros míos durante tantos y tantos años.
Pero ya se sabe... de los pobres maestros de escuela nadie se acuerda... ¿qué es un maestro?...hay que ser algo más.. eso me parece a mí.
Aquí queda mi sugerencia para el ayuntamiento y espero que alguno más me apoye en ello.

Será una lastima que Dña Lola muera sin su reconocimiento. Todos sabemos las dificultades que paso toda una generación, maestros y alumnos en la dictadura y todos sufrieron para pasar el trance, pero la generaciones siguiente lo superaron con la piedra base de aquellos maestros que dieron lo que tuvieron y no guardaron nada para si. Es la hora de la memoria histórica y dar a los que nos dieron su reconocimiento. En este caso no hablo de calles sino un sencillo homenaje que en el nombre de Dña Lola se podría hacer a todos los maestros que inculcaron conocimientos a esta generación que ahora se sienta delante de los ordenadores como la cosa mas natural. Yo asi lo creo.

Migule, en parte llevas razón, pero si decirte que muchas/os alumnas/os llevan muy dentro el nombre de las personas que les enseñaron a leer, a escribir y a tener el conocimiento necesario para luego saber discenir entre lo malo, lo regular y lo bueno, a los que muchas veces les cuesta el expresarlo. El quehacer diario de todos los maestros nunca será bien recompensado, ese don innato de la enseñanza, no tiene precio. Me sumo a ese reconocimiento a tantos y tantos maestros/as que pasaron por el pueblo y tambien a los que se marcharon del pueblo e impartieron clases en otros pueblos de esta piel de toro, que bien merecen un homenaje. Melli.

Yo también me sumo a tal reconocimiento pero a nivel general.

Doña Lola nunca me dio clases, pero Don José religión.... Nos hacía aprender todas las oraciones, las ponía en unos papelillos que removía en su mesa, e ibas cogiendo uno al azar y recitabas lo que te tocara. Yo solo me aprendí los sacramentos, que creo que eran 7, porque lo otro es que ni lo comprendía ni lo comprendo. Cuando le tocaban los sacramentos a uno que fuera antes que yo miraba el movimiento de la mano de Don José para ver a dónde iba a parar el dichoso papelito y ahí sí que rezaba para que fuera ese el que me tocara!!! Afortunadamente nunca me tocó ninguna otra.

Ahora bien, recuerdos, muy buenos recuerdos tengo de Don Esteban. Su gusto por las matemáticas se notaba aún a esas edades tempranas. Creo que los años que estuvimos con él hizo mella en todos nosotros. En mi desde luego que sí.

Saludos!!