Sotiel Coronada - Huelva

A veces parece que todos los caminos se cierran, que la noche es eterna, que el invierno ha congelado el corazón, que no existen más rosas, que el destino solo es lágrimas, que solo somos soledad, que han desaparecido las estrellas, que la sonrisa se apagó sobre la tierra, que los días son cortos y lluviosos, que las noches son interminables y sin luna, que no hay espacio alguno para los pies que nos acompañan, que no hay salida en la calle de la vida, que la indiferencia y la desilusión aprisionan el corazón… Pero aún entonces puedemos confiar plenamente que todavia hay un camino eterno y abierto, que el alma y la sonrisa podria ser un día luminoso, que dentro del corazón no hay estaciones, sólo las hay en la mente, que hasta en el desierto más árido y seco hay una flor, que las lágrimas, como el agua, dan vida y fecundidad, que somos el mejor amigo de nosotros mismo, que el alma es un cielo lleno de luz y de estrellas, que dentro de uno el rostro de la vida sonríe, que en el interior de cada uno de nosotros existe un sol radiante, sólo es noche si le damos la espalda, que el mundo es ancho y no ajeno, sino nuestro porque somos del mundo, que norte, sur, este y oeste son puntos para la elección, que somos amor pleno. Estamos destinado a dar, más que a recibir. Tengamos confianza porque, aunque nuestra mente nos hable de puertas cerradas y de soledades, ése es un engaño temporal y pasajero. Estamos destinado a ser luz para muchos que necesitan de nuestra luz y de nuestro amor. No nos quedemos encerrados en un rincón. Empezemos a partir de hoy a que sucedan cosas buenas...Y todo lo feo dejemoslo atrás!