San Telmo - Huelva

Pues resulta que una señorona muy principal y con hambre desesperada a tenor de las escasas raciones que come en casa, ha querido probar de lo que vende este que sus cribe: el Morasso la Patera, y porque no se enterasen en el pueblo, al ser esposa de quien es, condujo el cochazo, gama alta, hasta un oscuro descampado, entre la arboleda donde se ubica una diminuta ermita poco frecuentada por el vecindario.

Tal que allí empezamos a jugar a lo nuestro, que nos traía atraidos a detrás de la casa de oración, y como al parecer era muy de su gusto lo que hacíamos y el mío de complacer, pasonos el tiempo volando. Tanto que cuando pude abstraerme un poco de las necesidades que cubría a aquella fogosa dama, contemplé, atónito, una carita de niño pegada al parabrisas del coche, oteando desde fuera entre el vaho que empañaba los cristales.

Precipiteme delante de mi compañera con tal de esconder su identidad cuando el infante corría ya hasta el grupo de gente para explicar al cura que: .-Deben venir a la procesión como nosotros porque traen también un cirio con el que están jugando. La cual inocencia aliviome mientras nos vestíamos presurosos. A no ser por la confidencia que seguidamente hizo en voz baja a sus amiguitos catecúmenos: .- Son muy pobres y pasan mucha hambre porque van desnudos, y ella, muerta de hambre, esta comiéndose el cirio pascual...

El bendito inocente.

COMO ES EL NEGRO, LO QUE COJE SE LO PASA POR LA PIEDRA, Y UNA SANTELMEÑA, UNA DE LAS QUE DICE QUE PASA HAMBRE, SALUDOS.

ae negro NO PUDE EL NEGRO NO PUEDE EL NEGRO NI CAMINAR

una pista¿ quien es la esposa ?dale al manbo negraso.