pierden credibilidad mostrando el lujo mediante joyas ropas y sombreros. Luego mientras no se casen y convivan de una manera natural no tienen ni puñetera idea cuando hablan de hijos y familia. ¿Porque no hacéis lo que decía Jesucristo? Si bajara, con la venta de las vestimentas, y todo lo que teneis ganado a veces con derramamiento de sangre, podía comer medio mundo
QUE PENA Y QUE VERGÜENZA,,Y QUIENES SON LOS RACISTAS,HOMOFOBOS Y XENOFOBOS...
El obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, afirmó ayer en su carta semanal, dedicada en esta ocasión a la Navidad, que la felicidad es un hecho en el ámbito de un matrimonio "estable", en el seno de "una familia como Dios manda", porque, además, "siguiendo los planes de Dios" respecto a la familia "la economía es más estable y armónica". El prelado agregó en ese sentido que "los hijos de una familia como Dios manda crecen más sanos".
Fernández argumenta que "muchos jóvenes se preguntan hoy si será posible alcanzar ese sueño dorado de una familia estable, de un amor fiel hasta la muerte, de una fecundidad que resulta rentable en todos los aspectos de la vida. Es un deseo que para muchos resulta inalcanzable, o al menos lleno de riesgos" y, sin embargo, se pregunta Fernández: "Quién no quiere un amor para toda la vida. Quién no se siente gozoso al verse fecundo y prolongado en los hijos. Quién no desea una familia estable, en la que poner todas las esperanzas humanas como proyecto vital". "Pero la realidad que palpamos --prosigue en su carta- viene a decirnos todo lo contrario. Entre los matrimonios jóvenes, son menos los que permanecen fieles para toda la vida que los que rompen su matrimonio como algo inaguantable. ¡Con lo que duele eso! Es más fácil romper un matrimonio que romper cualquier otro contrato".
A pesar de ello, el obispo subraya que "la Navidad viene a decirnos que sí, que es posible. Dios quiere la felicidad del hombre, ya aquí en la tierra, aunque haya dificultades y sufrimientos, y para siempre en el cielo sin ningún sufrimiento. Más aún, siguiendo los planes de Dios, la economía es más estable y armónica. Cuesta menos dinero una familia estable y fiel que el sujeto que tiene dos o más parejas".
Es más, "los hijos de una familia como Dios manda crecen más sanos que los que están repartidos y no saben de quién son. ¡Cuánto sufren esos niños! La Navidad viene a hacer posible el matrimonio y la familia según el plan de Dios. La Navidad es la gracia de Dios, que sana el corazón humano, herido por el pecado. La Navidad nos habla de que es posible la fidelidad matrimonial, es posible la apertura generosa a la vida, es posible el matrimonio y la familia según el plan de Dios. Dios ha pensado muy bien las cosas, y cuando el hombre sigue los caminos de Dios, a pesar de sus debilidades, encuentra la vida, encuentra la felicidad en algo tan fundamental para la sociedad como es la familia".
A este respecto, el obispo recuerda en su carta que la familia, "según el plan de Dios, es el santuario del amor y de la vida. Constituida sobre el amor estable de un varón y una mujer, bendecido por Dios, la familia está abierta a la vida, es el lugar donde se transmite la vida, es el nido donde hemos venido a la vida y hemos crecido por el amor de nuestros padres, que nos han cuidado con esmero y cariño. Nada más bonito que ese nido de amor y de vida, que es la familia según el plan de Dios". Esta reflexión lleva por último a Fernández a proclamar "que viva la vida que brota del corazón de Dios y quiere hacer feliz al hombre. Luchemos contra la muerte que destroza el corazón humano y siembra destrucción en la sociedad". Para el obispo esta llamada a la vida se hace necesaria, porque en la actualidad "son cada día más frecuentes los abortos, que suponen matar al hijo en el propio seno materno, llevados por la presión ambiental