E.M. Seco dolor en la noche No sé. Quiero llorar. Pero es a veces cuando el llanto no acude. Y es preciso llorar. Y es necesario llorar. No sé. Pero me invade un dolor por el cuerpo. Un dolor seco de rastrojo. Estío ha segado mis ojos y no puedo llorar. Y es necesario llorar. Voy camino de la muerte. Quizá quiera morir. ¡Señor, sin una sola lágrima...! Sin una sola lágrima morir es algo cruel. Mordiéndome los labios estoy aquí, cansado, en esta noche de dolor seco, de dolor abrupto como el tronco de un árbol. Esta angustia. Esta quietud robusta. Y es preciso llorar. Pero no puedo llorar. Soy una gran piedra sobre la llanura, un metal oxidado, un árbol seco. Las noches pasan sobre mí. Las noches no acaban de pasar. Ni un solo pájaro canta. Ni una sola hoja se mueve. Mis mejillas son tierra. Mis mejillas son tierra con bolinas y cúspides. Quiero llorar. Pero mi ojos miran. |