Cartero, mañana te espero Me contaba un buen amigo, cartero de profesión, fallecido hace algunos años (atendiendo al respeto voy a omitir su nombre), lo que una mañana de agosteña, le ocurría haciendo su habitual reparto en una centrica calle de La Palma del Condado. Venía este hombre afanado en su reparto, cargado de su bolso de cuero ennegrecido por el tiempo repartiendo su paqueton de cartas y paquetes casi sin mirar los domicilios de los destinatarios, pues ya el tiempo le habia dado la experiencia suficiente como para saber que cartas iban para que casas. En esto, que este amigo cartero casi tropieza con un grupo de mujeres que cambiaban impresiones, escobas en mano, en medio de la acera, en una parada en las faenas de baldear las puertas (antes tipico) y tras el lógico….¡¡¡ Coooooññoooo !!! una de ellas le dice… - Cartero, hace tiempo que no vienes a verme y hace varios dias te estoy esperando. - Pues no. No tengo para venir a verte. - Podría ser mañana. Ven tempranito, mi marido ya se habrá ido al trabajo y yo estaré en la cama. Dejo la puerta entreabierta. Sin llamar tu entras y me la metes por raja. Sin mediar palabra, haciendo ademán de “oído cocina” este sigue con su faena diaria del reparto y no habida dado más de cuatro pasos cuando se vuelve y dice… - ¿Cómo dices? Pregunta el Cartero. - Po eso, que hay que explicartelo tó ---Le contestó esta buena mujer--- En fín, que el vocabulario castellano es riquísimo. |