Jabugo - Huelva

Cristianos Socialistas niegan la autoridad eclesial de los Obispos
Sábado 14 de Noviembre de 2009 18:05h 3

¿Quién decide lo que hace falta para ser católico? Según los Cristianos Socialistas, los Obispos no. Lo ha dicho Jordi López Camps: “no es función de la Conferencia Episcopal fijar las condiciones para ser miembro de la Iglesia”. ¿Y quién lo decide, entonces? Pues… ¡los Cristianos Socialistas!: “Las únicas condiciones para ser miembro de la Iglesia son la comunión con la Iglesia universal y luego ajustarse un poco a lo que desde el Vaticano se establezca como doctrina”, asegura su portavoz.

El descarado intento de los Cristianos Socialistas por apropiarse de las funciones de los Obispos no es, por desgracia, un caso único en el PSOE. El diputado socialista José Alberto Cabañes Andrés declaraba ayer en Lugo que “es absolutamente compatible” ser católico y estar a favor de que sea legal matar a seres humanos inocentes e indefensos, y le parece “una desvergüenza” que los Obispos recuerden que no se puede despreciar la vida humana e ir a comulgar como si tal cosa. Significativamente, a Cabañes también le parece “una sinvergonzonería” la iniciativa “Bebé Aído” para mostrar a la sociedad lo que es un ser humano a las 12 semanas de vida, es decir, dentro del plazo de “barra libre” para liquidarlo que pretende establecer el gobierno.

Esto es el laicismo al revés, o más bien la consecuencia inevitable de una ideología liberticida como el laicismo según lo entiende la progresía. Ya no se conforman con negar el derecho de los Obispos a opinar sobre cuestiones públicas que afectan a la ética y la moral: además los laicistas no toleran que los Obispos ejerzan su autoridad y sus competencias propias como guías espirituales de los católicos. En el fondo, detrás de esa corriente progre que se llena la boca hablando de laicismo y de la necesidad de una mayor separación entre Iglesia y Estado, lo que existe es -por el contrario- un empeño por controlar a la Iglesia desde el Estado, igual que lo hace la dictadura comunista en China con su “iglesia patriótica”, mientras mantiene en la clandestinidad o en las cárceles a los católicos fieles al magisterio de la Iglesia. Igual que en China, los laicistas no toleran que haya una Iglesia independiente del poder y crítica con sus abusos: quieren una Iglesia dócil y complaciente o sino amordazada y a poder ser, en la que los diputados del PSOE se dediquen a ejercer de Obispos.

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¿Y por qué no se manifestaron los Obispos cuando durante los ocho años del Gobierno de Aznar se practicaron en España 500.000 abortos?
¿Aquellos no eran crímenes?.
Allá cada uno con su conciencia.
¿Y por qué no opinan los Obispos de la Iglesia Católica en EE.UU. y las indemnizaciones que tienen que pagar por abusos de algunos curas?
Son más de derechas que un cerrojo.